Kara Lawson: ¿Demasiado espíritu competitivo?
Asesoramiento
Una joven atleta se pone en contacto con la entrenadora de básquetbol de la Universidad Duke, Kara Lawson, con un problema poco habitual: sus deseos de ganar hacen que se sienta mala persona.
"Pregúntale al entrenador" son consejos de expertos para ayudar a los atletas a mejorar su rendimiento deportivo haciéndoles ver que la mente puede ser su mejor aliada, o su peor enemiga.
P:
Hola, entrenadora:
Corro en el equipo de atletismo de mi escuela y últimamente estoy obsesionada con ser la mejor. Es lo único en lo que pienso. Para mí todo es una competición, incluso los entrenamientos. Esta necesidad de ganar me motiva a entrenar con más intensidad y darlo todo en las carreras, pero me he dado cuenta de que soy más impaciente y estoy más estresada que antes. Además, algunos miembros del equipo no quieren ser mis amigos porque dicen que me tomo todo demasiado en serio. ¿Puedo aprovechar este espíritu competitivo o acabará suponiendo un obstáculo?
Con hambre de victorias y mala persona
Una atleta de 17 años
R:
Es bueno que seas competitiva. Te entiendo porque también tengo ese espíritu competitivo.
Comencé a entrenar pensando en ganar a los 3 años. Motivada por la medalla de oro que la velocista Evelyn Ashford ganó en los Juegos Olímpicos del 84, intentaba competir, corriendo desde la acera, con los carros que pasaban por delante de mi casa en Alexandria (Virginia, EE. UU.). No me quiero imaginar lo que mis padres pensaban de mí.
Ese espíritu competitivo sigue motivándome, igual que te ocurre a ti. Sin embargo, parece que está teniendo consecuencias negativas y creo que es algo que deberías solucionar antes de que haga que odies el deporte que practicas.
Quiero ayudarte todo lo que pueda, pero creo que también es importante que hables con tu entrenador o entrenadora sobre tus sentimientos para que haga un seguimiento de tu progreso. Incluso puedes pedirle que te ponga en contacto con un terapeuta o psicólogo deportivo que te ayude a encontrar el equilibrio. Yo doy lo mejor de mí en las competiciones, pero también en la recuperación y el descanso. En ese momento es cuando mejor me siento.
Para alcanzar el equilibrio, busco momentos para dedicarme a actividades alejadas del mundo del básquetbol que me apasionan. Además del atletismo, ¿qué más te gusta hacer? Puede ser jugar con tu mascota, escuchar música o pasar tiempo con tu familia. No importa lo que hagas siempre y cuando te permita desconectarte. Si no consigues relajarte de inmediato, ten paciencia contigo misma.
Incluso puedes buscar oportunidades para volver a concentrarte en los descansos de los entrenamientos, en el autobús del equipo o en el vestuario. Cuando era armadora en Tennessee, mi entrenadora, Pat Summitt, me obligaba a hablar frente al equipo sobre asuntos que poco tenían que ver con el básquetbol. Al principio me aterraba (y, siendo sincera, me parecía una tontería), pero luego me di cuenta: la entrenadora Summitt quería enseñarme que conectar con las demás podría darnos más fuerza a mí y a mis compañeras.
Ten paciencia contigo misma.
Por lo de tus compañeras, una forma establecer vínculos con ellas es mostrar interés real por lo que les gusta además de la competición. Averigua qué tienes en común con ellas: películas, música, moda... No tienen por qué gustarte las mismas cosas que a tus compañeras ni tienes que estar con ellas constantemente, pero establecer estas conexiones puede crear energía positiva.
Otro aspecto que quizás contribuya a tu obsesión por ganar es el miedo a perder, miedo que muchos atletas tienen. Las consecuencias inmediatas pueden ser dormir mal o sentir decepción. Pero ¿y si los efectos continúan a largo plazo? Eso no es buena señal.
Establecer conexiones puede crear energía positiva.
Es muy importante tener presentes las derrotas. Los atletas no nacen siendo insuperables ni capaces de hacer frente a la perfección a situaciones en las que hay mucho en juego. Yo definitivamente no nací así. Llegar a ese punto requiere muchas victorias, pero también muchas derrotas. En el básquetbol, un equipo puede cometer 12 errores en una sola posesión, incluso en el sexto partido de las finales de la NBA. Por supuesto, nadie quiere cometer errores, pero es normal que ocurran. Cuando yo los cometía, confiaba en mi resiliencia para seguir adelante.
Una forma de desarrollar resiliencia es no ser dura cuando tú o tus compañeras cometen un error. Cambiar de mentalidad requiere hacer un esfuerzo, pero, si lo consigues, no solo mantendrás tu buen rendimiento deportivo, también te seguirá apasionando el deporte.
Entrenadora Lawson
Actualmente, Kara Lawson es la entrenadora del equipo femenino de básquetbol de la Universidad Duke. Anteriormente, fue entrenadora asistente de los Boston Celtics y una respetada comentarista. Se destacó como jugadora de la WNBA durante 13 temporadas, en una de las cuales fue clave para que las Sacramento Monarchs ganaran la liga, y fue parte de la selección estadounidense que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008. Fue determinante en su etapa como jugadora en Tennessee, donde llevó a las Lady Volunteers a participar en tres ocasiones en la Final Four de la NCAA.
Envía tus preguntas sobre cómo mejorar tu mentalidad en el deporte o el fitness a askthecoach@nike.com.
Ilustración: Harrison Freeman
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