Todo lo que necesitas saber sobre las fracturas por sobrecarga
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Especialistas explican los síntomas de las fracturas por sobrecarga y comparten medidas preventivas para evitarlas.
En un mundo ideal, serías siempre capaz de rendir al máximo, e impulsarte para alcanzar nuevos récords personales a medida que avanzas. En la realidad, las lesiones pueden ocurrir (y así sucede). Si continúas e ignoras el dolor, ciertas lesiones pueden convertirse en una fractura por sobrecarga.
Las fracturas por sobrecarga tienden a ser más comunes en las extremidades inferiores, como los pies y las piernas, explica Kenneth Jung, cirujano ortopédico de pie y tobillo en el Instituto Cedars-Sinai Kerlan-Jobe en Los Ángeles y especialista en pie y tobillo en Los Ángeles Rams.
Si bien las fracturas por sobrecarga son comunes, la lesión en sí misma puede parecer un tanto rara. Esto es lo que debes saber sobre los síntomas de la fractura por sobrecarga, cómo ocurre y los pasos a seguir para tratar el área afectada.
¿Qué es una fractura por sobrecarga?
Según la American Academy of Orthopaedic Surgeons, o AAOS, una fractura por sobrecarga es una pequeña grieta que se forma en un hueso. Sin embargo, se diferencia de una fractura clásica.
“Las fracturas por sobrecarga son diferentes a las fracturas normales porque no involucran una lesión de alta velocidad o un trauma significativo”, afirma Jasmine Toor, médica en medicina deportiva en el Centro Médico Mercy de Baltimore. En cambio, tienden a ocurrir por ejercicios que requieren mucha repetición, como carreras de larga distancia o gimnasia.
Las fracturas por sobrecarga son más comunes en los "huesos del cuerpo que soportan peso, ya que aquí es donde se transfiere la mayor parte del peso y la fuerza durante ciertos ejercicios y actividades", explica Toor.
Una fractura por sobrecarga es "visible en una radiografía", afirma el doctor Phillip Adler, A.T.C., entrenador atlético autorizado y gerente de operaciones de extensión ortopédica para el centro médico Corewell Health West en Grand Rapids, Michigan.
¿Cuáles son las causas más comunes de las fracturas por sobrecarga?
Según la AAOS, las fracturas por sobrecarga suelen ser el resultado de un uso excesivo. Ocurren cuando los músculos se fatigan y no pueden absorber el impacto adicional. Luego, los músculos transfieren la tensión adicional al hueso, lo que provoca la formación de una grieta.
Las fracturas por sobrecarga pueden ocurrir por actividades que cansan los músculos o son repetitivas, lo que lleva a una gran demanda en los huesos, dice Toor.
Cuando ocurre una fractura por sobrecarga, esto se debe a que "las personas aumentan la frecuencia de entrenamiento demasiado rápido y no le dan al cuerpo la oportunidad de recuperarse, y cargan al hueso de la misma manera todos los días, o conservan la misma intensidad de entrenamiento todos los días", dice Jung.
Estos factores pueden conllevar un uso excesivo del hueso, un factor que se ve en muchos atletas jóvenes que juegan en varios equipos y se superponen en equipos y también en deportes, según señala Jung. Los corredores y atletas adultos también son propensos a las fracturas por sobrecarga al aumentar la distancia demasiado rápido, añade.
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Síntomas de la fractura por sobrecarga
El dolor al momento de hacer la actividad es la queja más común en una fractura por sobrecarga, afirma la AAOS, y señala que los síntomas comienzan a disminuir con el descanso. El descanso requerido varía, pero la AAOS dice que por lo general tarda de seis a ocho semanas en sanar.
Según la Clínica Cleveland, los siguientes pueden también ser síntomas de una fractura por sobrecarga:
- Dolor, hinchazón o molestias en el lugar de la fractura
- Sensibilidad o "dolor puntiforme" al tocar el hueso
- Dolor que aparece cuando no estás haciendo ejercicio, durante la actividad normal o al caminar todos los días
- Dolor que empeora al saltar sobre una pierna
Tratamiento para la fractura por sobrecarga
El tratamiento para una fractura por sobrecarga "por lo general es una cuestión de reducir el estrés o la carga sobre el hueso", aconseja Jung. Si tienes dolor al caminar, por ejemplo, tu médico puede recomendarte usar una bota para ayudar a disminuir la tensión en la parte inferior de la pierna o el pie. En algunos casos, los atletas necesitarán muletas, afirma Jung.
En cuanto al descanso, Toor dice que depende de algunos factores, incluida la ubicación de la fractura por sobrecarga y qué tan bien sana con el tiempo. Tu médico puede determinar esto último durante el seguimiento.
Sin embargo, en general, la AAOS señala que la recuperación de una fractura por sobrecarga suele llevar de seis a ocho semanas.
Después de un período de descanso, Toor dice que es imperativo volver de manera gradual a los ejercicios, y aumentar lentamente la intensidad y la duración para evitar ejercer demasiada presión sobre los huesos. “Por lo general, se monitorea con fisioterapia y un médico de medicina deportiva”, dice.
Otra cosa que tu médico probablemente querrá hacer es revisar tu postura. “Es muy importante corregir la postura y la técnica que pueden haber contribuido a la fractura por sobrecarga”, sostiene Toor. "Una evaluación detallada, que puede incluir una evaluación de la flexibilidad muscular, la fuerza y la evaluación de la marcha, es importante, ya que el deterioro de la fuerza y la flexibilidad de los músculos da como resultado fuerzas anormales en los huesos que soportan el peso".
Si tu postura es incorrecta y tu médico sospecha que eso provocó la fractura por sobrecarga, es vital trabajar para corregirla. Practicar repetidamente una postura incorrecta podría aumentar el riesgo de sufrir otra fractura por sobrecarga, afirma.
Prevención para la fractura por sobrecarga
Hay algunas cosas que puedes hacer para reducir el riesgo de desarrollar una fractura por sobrecarga.
- Entrenamiento de fuerza “Recomiendo el entrenamiento de fuerza para garantizar que los músculos alrededor de las zonas comunes sean lo suficientemente fuertes para absorber el impacto o la sobrecarga para que el hueso no tenga que hacerlo”, dice Adler. Considera trabajar con un entrenador personal certificado o un fisioterapeuta con licencia para desarrollar un programa de entrenamiento de fuerza que sea específico para tus puntos débiles y el acondicionamiento general de tu cuerpo.
- Calzado con soporte “Asegúrate de que el calzado sea apropiado y cuente con suficiente soporte según el tipo de arco de tu pie y tu estilo de correr”, aconseja Adler. Los corredores de larga distancia también deben tener en cuenta el kilometraje en un calzado, dice. (En general, se recomienda que cambies tu calzado cada 480 a 800 kilómetros).
- Cross training Combinar los ejercicios habituales puede ayudar a aliviar la sobrecarga en los huesos, sostiene Jung. Eso significa asegurarse de tener algunos días de cross training cada semana para no sobrecargar siempre los huesos de la misma manera, afirma.
- Dieta saludable Eso incluye muchos alimentos ricos en calcio y vitamina D, aconseja Jung. (Si te preocupa tener un déficit de estos nutrientes, puedes pedirle a tu médico que te haga un análisis de sangre).
Texto: Korin Miller