Cómo engañar al cerebro para dormir mejor
Asesoramiento
Un cambio de mentalidad puede ser lo que necesitas para lograr un tiempo de sueño más largo y de mejor calidad. Prueba este enfoque respaldado por investigaciones.
Tu habitación está oscura y fresquita. No has mirado el smartphone en una hora. Tu último café ha sido bastante antes del mediodía. En definitiva, lo estás haciendo todo bien, pero ¿por qué no te duermes? La respuesta puede estar en tu cabeza.
Es una cuestión de perspectiva. En general, las personas son más optimistas o más pesimistas, y algunos estudios recientes sugieren que esta inclinación no solo te afecta a nivel consciente, sino que también podría predeterminar lo bien que duermes.
En un estudio publicado en el "Journal of Behavioral Medicine", se pidió a más de 3.500 adultos que rellenaran una encuesta acerca de su opinión sobre el mundo para luego completar una autoevaluación de su sueño. Los investigadores descubrieron que aquellos que se consideraban más optimistas tendieron a calificar la calidad de su descanso como normal o muy buena, considerando factores como la rapidez con la que se dormían, las vueltas que daban y cuántas horas descansaban en total. Esto concuerda con lo que ya sabemos sobre la perspectiva: las personas optimistas tienden a anticipar buenos resultados de cualquier situación.
Sin embargo, el equipo de investigación creía que había algo más que eso y se hicieron la siguiente pregunta: ¿las personas optimistas duermen mejor por su forma de ver la vida? ¿O es que descansar lo suficiente hace que se sientan bien y, por lo tanto, las vuelve más optimistas?
Para averiguarlo, cinco años más tarde, el equipo realizó un seguimiento y pidió al mismo grupo de participantes que repitiese el experimento. Aquellos que se habían considerado muy optimistas pero con una baja calidad del sueño tenían más probabilidades de haber experimentado una mejora en su descanso en comparación con los que eran pesimistas. En otras palabras, su calificación del sueño cambió mientras que su actitud no lo hizo, por lo que los investigadores pueden concluir que el optimismo es un factor importante para dormir como un angelito.
Por supuesto, no hay duda de que descansar bien mejora el estado mental. Es algo que funciona en ambos sentidos, tal como explica la autora del estudio Rosalba Hernández, doctora y profesora adjunta en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. "Cuanto más duermas, más se beneficiará tu bienestar emocional y físico".
Además, todo parece estar en la cabeza: solo porque crees que has dormido mal no significa que realmente lo hayas hecho. En el primer estudio de Hernández, los participantes evaluaron su propio descanso. Sin embargo, durante su segundo estudio, su equipo analizó el sueño real de los participantes usando un pequeño dispositivo que mide el movimiento durante la noche y descubrió que las cosas no eran tan simples. Los investigadores descubrieron que algunas de las personas que decían haber dormido mal en realidad habían descansado lo suficiente. Por lo tanto, un pesimista que afirma no haber descansado podría haber dormido tranquilamente toda la noche.
¿Qué significa todo esto? "La forma en que piensas que has dormido importa más que cómo has dormido realmente", explica Christopher Winter, neurólogo especializado en el descanso de los atletas profesionales. Entrenarte para pensar que has dormido mejor de lo que lo has hecho (centrándote, por ejemplo, en las tres horas que has dormido del tirón entre las 3 y las 6 de la mañana frente a las horas en que te has despertado a cada rato) podría ayudarte a sentir que has descansado bien. Además, no hay que olvidar que este método positivo consolida el optimismo, una actitud que ya sabes que puede ayudarte a dormir mejor en el futuro.
Un pesimista que afirma no haber descansado podría haber dormido tranquilamente toda la noche.
Rosalba Hernández, doctora y profesora adjunta en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign
Si no eres optimista por naturaleza, te aseguramos que puedes trabajar en ello. Según Hernández, hay pequeñas conductas que nos pueden ayudar a ser más positivos. Por ejemplo: escribe tres cosas buenas que te hayan pasado hoy, sin importar que sean pequeñas; las investigaciones sugieren que, al hacerlo, puedes calmar la mente y, por lo tanto, dormir mejor. También puedes buscar un momento durante el día para centrarte en la gratitud, enviando un mensaje de texto a un amigo o familiar para agradecerles algo. Practica la bondad participando como voluntario o incluso ayudando a alguien con quien vivas. Si la amabilidad es contagiosa, tal vez dormir bien también lo sea. ¿Y si no es así? Bueno, al menos ya eres un poco más optimista.