No temas ser fuerte
Entrenamiento y nutrición
Por Joe Holder
Conoce los diferentes tipos de fuerza y cómo puedes incorporarlos en tus entrenamientos.
Algunos de mis clientes comparten una idea equivocada bastante común, según la cual, si uno levanta pesas, automáticamente adquiere masa muscular y termina viéndose como un físicoculturista profesional. Sin embargo, para la mayoría de las personas, ganar fuerza tiene que ver menos con aumentar el volumen corporal y más con la seguridad estructural, ya que le permite al cuerpo ser lo suficientemente fuerte como para hacer el trabajo que se le exige.
De hecho, hay diferentes tipos de fuerza y mis entretenimientos los incorporan todos.
- Fuerza máxima: mantengo la fuerza centrada en pedir a los clientes que empujen o levanten la mayor cantidad de peso que puedan, trabajando según su capacidad, y que, luego, aumenten a un ritmo constante esa capacidad máxima.
- Fuerza funcional: en otros casos, el enfoque en la fuerza tiene que ver solo con tener una competencia de peso corporal en general, es decir, poder mover su propio cuerpo mediante una rutina sin tener que agregar peso adicional.
- Resistencia de fuerza: esto es cuando uno aplica su fuerza durante un período extenso de tiempo sin sentir demasiado cansancio. Por ejemplo, 15 repeticiones o más, o cuando uno tiene que seguir adelante, como al escalar una colina pronunciada.
La fuerza es muy importante porque nos ayuda a movernos de manera funcional, como al cargar los alimentos, levantar a un niño o poner la maleta en el compartimiento superior. En lugar de temer aumentar el volumen, confía en que los ejercicios de fuerza solo te ayudarán a moverte de manera más eficiente como parte de un programa de calidad.