Las bailarinas se conectan en cuerpo y alma

Cultura

Para estas compañeras de cuarto que viven en Londres, el baile es expresión. Ahora, según comentan, el mundo se está conectando a través del movimiento.

Última actualización: 1 de diciembre de 2021
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Todos unidos: estamos distanciados, pero no desconectados. Hablamos con nuestro
reparto de Lookbook de Holiday 2020 sobre lo que significa estar juntos en este momento.

El baile definitivamente une a Fatou, Mette y Elise. El movimiento compartido es una forma en la que se expresan como colectivo y combinan sus energías.

"En el baile, hay algo que se despierta en ti", afirma Elise Pinel, de 23 años. "Está implícito; no tienes que describirlo. Pienso que por eso el baile conecta a tanta gente. Es un sentimiento; una comunicación sin hablar".

Es un sentimiento que las tres mujeres experimentaron a temprana edad, cuando empezaron a bailar. Con el tiempo, Elise, del norte de Inglaterra, y Mette Linturi (25 años) y Fatou Bah (24 años), de Finlandia y Suecia, respectivamente, se mudaron a Londres para convertirse en bailarinas profesionales. Desde entonces, han colaborado con importantes marcas y artistas, han aparecido en campañas, videos musicales, presentaciones en vivo y giras de conciertos. Después de verse en audiciones, se convirtieron en amigas y, luego, en compañeras de habitación.

"A través de un deseo genuino de que a las otras les fuera bien, nos hicimos amigas", cuenta Elise. "En particular durante la cuarentena, nos dimos cuenta de que nos llevábamos muy bien como personas, no solo como artistas".

Los estudios y los lugares de ensayo pueden estar cerrados durante el confinamiento, pero estas mujeres han encontrado la forma de ser creativas junto con las muchas otras personas que están usando los medios sociales para compartir y crear rutinas de baile, sean profesionales o no.

Lo más importante quizás es la forma en que el baile ha profundizado sus propias relaciones con sus cuerpos, en especial como mujeres. Aquí explican el empoderamiento a través del baile y cómo se intensifica cuando se comparte con un grupo.

"En el baile, eres el creador. Eres el lienzo en blanco. Yo creo lo que quiero y eso puede ser muy empoderador".

Mette

El baile puede ser una forma tan poderosa y personal de expresarte. ¿Recuerdas tus primeros pasos en el baile, la emoción y lo que te impulsó a bailar profesionalmente?

Fatou:
Comencé a bailar porque me resultaba difícil vocalizar lo que pensaba o quería decir. Para mí siempre ha sido más fácil expresarme así cuando escucho una canción y música con las que me puedo conectar.

Mette: Ha sido todo un viaje encontrar lo que me gusta y lo mejor para mí. Nunca pensé que se convertiría en esto, que me llevaría a viajar al extranjero, a tener un poco de perspectiva, a comprender mi feminidad, quién soy como mujer y cómo quiero llevar adelante mi vida.

Elise: Mi mamá siempre contaba que, cuando estaba harta de mí, me sentaba en medio del piso y me ponía a ver videos musicales y yo trataba de imitarlos. Sé que a Fatou le pasó lo mismo, por eso sonríe. Culturalmente, mi familia es del Caribe, y allí el baile es casi un idioma de amor. Les encanta poner música y bailar. Creo que mi primer recuerdo de baile es rodeada de mi familia, y seguí bailando hasta que llegó el punto en el que pensé: "¡Vaya! Esta podría ser mi carrera".

"Hacemos trabajo individual, pero el poder radica en hacerlo juntas".

Mette

¿Nos puedes hablar un poco del baile individual frente al baile como colectivo o en grupo?

Mette:
Hacemos trabajo individual, pero el poder radica en hacerlo juntas. Solas es muy aburrido, vacío. ¿Cómo discutes? ¿Cómo avanzas? ¿Cómo te inspiras? Es una bendición tenerlas a ellas, pues constantemente abren mi mundo a nuevas posibilidades y me dan opiniones nuevas.

Elise: Siento que todas comprendemos lo demandante que es y lo que puede sacar de cada una. Puede ser muy individual, pero definitivamente siento que todas pasamos por eso en algún nivel porque el cuerpo es el trabajo. Tú eres el trabajo. Siempre aportas tu parte interna y externa a la situación.

Fatou: También nos alimentamos de energía, así que ha sido tan diferente tomar clases o entrenar solas, con una sola persona, en lugar de hacerlo con más gente y sentir que todos están emocionados de entrenar y bailar.

En los últimos meses, ¿cómo ha sido el impacto de no tener la conexión física a través del movimiento y el baile que tenían normalmente?

Mette:
He tenido tanta suerte de tener a mis compañeras de cuarto aquí. Yo sí he bailado con gente, así que no puedo hablar desde la posición más extrema, pero soy consciente de la lucha de la gente. No se pueden expresar. Eso le ha pasado a algunas personas: entrenaban, iban a clases; esa era su vida. Y de pronto, nada. Eso debe debilitar el alma. Bailar solo divierte por un rato nada más.

Elise: No puedes sentir las vibras del profesor o de la persona que te está enseñando los pasos. No puedes sentir la energía. Algunas veces, los profesores no te pueden hacer pequeñas correcciones porque no pueden verte. Es más unilateral. Me gusta estar en un gran salón con gente, me gusta mirar alrededor y sentirme inspirada. Es increíble poder bailar con mis dos compañeras, pero definitivamente extraño bailar en un grupo de 30 o 40 personas y vernos hacer las cosas y entrenar. Sudamos, y muchos no lo hacemos bien porque es difícil, pero entrenamos, entrenamos de verdad. Extraño eso.

Cómo se crean conexiones con la danza

De izquierda a derecha: Elise, Mette, Fatou

Pero, al mismo tiempo, se siente como que vemos crearse una comunidad de baile en línea, en especial en este momento. ¿Qué les parece la unión de las personas como forma de expresión y liberación ahora mismo, sean profesionales o no?

Fatou:
Pienso que todo se ve muy afectado por las imágenes de los medios sociales (TikTok, Instagram). Básicamente, así te puedes promocionar como bailarina y conseguir trabajo y fama; puedes ser tu propio producto.

Mette: Cuando empezó el confinamiento, no había otra forma de seguir adelante para las empresas, marcas y para todos. La situación cambió. No había acceso a estudios ni a nada. Todo se hace a través de celulares y videos, y la gente se ha vuelto muy creativa en ese sentido.

Elise: Con las redes sociales, participan más personas que no son bailarinas. Está involucrado un espectro más amplio de personas y eso nos da más oportunidades también. Llega más trabajo. Pero creo que definitivamente estamos viendo bailar a más personas que no son bailarinas, que se quieren unir. Algunos amigos de mi ciudad me dicen: "Enséñame este baile, quiero hacerlo", porque sienten que es una forma de expresión.

"Algunos amigos de mi ciudad que no son bailarines me dicen: 'Enséñame este baile, quiero hacerlo', porque sienten que es una forma de expresión".

Elise

Sin embargo, parece que el baile no solo expresa externamente, sino también en un nivel personal profundo. ¿Cómo dirían que las empodera el baile como mujeres y fortalece su relación con sus propios cuerpos?

Mette:
Por una parte, pienso que ser mujer es increíble. Comprender lo que es el poder femenino y verlo en otras, y comprender que lo puedes tener y crear, me parece que es un recorrido emocionante que he realizado.

Elise: ¡Es estupendo!

Mette: Y en el baile, es tu cuerpo y tu movimiento. Eres el creador. Eres el lienzo en blanco. Yo creo lo que quiero y eso puede ser muy empoderador. Puedo crear una rutina o un estilo y abordarlo con un aspecto femenino. A mí, por lo menos, me hace sentir muy capaz. Me hace sentir que tengo algo muy personal. Para mí, es algo que no me pueden arrebatar. Me hace sentir bien.

Fatou: En definitiva, me ayudó a encontrar la sensualidad y feminidad en mí, porque solía ser un marimacho y sentirme muy expuesta, así que me quería esconder, en especial en el baile. Recuerdo que me decían: "Esta va a ser una pieza lenta y sexy", y empezaba a ponerme tensa. Pero con el tiempo, te sientes segura y comprendes lo poderoso que es y lo mucho que forma parte de ti.

Algunas veces, eres demasiado esto o lo otro, pero con el baile, si quiero ser muy sexy, puedo serlo. Nadie puede decirme que está bien o mal. Si quiero hacer con mi cuerpo una forma que me parece muy femenina, vas a verla como quieras verla, pero yo me voy a sentir bien desde mi esencia.

Elise: Desde mi esencia.

Mette: Desde mi esencia.

Publicado originalmente: 4 de diciembre de 2021