Cómo crear biomateriales e impulsar el futuro desde tu cocina

"Cometí muchos errores", dice Rikke sobre sus recetas de biomateriales. "Pero me dieron ganas de hacer una segunda versión. Y ahora estoy trabajando en una tercera versión. Es una curva de aprendizaje".

Jugar con las cantidades de los ingredientes y los niveles de temperatura generó nuevas ideas y resultados (algunos se muestran arriba), que Rikke presentó a su equipo, "como un pequeño museo o un vistazo al futuro", dice.

La mezcla de curiosidad y tenacidad de Rikke, que no se rinde ni siquiera cuando las cosas no salen como esperaba, es la clave del progreso de su proyecto. "Creo que no tuve miedo", dice. "Solo quería aprender y quería probarlo yo misma".

"Tienes que crear tus propios colorantes y hacer muchas pruebas", dice Rikke, refiriéndose a su restricción autoimpuesta de usar solo lo que tenía.

Sus experimentos le ayudaron a identificar algunos productos de uso doméstico. Por ejemplo, las algas "tienen muchos beneficios: pueden tomar el carbono del aire y absorberlo, y son biodegradables", afirma. "No solo se pueden comer, sino que también permiten crear materiales, y además sirven como aglutinante".

En cuanto a la estética, las flores de colores intensos se pueden hervir con sal para extraer los colorantes naturales. "Para mí, los colores son algo muy atractivo. No puedo vivir en un mundo sin color", dice Rikke, que ya contempla un futuro experimento reutilizando sus propias creaciones. "Sería genial que también se pudiera utilizar biomaterial para hacer colorantes".

"De niña siempre quise tener mi propio almacén de ideas", dice Rikke sobre su curiosidad y creatividad de toda la vida. Aún le inspira ir más allá de lo posible y jamás se da por satisfecha. "Se trata de [decir]: 'Bueno, esto salió bien. ¿Cómo podemos llevarlo más lejos?'".

• Báscula de cocina
• Taza medidora
• Olla
• Cuchara para agitar
• Termómetro
• Cualquier recipiente apto para verter y contener un líquido caliente, como moldes o placas de Petri

• 80 mililitros de agua
• 3 gramos de agar
• 12 gramos de glicerina o glicerol
• Colorante alimenticio o colorantes naturales caseros (opcional)

1. Mezcla el agua, el agar y el glicerol en una olla. Remueve hasta que el agar y el glicerol se hayan disuelto.
   
2. Coloca la olla en el fuego y remueve hasta que la mezcla se caliente justo antes de empezar a hervir (unos 93 ºC). Cuando la mezcla empiece a burbujear, retírala del fuego y sigue removiendo. Quita la espuma de la superficie con una cuchara. (Si queda espuma en la superficie, aparecerán burbujas de aire en el bioplástico).
   
3. Vierte el líquido en los moldes u otros recipientes. Si quieres, puedes agregar el colorante u otros elementos decorativos como el corcho o las flores.
   
4. Déjalo reposar de 30 a 60 minutos para que se solidifique y luego desmolda. (Nota: El material puede seguir cambiando durante 1 o 2 días, y puede endurecerse o cambiar de forma).
   
5. Inspecciona tu creación. A continuación, analiza las formas de perfeccionar tu proceso para la próxima vez: modifica las proporciones, vierte una muestra más fina o espesa, o mezcla nuevos elementos para decorar.
   

CONSEJO: Puedes incorporar residuos de alimentos como granos de café, cáscaras de naranja, cebolla o papa, hojuelas de chile, hojas de té, cáscaras de huevo, etc. para aportar más color y textura. Para crear colorantes naturales, prueba con ingredientes coloridos como la cúrcuma, el jugo de remolacha, la espirulina en polvo o el carbón activo.

DATO: El uso de bioplástico es anterior al uso de plástico elaborado con petróleo. En el siglo XV a. C., los egipcios utilizaban adhesivos hechos de colágeno, caseína o albúmina en la construcción de muebles.