El reloj indicaba 6:05 para el final del quinto partido de las finales de la Conferencia Este cuando LeBron despertó y dominó el partido de una manera nunca antes vista. El jugador anotó 29 de los últimos 30 puntos de su equipo, incluidos 18 puntos en dos prórrogas para llevar sin ayuda a su equipo a la victoria y la primera aparición en unas finales de la NBA. Las Soldier 1 de LeBron estaban diseñadas específicamente para el fragor de la batalla en unos playoffs. El mundo presenció aquel día el rendimiento de un jugador que lograría a lo largo de toda su carrera multitud de remontadas históricas.