Una academia de básquetbol para niños migrantes

Comunidad

En la costa del norte de Italia, los niños de familias migrantes encuentran su comunidad y su sentido de pertenencia a través del básquetbol.

Última actualización: 4 de agosto de 2021
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Se informó de esta historia en noviembre de 2019.

El recorrido desde Nápoles hasta el pueblo costero de Castel Volturno lleva, aproximadamente, cuarenta minutos; treinta si tienes a un italiano detrás del volante. Pero, si bien el camino es corto, esta región casi siempre olvidada se siente como si fuese un mundo alejado del esplendor romántico de la cercana Costa Amalfitana.

En la década de 1960, este vecindario creció exponencialmente con la construcción, el Villagio Coppola se diseñó como un destino de fin de semana para los napolitanos de clase alta. Pero, tras el terremoto de 1980 y el descubrimiento de que las nuevas residencias habían sido construidas infringiendo las leyes de zonificación, muchos se vieron obligados a irse y las estructuras socio económicas de la zona se derrumbaron.

La cancha en Castel Volturno, Italia
La cancha en Castel Volturno, Italia

Allí, entre los edificios abandonados de una utopía en ruinas, hay una cancha de básquetbol. La superficie calcinada está un poco desmoronada y los tableros lucen patinados y descoloridos. En la playa contigua que da al mar, la vista es impresionante. Parece que la vida se detuvo, excepto por las redes de algodón que se mecen con la brisa.

La cancha en Castel Volturno, Italia
La cancha en Castel Volturno, Italia

De repente, estalla una conmoción. De una camioneta cercana, sale agolpado un grupo de niños, que se dirige a la cancha. Son miembros de la academia de básquetbol Tam Tam, que se apropiaron de esta cancha y acuden a ella pase lo que pase. En los años posteriores a la partida de los adinerados residentes de Castel Volturno, un flujo de inmigrantes desplazados, muchos de origen nigeriano, se instaló en la zona, buscando refugio donde pueden encontrarlo, a veces incluso en las estructuras desmoronadas que están dispersas por el pueblo. La academia de voluntarios sin fines de lucro, creada y dirigida por Massimo Antonelli, un residente local, tiene como objetivo ofrecer a los niños de la comunidad de inmigrantes una estructura positiva y una plataforma para el crecimiento y el desarrollo. Además, la cancha es un lindo lugar para jugar. "Me gusta jugar aquí porque puedo escuchar el sonido de las olas", afirma Cinzia Orobor de 12 años. "El aire es más fresco aquí junto al mar".

La cancha en Castel Volturno, Italia
La cancha en Castel Volturno, Italia

Para estos niños, la cancha sirve de refugio, ya que es un lugar donde pueden expresarse sin palabras, títulos ni juicios. "Jugar y enfrentar los desafíos juntos es algo genial", afirma Destiny Lawal de 15 años. "Nos acerca más".

La cancha en Castel Volturno, Italia
La cancha en Castel Volturno, Italia

En la cancha, los niños estiran en círculo y luego se agolpan para formar filas. Se forma un gran bullicio, con gritos y carcajadas, que solo interrumpe el silbato del entrenador. Luego de completar una serie de ejercicios de pases, fintas y juego de pies, es hora de poner a rodar el balón para practicar en toda la cancha. En ese momento cambia el ambiente y una atmósfera de competitividad se apodera de la cancha. Jugada tras jugada, estos niños lo dan todo. Empapados de sudor y de la espuma del mar, los partidos son vertiginosos y, cuando hacen una jugada genial, el juego se detiene por un momento mientras los niños se apiñan en la cancha para celebrar. Los entrenadores, con las manos en la cintura, sonríen y se ríen entre dientes.

La cancha en Castel Volturno, Italia
La cancha en Castel Volturno, Italia

El básquetbol que se juega aquí tiene una cierta pureza por el enorme impacto que el juego sigue teniendo entre los jóvenes, lejos de los Estados Unidos y de la retribución económica. "El básquetbol es como una familia para mí", afirma Promise Kolawole de 13 años, de pie junto a la línea lateral. Hace una pausa, quizás para recuperar el aliento o para dejar asimilar lo que dijo. Sea como sea, la pausa solo dura momento. En un abrir y cerrar de ojos, ya no está y se lanza de nuevo a la batalla a perseguir el contraataque en el otro lado de la cancha. El partido está en peligro y quiere ganar, especialmente contra su familia.

La cancha en Castel Volturno, Italia
La cancha en Castel Volturno, Italia

Publicado originalmente: 8 de agosto de 2021