Bocadillos escolares deliciosos y sin lácteos, recomendados por dietistas
Nutrición
Seguir un estilo de vida sin lácteos puede ser sencillo y sabroso. Esto es lo que los expertos recomiendan como almuerzos escolares.
Si comer una rebanada de pizza o palitos de queso como bocadillos tiende a causar malestar estomacal en los niños, la culpable podría ser la intolerancia a la lactosa.
La lactosa es un azúcar natural que se encuentra en la leche y otros productos lácteos, como el queso, la crema batida y el helado. "Si se tiene intolerancia a la lactosa, el cuerpo carece de la enzima digestiva (conocida como lactasa) necesaria para descomponer la lactosa", señala Erin Palinski-Wade, R.D., dietista y nutricionista certificada y entrenadora personal certificada por ACE.
En lugar de que el intestino delgado digiera adecuadamente la lactosa, esta llega al intestino grueso (también conocido como colon) sin digerir, y ahí se descompone durante un proceso llamado fermentación, de acuerdo con The American College of Gastroenterology (ACG). Como resultado de esta actividad, que produce una mezcla de moléculas, ácidos orgánicos, dióxido de carbono y gases de hidrógeno, una persona con intolerancia a la lactosa presentará malestar gastrointestinal.
¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia a la lactosa?
"Los síntomas comunes son flatulencias, inflamación, estreñimiento o diarrea", dijo Jessica Cording, maestra en ciencias, R.D., dietista y nutricionista certificada, I.N.H.C. El ACG añade que también pueden presentarse dolores o cólicos abdominales, así como una necesidad urgente de hacer de cuerpo, en las dos horas siguientes al consumo de lácteos. De acuerdo con el Boston Children's Hospital, aproximadamente de 30 a 50 millones de menores estadounidenses tienen intolerancia a la lactosa.
Otra razón por la que los niños pueden requerir alimentos sin lactosa es la alergia a la leche de vaca, clasificada como un trastorno del sistema inmunitario, puesto que una proteína de la leche provoca una respuesta de defensa por parte de este. Es posible que se presente una reacción leve o grave, por lo general en forma de comezón, inflamación, urticaria o erupción. En algunos casos, una alergia a la leche puede provocar una respuesta anafiláctica que ponga en riesgo la vida, de acuerdo con Food Allergy Research & Education (FARE).
Aproximadamente el 2.5 por ciento de los niños estadounidenses de menos de tres años son alérgicos a la leche, lo que la convierte en la forma más común de alergia alimentaria tanto en bebés como en adolescentes, de acuerdo con FARE. De hecho, una evaluación publicada en un número de 2019 de Frontiers in Pediatrics informó que las alergias alimentarias en los niños (en países tanto desarrollados como en vías de desarrollo) han aumentado en los últimos 20 años. Aunque la mayoría de los niños superarán esta afección, la alergia a la leche es una de las alergias alimentarias más frecuentes entre adultos.
Palinski-Wade aconseja firmemente a los padres que eviten diagnosticar ellos mismos a sus pequeños.
"Si un niño muestra molestias al consumir lácteos, recomiendo altamente que le hagan pruebas de alergia", señala. "Conocer la causa exacta del problema es el primer paso para determinar qué alimentos puede o no ingerir".
Dejar los lácteos
Dejar de consumir lácteos, y el calcio en ellos, no debería ser preocupante. Ambas dietistas mencionaron que esta posible deficiencia nutricional puede evitarse fácilmente.
"Los lácteos son famosos por aportar calcio, pero la verdad es que este puede encontrarse en diversos alimentos", indica Cording.
Sostiene que algunas fuentes de calcio no lácteas son el tofu, el salmón, las almendras, las legumbres, las habas, el brócoli y los vegetales de hojas verde oscuro, además de los jugos fortificados con calcio y los cereales.
"Además, muchas de las leches comerciales provenientes de plantas, como la de almendra o la de soja, están fortificadas con calcio, vitamina D y otros nutrientes que encontramos en la leche de vaca", afirmó.
De nuevo, antes de tomar decisiones sobre la dieta de su hijo, Palinski-Wade alienta a los padres a buscar orientación profesional.
"Los padres (y cuidadores) deben hablar de las necesidades nutricionales de su hijo con su pediatra y un dietista para determinar si también puede ser bueno darle suplementos", señala.
Bocadillos deliciosos sin lácteos para niños
Palinski-Wade menciona que, para hacer a los niños capaces de elegir alimentos saludables y sin lácteos, la clave está en proporcionarles opciones que puedan encontrar en la cocina.
"Para prácticamente cualquier alimento y bocadillo con lácteos, hay una alternativa similar sin lácteos", indica. Los niños más grandes pueden aprender a leer las etiquetas de los alimentos con la ayuda de un dietista registrado, quien puede ayudarles a identificar posibles alérgenos por sí mismos", añadió.
A continuación, ambas dietistas registradas ofrecen ocho bocadillos fáciles de hacer y sin lácteos para comenzar el nuevo año escolar de manera deliciosa:
Ideas de bocadillos rápidos aprobados por niños:
- Yogur sin lácteos (como de soja o coco) con fruta. Cabe señalar que "si la intolerancia es a la lactosa o a la proteína A1 (una proteína específica que se encuentra en la leche de vaca), puede optar por marcas de leche o yogur deslactosadas, así como aquellas que contengan solo la proteína A2, como el yogur de cabra", dijo Palinski-Wade.
- Queso vegano, zanahorias baby y galletas integrales.
- Apio con mantequilla de maní y frutos del bosque.
- Hummus, verduras picadas y galletas o tostadas integrales.
- Guacamole, verduras picadas y galletas o tostadas integrales. "Incluso un huevo cocido si se quiere un poco más de proteína", señaló Cording.
- Una rebanada de tostada integral con mantequilla de algún fruto seco o semilla.
- Bocadillos crujientes de garbanzo preparados (por lo general se encuentran en el pasillo de bocadillos). "Estas opciones pueden ser muy prácticas, además de proporcionar un buen equilibrio de proteínas y fibra, junto con algunos carbohidratos complejos", dijo Cording.
Texto: Amy Capetta