¿Qué son las botas de compresión y cómo funcionan?
Salud y bienestar
Los expertos te cuentan todo lo que necesitas saber antes de usar unas botas de compresión para recuperarte de un entrenamiento.
En los últimos años, las botas de compresión se han convertido en un método de recuperación popular para los atletas.
Si entras a una clínica de fisioterapia, es probable que veas a un par de personas usando una botas inflables. Esta es la razón: se ha demostrado que la compresión que proporcionan las botas alivia los dolores y promueve la circulación saludable. Pero, ¿las botas de recuperación realmente funcionan? ¿Y vale la pena comprarlas? (La mayoría de las botas de compresión cuestan entre unos cientos y mil dólares).
A continuación, fisioterapeutas y entrenadores personales certificados explican cómo funciona la terapia de compresión, la ciencia de las botas de recuperación y cómo aprovechar al máximo tu rutina de recuperación.
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¿Qué son las botas de compresión?
Las botas de compresión son botas de tela huecas que cubren los pies, la parte inferior de las piernas y los muslos, y tienen múltiples compartimentos. Cada uno de estos compartimentos se llena con aire, uno después del otro, para comprimir o apretar una sección de la parte inferior del cuerpo a la vez, comenzando desde los pies y subiendo hacia la cadera.
Este proceso se llama compresión neumática intermitente o CNI, y los médicos la han usado por largo tiempo para reducir la inflamación de los pies y las piernas en pacientes con condiciones de salud serias como el linfedema, la trombosis venosa profunda o la embolia pulmonar.
¿Cómo funcionan las botas de compresión?
En pacientes con edema, las botas de compresión ayudan a impulsar la sangre desoxigenada desde la parte inferior del cuerpo hacia el corazón.
"Es casi como exprimir un tubo de pasta de dientes desde la parte inferior", explica Audra Wilson, especialista en entrenamiento de fuerza y acondicionamiento.
En los atletas, la compresión neumática intermitente funciona en gran medida de la misma manera, pero la pasta de dientes en cuestión no es solo sangre. Lo que transporta es la inflamación después del ejercicio.
"Las botas de compresión ayudan a mover los subproductos metabólicos "malos" de la parte inferior de las piernas al sistema circulatorio para que se bombee hacia todo el cuerpo", dice Sam Becourtney, doctor en fisioterapia y especialista en entrenamiento de fuerza y acondicionamiento, "y lo reemplaza con sangre oxigenada "nueva" y "fresca", lo que promueve un entorno para la sanación muscular y la recuperación".
Los beneficios potenciales de las botas de recuperación
Quienes proponen las botas de compresión explican que, al estimular al cuerpo a eliminar los subproductos metabólicos (como el lactato) después de ejercitar, las botas reducen la acumulación de agua, la inflamación y la tensión muscular. Además, al permitir que los compuestos reparadores de tejidos se precipiten hacia los músculos dañados, pueden reducir el tiempo de recuperación y mejorar los resultados del ejercicio, señala Becourtney.
Aunque, es importante saber que el cuerpo lo hace automáticamente por sí mismo después de cada entrenamiento, con o sin la ayuda de dispositivos externos. Mientras tanto, otras técnicas de recuperación como el yoga y el rollo de espuma han demostrado ayudar mediante algunos de los mismos mecanismos.
Así que, para la gran mayoría de los atletas, en especial quienes ya obtienen suficiente recuperación entre sus sesiones de entrenamiento, es poco probable que las botas de compresión mejoren drásticamente los resultados.
Sin embargo, para atletas profesionales o altamente competitivos, puede marcar la diferencia entre ganar, perder e incluso lesionarse. Muchos de estos atletas se exigen hasta el límite de lo que sus cuerpos pueden manejar. Cuando ese es el caso, y el atleta solo tiene unas horas para recuperarse entre las sesiones de entrenamiento y las competencias, cada granito de arena cuenta, dice Wilson.
¿Las botas de recuperación realmente funcionan?
Aunque varios estudios coinciden en que la compresión neumática intermitente aumenta el flujo de la sangre en la parte inferior del cuerpo, las investigaciones sobre cómo esto influencia la recuperación del entrenamiento son relativamente nuevas y, en ocasiones, un poco contradictorias.
Por ejemplo, algunas investigaciones sugieren que los dispositivos de compresión pueden ayudar a mantener la flexibilidad y reducir la sensibilidad muscular en los días posteriores a una sesión de fuerza exigente. Sin embargo, en un estudio publicado en 2020 en el International Journal of Exercise Science, corredores de largas distancias reportaron que no obtuvieron ningún beneficio en la reducción del dolor muscular de aparición retardada.
En cambio, una revisión en 2021 concluyó que, aunque la compresión neumática intermitente puede aliviar a corto plazo el dolor muscular de aparición retardada, es probable que no reduzca los marcadores de daño muscular inducido por el ejercicio en los atletas.
Entonces, ¿cómo funcionan realmente las botas de compresión? Puede depender del atleta y su mentalidad.
"El poder de la aceptación mental y la psicología del dolor no se puede subestimar", dice Becourtney. "Independientemente de la fisiología real o el mecanismo detrás de ellas, cuando usas las botas, sientes que algo sucede y solo eso tiene un inmenso valor".
Cómo usar las botas de compresión
Si quieres probar las botas de compresión, adelante. Prueba un par en tu gimnasio u oficina de fisioterapia, y continúa a partir de ahí. Al final, solo tú puedes decidir si valen la pena para ti.
Sin embargo, recuerda que siempre es buena idea consultar con tu médico antes de probar un nuevo método de recuperación.
1.Habla con un fisioterapeuta antes de usarlas
Aunque las botas de compresión tienen un riesgo relativamente bajo, siempre es mejor probarlas bajo la supervisión de un fisioterapeuta antes de usarlas por tu cuenta. No las uses después de someterte a una cirugía o de una lesión sin el visto bueno del médico, señala Becourtney.
2.Usa ropa holgada
Quítate el calzado y cualquier ropa con compresión antes de usar unas botas de compresión. Esto, en combinación con la compresión del dispositivo, puede ser excesivo e incómodo, dice Becourtney.
3.Mantén las sesiones breves
Tu fisioterapeuta podrá recomendarte el tiempo adecuado de compresión para tu cuerpo, pero 20 minutos es bastante tiempo para la mayoría de los atletas, explica Wilson.
Evita usar las botas de compresión por más de 30 o 40 minutos cada vez, dice Becourtney.
4.Úsalas después de hacer ejercicio
Es mejor dejar la terapia de compresión para después de los entrenamientos exigentes como los levantamientos, el running o el ciclismo, señala Becourtney. Úsalas después de tu rutina de enfriamiento para comenzar el proceso de recuperación.
5.Úsalas como un complemento de recuperación del entrenamiento
Las botas de recuperación no son un reemplazo para los entrenamientos de recuperación suaves, los estiramientos, el rollo de espuma y una buena nutrición, dice Wilson. Recurre a ellas como una manera de complementar los fundamentos de la recuperación saludable.
Texto: K. Aleisha Fetters, especialista en entrenamiento de fuerza y acondicionamiento