8 ideas para guardar el calzado

En lo que respecta a ideas para guardar el calzado, una de las opciones más sencillas es usar el suelo del armario. Si tienes suficiente espacio, simplemente puedes alinear el calzado. Cuando lo colocas en filas ordenadas, puedes ver todas las opciones cada día. Además, no importa qué tipo de calzado sea o cómo organizas tu colección.

Aunque esta opción de almacenamiento sin grandes lujos cumple con su propósito, es posible que no tengas espacio para todo el calzado, especialmente en los armarios pequeños. Si lo alineas de esta manera, podría ocupar todo el espacio del suelo en el armario. Sin embargo, arrojar y amontonar el calzado solo te provocará frustración y con seguridad lo estropearás.

Si el espacio del suelo es limitado, probablemente te convenga combinar soluciones para guardar el calzado. Puedes mantener el calzado que uses más en el suelo del armario y usar una opción de almacenamiento diferente para los pares que solo saques en ocasiones especiales.

En esta categoría se incluyen las cajas en las que viene el calzado y los contenedores especiales que puedes comprar por separado. La ventaja de comprar tus propias cajas es que todas serán del mismo tamaño. Las cajas originales en las que viene el calzado pueden variar de tamaño, lo que dificulta apilarlas. Al seleccionar tus propias cajas de calzado, puedes elegir el plástico transparente para que no tengas que adivinar cuál par contiene cada caja.

Las cajas de calzado son geniales, ya que puedes apilarlas muy alto sin correr el riesgo de que se caigan. Esta opción de almacenamiento es ideal para el calzado deportivo, plano, de running y las sandalias, es decir, todo el calzado que quepa en una caja de tamaño estándar.

Otra buena idea para guardar el calzado en espacios pequeños es colgarlo dentro del armario o en la parte posterior de la puerta de tu habitación. Los percheros de calzado para colocar sobre la puerta se fabrican en tela, malla y metal. Puedes encontrar organizadores con bolsillos para cada calzado individual o los que se asimilan más a percheros, en los que deslizas el calzado o lo cuelgas de una pieza que se inserta.

Con tantas opciones, esta manera de ahorrar espacio no solo pone al calzado en primer plano, sino que también evita que se mezclen unos pares con otros. Según el tipo de almacenamiento sobre la puerta que elijas, podrías limitar los tipos de calzado que pongas en él. En los organizadores con bolsillos, probablemente se adapte mejor el calzado con tacones bajos o sin tacón. En los que se parecen más a un perchero, quizás también puedas guardar el calzado plano o con tacón medio.

Los estantes y cubículos para calzado lucen diferentes, pero sirven para organizar tu colección casi de la misma manera:

• Almacenan el calzado por encima del suelo
• Permiten guardar fácilmente los pares juntos
• Funcionan como parte del diseño del armario

Si tienes un sistema de organizador modular para el armario, puedes guardar el calzado en un lugar especializado. En la medida de lo posible, reserva algunos estantes para las botas de senderismo y otros tipos de calzado alto, y usa los cubículos para el calzado deportivo, plano, con tacón bajo y las flip flops.

Los percheros para calzado estilo árbol son un tipo de organizador de primera categoría y una buena adición a una esquina de la habitación. Puedes colgar el calzado y girarlo para acceder fácilmente a él. Si acostumbras cambiar de calzado durante el día, por ejemplo, si cambias del calzado de running al del trabajo y al que usas en la casa, este tipo de perchero te permite tenerlo todo al alcance de la mano.

También existen los percheros moldeadores, ensanchadores u hormas de calzado, que son más bien un dispositivo que se inserta en el calzado que un método para guardarlo. Se asemejan a un par de calzado con una bisagra en el medio. Este dispositivo está hecho con madera o plástico y, además de servir para que conserve su forma, evita que adquiera mal olor.

Las hormas de calzado funcionan mejor con los mocasines y los diseños para usar con traje, es decir, cualquier calzado que pierde su forma si lo pisan o si algo pesado lo aplasta accidentalmente. Además, puedes usarlas con la mayoría de los métodos habituales para guardar calzado. Para las botas, busca dispositivos especiales que conserven su forma. Estos tienen una función un poco más especializada, ya que garantizan que la caña de la bota mantenga su forma. Te resultarán útiles si guardas el calzado o las botas en el suelo, donde tienen más posibilidades de caerse.

Para aquellos que viven con amigos, familiares o varios compañeros, las canastas para calzado son una buena manera de guardar el que usas todos los días. Ponlas en el lugar ideal, justo al lado de la puerta, para que siempre sepas dónde está el calzado y lo tengas a la mano cuando vayas a salir.

Asigna una canasta a cada persona que viva en la casa y pon su nombre en la parte delantera. Ubica las canastas junto a la puerta delantera o trasera, la que más uses, y de esta manera no tendrás que buscar más calzado que se pierde. El único truco para este organizador de calzado es tener cuidado para que las canastas no se llenen demasiado. Pide a tu familia que las vacíe al menos una vez por semana y que regrese el calzado que usen menos al lugar adecuado en sus habitaciones.

Aunque los percheros para calzado se parecen a los estantes, no es necesario ponerlos en el armario. Piensa que son más bien un mueble que, además, sirve para guardar calzado. Puedes encontrar una linda banca con un perchero de alambre debajo y ponerla cerca de la entrada para poner el calzado de los invitados. También hay soluciones, no solo para guardar el calzado, sino también para colgar el bolso o incluso uno o dos paraguas. Por lo general, los percheros para calzado están diseñados para exhibirse, por lo que también son una buena opción para guardar el calzado de la familia que queda junto a la puerta.

Cuando el espacio es un lujo, pero necesitas guardar el calzado, un lugar ideal es debajo de la cama. El contenedor no solo separa el calzado en compartimentos, sino que normalmente tiene un cierre para que no se llene de polvo. Dado que el espacio debajo de la cama suele servir para guardar todo tipo de cosas olvidadas, ¿por qué no convertirlo en un útil lugar de almacenamiento? Es un lugar ideal para guardar el calzado fuera de temporada, como las botas en el verano y las flip flops durante todo el invierno.