Gana determinación con tu diálogo interno
Entrenamiento y nutrición
Por Nike Training
Cómo convertirte en tu mejor aliado.
No, no eres solo tú: todos tenemos un diálogo interno, que es lo que nos decimos internamente. Mejorar lo que dice esa vocecita es clave, porque "un buen diálogo interno puede desarrollar la confianza en ti mismo, mientras que el diálogo interno equivocado puede aplastarla", afirma Angela Duckworth, profesora de la Universidad de Pensilvania y autora de Grit: The Power and Passion of Perseverance. Aquí puedes ver cómo si mejoras la forma en que te hablas a ti mismo puedes aumentar tu determinación, lo que te ayudará a ir por más en cualquier desafío.
"Tanto los atletas de alto rendimiento como los de bajo rendimiento tienen un diálogo interno. La diferencia está en lo que se dicen".
Angela Duckworth
"Imagina si después de un partido realmente malo o de una actuación pobre tu diálogo interno fuera completamente negativo, como un espiral hacia un pozo de vergüenza y odio hacia ti mismo", dice. Lo mismo ocurre cuando te sales del camino, por ejemplo cuando pierdes un entrenamiento o comes algo de lo que después te arrepientes. Si te dices a ti mismo que eres el peor y que nunca tendrás éxito, no tendrás mucha motivación para volver a tu objetivo. El diálogo interno negativo te hace sentir tan mal contigo mismo que no quieres volver a intentarlo, por lo que termina por alejarte aún más de tus objetivos.
En su investigación, Duckworth ha encontrado una estrategia de dos partes para que el diálogo interno te regrese a tu camino. La primera parte es la aceptación consciente: sin juzgarte ni culparte, solo reconociendo la imperfección. Por ejemplo, decir "me quedé dormido y no hice el entrenamiento de ayer". La segunda parte es la autocompasión. Para este paso piensa en lo que tu madre, tu mejor amigo o cualquier persona que te ame te diría por ese traspié, aconseja Duckworth. Te hablarían con compasión, cariño, positivismo y comprensión, pero te instarían a perseverar preguntándote, por ejemplo, qué podrías aprender de eso para tratar de hacerlo mejor la próxima vez. Luego, trata de decirte eso mismo. En la práctica, podría sonar como "estoy desilusionado por haber perdido el entrenamiento de ayer, pero fue solo una vez y estuve trabajando mucho para lograr mis objetivos. Mañana, pondré la alarma 10 minutos antes, para que aun si llego a apretar el botón de repetir, tendré tiempo de hacer el entrenamiento. Esa es una persona con determinación que se recupera pronto y vuelve a su camino.
Incluso atletas profesionales como Shalane Flanagan, corredora de larga distancia, ganadora del maratón de la ciudad de Nueva York en 2017 y de la medalla de plata en las Olimpiadas de 2008, con frecuencia se sorprenden en ese espiral de diálogo interno negativo. Durante las intensas carreras de entrenamiento, cuando está cansada y le duele todo el cuerpo, admite que a menudo se sorprende en ese diálogo interno negativo: "no soy lo suficientemente buena, no tengo talento, no estoy entrenando lo suficiente". Pero, porque es consciente de su diálogo interno, en ese momento reacciona y toma la decisión consciente de transformarlo.
"Considero a mi mente como un músculo en entrenamiento".
Shalane Flanagan
"No me sale naturalmente, pero ahí es cuando elijo ser optimista", afirma. "Me digo a mí misma: Shalane, este es el momento en que debes trabajar duro y no aflojar ante el dolor del entrenamiento. Lo que distingue a los mejores, incluso entre los atletas de elite, es su actitud y la forma en que enfrentan la adversidad. Considero a mi mente como un músculo en entrenamiento".
Cambiar el diálogo interno no es algo que se pueda lograr de un día para el otro. Es un trabajo en proceso que se vuelve un poco más rápido y natural con la práctica. Pronto, dominarás el poder de tu animador interno y verás cómo eso te ayudará a lograr cualquier desafío que te propongas.
Te desafiamos a mejorar tu diálogo interno para que te impulse a lograr más. Considera este microcambio de agregar un mantra positivo a tu próximo entrenamiento.
Conviértelo en un hábito: a menudo, la parte más difícil de un entrenamiento es no perdérselo. Así que, antes de comenzar tu entrenamiento de NTC, trata de repetirte internamente un mantra positivo como “ya hice la parte más difícil”. Luego, felicítate por haberte motivado y por creer en ti mismo. Cuando las cosas se compliquen durante el entrenamiento, vuelve a ese mantra: "ya hice la parte más difícil". Esto puede ayudarte a aumentar la seguridad en ti mismo, potenciarte y ayudarte a terminar a lo grande.