Mano a mano: Napheesa Collier x Sylvia Fowles
Atletas*
Dentro y fuera de la cancha, dos estrellas del básquetbol crean una conexión entre generaciones.
Mano a mano es una serie de conversaciones sin guiones entre atletas de élite Nike.
Lo más sorprendente de Sylvia Fowles y Napheesa Collier no es el hecho de que dos jugadoras de dos generaciones distintas acabaran en el mismo equipo de la WNBA, el Minnesota Lynx. Fowles, siete veces WNBA All-Star, MVP en 2017 y medallista olímpica de oro, y Collier, WNBA Rookie of the Year en 2019, dos veces All-Star y, ahora, medallista olímpica de oro, han liderado con éxito la franquicia juntas en su búsqueda de un equilibrio único que muestra tanto la gran experiencia de Fowles como el conocimiento precursor sobre el básquetbol de Collier. Además, sus victorias en la cancha son posibles gracias a su gran conexión, la cual comenzó cuando Fowles se convirtió en instructora de Collier durante el campamento de entrenamiento del año de novata de la joven. Eso es lo sorprendente de Fowles y Collier: que son buenas amigas de verdad, como lo demuestra el tono bromista que marca esta conversación.
Recientemente, tuvieron la oportunidad de mostrar su conexión dentro y fuera de la cancha en un escenario mucho más grande, como miembros del equipo de Estados Unidos en los juegos de verano. Aquí, justo antes del comienzo de los juegos de verano y de algunos logros realmente asombrosos para ambas jugadoras, hablaron sobre el estado del básquetbol femenino en su totalidad y lo que significa para ellas representar a su país juntas.
¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de haber practicado o jugado juntas, supongo que después de que Napheesa fuera reclutada por los Lynx en 2019?
NC: Sinceramente, no recuerdo el primer entrenamiento porque fue algo muy confuso. Parecía que todo estaba sucediendo a 100 kilómetros por hora, empezando por la Final Four, pasando por el proceso de selección, hasta llegar a Minnesota... y dos semanas después tenía un partido.
Pero recuerdo cómo me sentí cuando conocí a Syl y al equipo, y lo hospitalarias que fueron. Me hizo sentir como en casa desde el primer momento, y no tengo palabras para describir cuánto se lo agradecí. Porque da miedo, te reclutan, entras a un equipo nuevo y juegas junto a una leyenda como Sylvia Fowles. Es bastante intimidante, y el hecho de que me tendiera una mano me dejaba claro desde el principio que si necesitaba algo o si tenía alguna duda, podía acudir a ella. Fue increíble. ¡Gracias, mamá Syl!
SF: Napheesa pensó que lo estaba haciendo tan mal en el campamento que la iban a echar. No lo podía creer.
NC: Pensé que no me iban a dejar jugar.
SF: [Napheesa decía]: "Nunca entraré en el equipo". Y yo le decía: "¿De qué hablas?" Y cosas como: "Lo haces bien". [Y Napheesa]: "Pero no hago lo suficiente". Por eso sabías que iba a ser una magnífica jugadora, porque lo hacía genial en el campamento y aun así no tenía la suficiente confianza como para pensar que iba a entrar en el equipo. Es increíble.
NC: Fue un campamento de entrenamiento muy duro.
Seguramente en algún punto tuviste ese momento de "bienvenida a la liga". ¿Recuerdas la primera vez que le pediste consejo o ayuda a Sylvia?
NC: Durante lo que fue tal vez nuestra primera semana de práctica, la entrenadora Reeve analizaba las jugadas y, sin exagerar, agregó como 15 en un solo día. Yo no sabía cómo iba a aprenderme las 15 jugadas de buenas a primeras, y pensé en Syl, Sylvia Fowles. Iba a juntar al equipo antes del entrenamiento y a repasar las jugadas para que tuviéramos más confianza. También fue muy útil porque, aunque teníamos una guía, yo soy más de hacer las cosas para aprender, en lugar de mirar las guías. Así que fue muy bueno cuando le pregunté si me podía ayudar y me dijo que sí.
SF: Cheryl tiene un alto nivel de exigencia y te hace sentir incómoda, lo que es bueno, porque luego en los partidos es mucho más fácil. Así que cuando las defensas pasan a mi lado siempre pienso que Napheesa me cubre las espaldas.
NC: No, diría que eso pasa al revés. Cuando una defensa del equipo contrario me supera siempre pienso: "¿Sylvia, puedes bloquearla por mí rápidamente? Estoy detrás de ella, no voy a atraparla".
SF: Yo te cubro.
Están en etapas muy diferentes de sus carreras, ¿actualmente en qué se centra cada una la mayoría del tiempo? ¿Qué intentan mejorar?
NC: En mi caso, los tiros en la línea de tres puntos. Intento mejorar.
SF: Na-triple-sa. [Risas] Para mí, es una combinación de diferentes cosas. No me siento como si tuviera algo que demostrar a estas alturas. Creo que mi mayor reto es seguir teniendo salud y siendo fiel a mí misma, sin perder de vista quién soy y lo que puedo ofrecer.
"Lo que respeto de las generaciones más jóvenes es que saben cómo promocionarse, pero también saben decir lo que piensan. No dejan que nadie les diga que no son lo suficientemente buenos".
Sylvia Fowles
Sylvia, es indiscutible que tienes mucha resistencia porque sigues dominando la cancha en tu temporada número 14 de la WNBA. ¿Qué crees que te ha ayudado a mantenerte en el juego y a seguir siendo tan eficiente?
NC: Le pregunté lo mismo hace unos tres días.
SF: Tardé dos años en subir cuatro kilos y medio, me cuesta mucho subir de peso.
NC: Es muy difícil [risas].
SF: Pero el año pasado, cuando me lesioné, lo tomé como una llamada de atención de que lo tenía todo en mi contra. Mis piernas ya soportan mucho peso, y agregar esos cuatro kilos y medio no era bueno para mis articulaciones. Por ello, desde el año pasado, cambié la forma de hacer ciertas cosas. El pilates me ha ayudado mucho. Además, mi dieta no es muy saludable, pero controlo lo que como.
NC: Sí, tienes unos genes increíbles. "Puedo comer lo que quiera, la genética está de mi lado".
SF: ¿Ves con lo que tengo que lidiar? El ciclismo también ha ayudado, para mí cualquier cosa que me ayude a quitarle peso a las articulaciones es una maravilla.
NC: Yo quiero un poco de ayuda y la respuesta que me da es que la genética está de su parte. [Risas]
SF: Me preguntó qué había hecho para mantener mi cuerpo en forma hasta ahora, y le dije que no empecé a tener molestias ni dolores hasta este año. Este es el primer año en el que me siento como...
NC: Sí, y cuántos años son, ¿14? Eso no me ayuda nada, Sylvia.
SF: Lo siento, pero en 14 años no he sentido dolor de verdad. Lo siento, ¡no puedo evitarlo!
Especialmente en lo relativo a cuando termina el partido, y a ser una gran jugadora, ¿qué crees que esto ha cambiado, Sylvia, desde que empezaste hasta ahora que Napheesa empezó en la liga?
SF: Cuando llegué a la liga, había muchas chicas que jugaban juntas, a excepción de Tina Thompson o Lauren Jackson, que podían ir más allá de la línea de tres puntos. Así que era muchísimo más fácil intentar cubrir a aquellas chicas. Hoy en día, todas quieren estar en la línea de tres puntos, por lo que tienes que trabajar en la defensa y en desplazarte porque no estás tan cerca de la canasta. Ese ha sido el mayor reto: la falta de compañeras que juegan de verdad en la defensa.
NC: La liga avanza hacia un básquetbol sin posiciones. Hay jugadoras de 2 metros que encestan dos triples en un partido, y eso no se veía realmente cuando Syl empezó en la liga. No lo sabías, pero Sylvia clava los triples. No sé cuándo los perfeccionaste, solo sé que no te salían cuando te uniste a la liga.
SF: Sé que no me salían. Cheryl me dio luz verde para lanzar, pero me niego a hacerlo. Me limito a lo que me toca, si debajo de la canasta me va bien, me quedo ahí.
NC: Sylvia no lo sabe, pero hablamos de esto y estamos trabajando en ello. Estamos intentando que lance una vez este año.
SF: Mi porcentaje de acierto de triples es del 100% y quiero que siga así. Metí uno en Chicago. En 14 años, uno tras otro. No me estropees mis estadísticas. [Risas]
¿Qué crees que aportará la siguiente generación de jugadoras de básquetbol? ¿Qué les sorprende más de su estilo de juego?
NC: Ni siquiera han pasado 10 años desde que salí de la escuela, pero cuando estaba allí, no veías a la gente hacer los movimientos que hacen ahora. Arike [Ogunbowale] es ese tipo de jugadora. Hacía unos movimientos que siempre me impresionaban y pensaba que era genial. Pero hoy en día todo el mundo lo hace en la escuela. Tienen mucho talento y puedes ver cómo perfeccionan su estilo, y no se trata solo del estado atlético.
SF: Creo que ahora tenemos una idea de lo que puede ser la WNBA dentro de un par de años, como dice Phee, con el nivel de talento desde la escuela, pero también con la rapidez. Saltan más alto y se mueven más rápido.
NC: ¡Clavadas! Ahora todo el mundo hace clavadas.
SF: ¡Sí! Solo yo y Candace [Parker] podíamos hacer clavadas en la escuela. En los próximos cinco años de la WNBA vamos a tener seguramente a un montón de chicas haciéndolas. Es increíble. Napheesa me pide que haga una clavada en cada partido. Lo primero es que me cuesta muchísimo hacerlo, tengo a tres personas colgándose de mí y a veces no tengo ni la energía para saltar.
NC: Entonces hazlo en el primer tiro, cuando estás fresca.
SF: Qué egoísta eres. ¿Ves con lo que tengo que lidiar? No piensa en nadie más que ella misma [risas]. Pero sin duda hay muchas jóvenes con más talento y atletismo que van a arrasar en los próximos cinco años. No creo que baste con 144 [puestos de la WNBA] para todo el talento que se avecina. Tengo muchas ganas de sentarme a mirar, porque no me pienso colgar a hacer clavadas.
¿A dónde esperan que llegue la WNBA en 10 años?
SF: Espero que tengamos al menos 10 equipos más en 10 años. Necesitamos más equipos.Hay mucho talento allá afuera, y quiero que todo el mundo se luzca.
Esta es una pregunta a grandes rasgos, pero ¿qué se aprende del equilibrio entre el juego internacional y el de la WNBA? ¿Cómo lo mantienen?
NC: Creo que la gente no entiende el tiempo que se necesita. Empezamos en el campamento de entrenamiento de la WNBA en abril, y no paramos hasta, por lo menos, septiembre para la temporada normal. Si juegas en los playoffs, sigues hasta octubre. Te dan 10 días de vacaciones, como mucho, y solo si eres buena jugadora. Te dan los 10 días antes de que tengas que unirte al equipo [en el extranjero], y luego la temporada dura hasta el siguiente abril, y es posible que llegues tarde al campamento de entrenamiento de la WNBA si tu equipo internacional sigue jugando. Tienes menos de 3 semanas de descanso en 365 días. Es una locura. Creo que la gente no se da cuenta de todo el desgaste que sufre el cuerpo año tras año.
SF: Sí, incluso el aspecto mental también. Estuve en piloto automático durante 10 u 11 años jugando sin parar, y cuando tuve el primer descanso en casa (creo que no tenía que volver hasta después de Navidad), en ese momento, supe que no quería volver a jugar en el extranjero. Me dije "No, ya no". Creo que no se comprende el sacrificio que tienes que hacer.
Ambas se han manifestado sobre la justicia social y la importancia de luchar contra la desigualdad a través de la WNBA y fuera de la misma. ¿Cómo quieren que ese trabajo se traslade a su participación en el básquetbol de EE. UU.?
SF: Sin duda, tu rendimiento tiene que hablar por sí mismo. Creo que cuando estás ganando y recibes la atención que necesitas, esos son los mejores momentos para hablar de las cosas que suceden en nuestra comunidad, nuestra sociedad y nuestra ciudad.
NC: A todo el mundo le gusta oírte cuando ganas, así que eso es sin duda algo importante. Jugamos por nuestro país, así que creo que sería muy poderoso hablar del amor que sentimos por nuestro país, pero que no es perfecto y que hay cosas que queremos que cambien. Creo que sería una buena oportunidad para hablar de esas cosas.
Napheesa, has hablado de algunos temas de justicia social en tu podcast con A’ja Wilson, "Tea with A & Phee", ¿verdad? Y Sylvia, ¿has participado en algunos foros sobre justicia social y lucha por la igualdad? ¿Qué esperan que se lleven los oyentes de estas conversaciones?
NC: Nuestro objetivo era mostrar a la gente un poco de nuestras vidas, porque nos dimos cuenta de que, lo que para nosotras es un día más en la oficina o algo así, puede ser sorprendente para otras personas. Por ello, conversamos sobre cómo vemos la liga ahora y las diferencias entre las recién llegadas y lo que veíamos mientras crecíamos. Por supuesto, se llama "The Tea", así que siempre intento meter algunos chismes.
SF: Lo que respeto de las generaciones más jóvenes es que saben cómo promocionarse, pero también saben decir lo que piensan. No dejan que nadie les diga que no son lo suficientemente buenos. Potencian sus voces y dicen: "Mira, tenemos talento. Sabemos que tenemos talento, así que vamos a hacer que nos presten atención".
NC: Ya no se trata solo de "callarse y regatear". Creo que las redes sociales han ayudado mucho a ello: las personas pueden hablar sobre lo que creen. Ya vieron la diferencia que marcó el año pasado en la burbuja, especialmente cuando nos unimos como grupo, las cosas que pudimos lograr fueron simplemente increíbles.
¿Cómo se puede empezar a reunir la diversidad de edades y niveles de experiencia de las jugadoras en un All-Star del básquetbol de EE. UU. en un periodo de tiempo relativamente corto?
SF: Hay pruebas para conocerse, pero la concentración es muy importante una vez que llegas a la selección de Estados Unidos, porque quieres ser parte de un equipo ganador. Todo el mundo se concentra en cómo podemos ganar. Hay cierta presión, ya que es el momento en el que tienes que dar tus mejores resultados. Cuando nos reunimos, tenemos esa mentalidad de que no se trata de algo personal, sino del equipo y de cómo podemos conseguir esa medalla de oro.
NC: En la liga hay jugadoras estrella en todos los equipos, de las que sabes que van a hacer la mayoría de los tiros y que harán X, Y y Z. Cuando llegas al equipo de básquetbol de EE.UU., en realidad no se trata de quién es la mejor jugadora, o de si crees que has hecho un buen tiro. Se trata de pensar en lo que es mejor para el equipo. "¿Esto nos ayudará a ganar como equipo?". Estados Unidos hace un buen trabajo comunicándonos eso, y las jugadoras hacen un buen trabajo al reconocerlo y saber que no se trata de "mí", que estamos aquí para ganar una medalla de oro para nosotras, para Estados Unidos y para nuestro equipo.
¿Qué significaría para ti una medalla de oro, u otra medalla de oro, en este momento de tu carrera?
SF: Todo. Es curioso, porque ahora que lo pienso, nunca me imaginé formando parte de la selección de básquetbol de Estados Unidos. Solo sabía que tenía que trabajar duro, y si lo hacía, las cosas saldrían bien. Ahora me concentro más en los objetivos. Ponerme en esa situación y entender que esto no es un chiste y que voy a tener que trabajar para conseguirlo es el reto para mí. Creo que conseguir esta medalla de oro significaría tanto como la primera.
NC: Como dijo Syl, todo. He visto los juegos de verano desde que tengo uso de razón. Estar en el equipo es una bendición y un honor. Me emociona mucho. Así que para nosotras salir y ganar el oro, sería un sueño hecho realidad. Sería increíble, un objetivo tan grande como el que me he propuesto. Una medalla de oro sería increíble.
SF: El detalle final.
NC: El detalle final.
Ilustración: Alexis Eke