Entre Seúl y Nueva York, esta creativa está trazando su propio camino

En algún momento, Suea Cho soñaba con convertirse en chef. Hasta que, cuando estaba en la secundaria, de hecho trabajó en un restaurante.

"Siempre, siempre amé cocinar", dice. "Pero ese trabajo fue horrible y entonces sentí: bueno, no quiero hacer eso".

En cambio, la coreana Suea se volcó hacia otro amor: el mundo de la moda y el estilo. Los dos le iban como anillo al dedo a esta nativa de Seúl que vivió su infancia en Alemania, Montana, Nueva Jersey y California y lució con orgullo sus "atuendos del primer día de clases" al descubrir prendas que nadie más tenía.

"Supe que quería trabajar en la moda desde niña", recuerda. "Tendría unos 7 u 8 años y combinaba conjuntos para mis vecinos".

Luego de la universidad en la costa oeste, Suea se dirigió al este. Para ella, estar en el epicentro del estilo significaba ir a Nueva York. Vivió sus inicios en Opening Ceremony, la influyente e icónica tienda minorista del centro. Estuvo allí cuatro años y llegó a convertirse en directora asociada de imagen de marca, supervisando el contenido creativo y los proyectos especiales. "Recuerdo haberme sentido tan entusiasmada cuando obtuve ese trabajo. Me sentía más feliz que cuando entré a la universidad".

Aun así, su pasión por cocinar nunca la abandonó del todo. Luego de trabajar exitosamente en los círculos de élite de la moda, iniciar su propio club de comidas ligeras no parecía tan abrumador. De hecho, Suea dijo que estaba lista para probar algo nuevo. Las noches recorriendo la escena de restaurantes sin par de la ciudad inspiraron su regreso a la cocina. Así se inicia Suea's Dinner Service, la experiencia experimental y emergente para cenar que inició el verano pasado y que conecta amigos y familia en torno a su amor por la cocina.

El estilo de Suea fusiona inspiraciones de diferentes ciudades y caminos de la vida, que ya recorrió a pesar de tener tan solo 26 años de edad. Te presentamos las charlas creativas sobre su relación en constante evolución con la moda y la comida y cómo contrarió los compendios de ambos sectores para poder labrar su propio camino.

Desde hace poco me he vuelto mucho más específica sobre lo que uso. Creo que es el resultado de estar en un lugar competitivo como Nueva York, donde, aunque suene un poco a cliché, odio realmente usar lo mismo que alguien más.

En el último año, mi estilo pasó de ser bien femenino a increíblemente deportivo. Con el paso del tiempo me alejé del concepto de arreglarme e intentar verme increíble todos los días. Priorizo la comodidad por sobre todas las cosas y me gusta estar en movimiento, pero, obviamente, igual quiero verme linda. Si uso shorts de básquetbol, los combino con una linda playera o algo así.

También describiría mi estilo como en evolución. Aunque el núcleo de mi identidad es el mismo, mi estilo ha cambiado mucho y seguirá haciéndolo.

Había querido hacer algo desde más chica, pero me sentía intimidada por el concepto [de abrir un restaurante]. Mi actividad social favorita es salir a cenar con mis amigos. Sin embargo, el año pasado, dejé de salir en la noche porque me cansó ese estilo de vida. Entonces decidí lanzar Suea's Dinner Service como una forma de pasar el rato. No es como ir a un club y menos aún como salir a un bar.

Quiero concentrarme en la experiencia en general, convirtiendo la cena en algo experimental e interactivo. La comida es solo una parte del todo, pero ansiamos la experiencia de conexión en su totalidad. Para mi primer cena, creé velas de mantequilla de ajo que podían usarse como dips a medida que se derretían y a mis amigos les fascinó. Ese entusiasmo me dejó pensando: "¿Qué puedo hacer la próxima vez?".

A mí me encanta el vínculo afectivo con mis amigos al cocinarles. Y amo cuando me dicen que les gusta lo que hago.

En este momento, está basada nuevamente en Nueva York, en la terraza de mi departamento de Chinatown. Irónicamente, por el coronavirus, el hecho de que sea tan privado y pequeño me favorece.

De hecho, es gracioso ahora al mirar hacia atrás, porque la razón por la que comencé a cocinar en la secundaria es porque mi mamá nunca hacía comida norteamericana: toda una mamá coreana. Y creo que desde que empecé con Suea's Dining Service, se me ha despertado el interés por aprender [cocina] coreana. Sé hacer lo básico. Cocinar para los coreanos es algo tan común. Este verano estuve continuamente molestando a mis tías y les decía: "¿Puedes enseñarme?". He aprendido a apreciar mucho más mi cultura.