¿Es poco saludable comer antes de dormir? Los expertos lo explican
Salud y bienestar
La respuesta no siempre es simple.
En un mundo perfecto, comerías de forma balanceada y con un horario constante. En realidad, el trabajo, las actividades y la vida en general suelen echar por tierra esos planes. Si te encuentras preparando una comida o un refrigerio a toda prisa antes de acostarte, es comprensible que te preguntes si eso de comer antes de dormir es tan malo como dicen.
Los expertos admiten que la respuesta no es del todo clara. Sin embargo, hay algunos datos que sugieren que comer antes de dormir no es lo ideal. Te contamos lo que necesitas saber.
¿Cómo puede afectar a tu salud el comer antes de dormir?
Existen varias formas en las que comer antes de dormir puede afectar a tu salud. "La ingesta real de nutrientes y el metabolismo pueden alterar el sueño", afirma el especialista en sueño y neurólogo W. Christopher Winter, M.D. Señaló un estudio a pequeña escala realizado en 2021 con 30 enfermeras que trabajaban en turnos de noche. El estudio descubrió que cuanto más cerca de irse a dormir comían las personas la noche anterior, más probabilidades tenían de sentirse somnolientas al día siguiente.
Una investigación publicada en una edición de 2021 del British Journal of Nutrition también descubrió que comer o beber menos de una hora antes de acostarse puede aumentar el riesgo de tener un sueño de mala calidad. Incluso puede hacer que las personas duerman más tiempo del que su organismo requiere. El estudio descubrió específicamente que las personas que comían o bebían una hora antes de dormir tenían más del doble de riesgo de despertarse poco después de dormirse, lo que está relacionado con el insomnio y la mala calidad del sueño.
"Comer es un potente sincronizador, lo que significa que el horario constante de nuestra comida puede ser una fuerte señal positiva para el sueño o un alterador poco saludable si comemos demasiado (cerca de la hora de dormir) o no comemos en absoluto", sostiene Winter. Agrega que ciertos alimentos, como los que tienen especias y un alto contenido en grasa, también pueden alterar el sueño.
Comer antes de dormir también puede contribuir al reflujo ácido, que es una afección que se produce cuando el contenido del estómago sube al esófago, señala la nutricionista y dietista registrada Keri Gans. El reflujo puede provocar síntomas como ardor de estómago, dolor en el pecho, náuseas, problemas para tragar y tos, según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. "Para algunas personas, comer cerca de la hora de acostarse puede causar reflujo, lo que puede resultar incómodo, así como alterar su capacidad para dormir", afirma Gans.
¿Cómo puede afectar a tu peso el comer antes de dormir?
La verdad es que depende. "Hay cierta relación entre comer mucho antes de dormir y el aumento de peso o la dificultad para perderlo", sostiene la entrenadora en salud y dietista registrada Jessica Cording.
Las investigaciones han tratado de determinar exactamente por qué sucede esto, y "lo que los investigadores encuentran mucho es que las personas que comen más tarde en la noche tienden a comer más calorías en general que las personas que no comen tan tarde", afirma.
Lo que comes también importa. "A menudo, lo que la gente come a última hora de la noche son refrigerios o cosas que pueden aportar muchas calorías, pero no muchos nutrientes", señala.
Gans está de acuerdo. "Si se consumen calorías en exceso antes de dormir, se puede aumentar de peso", advierte. "Sin embargo, si estas calorías son simplemente parte de tus necesidades diarias, entonces el aumento de peso es menos probable".
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¿Cuándo deberías dejar de comer antes de dormir?
De nuevo, depende. Winter, por lo general, recomienda que la gente intente dejar de comer cuatro horas o más antes de acostarse para reducir el riesgo de dormir mal. Sin embargo, admite que es difícil encontrar una investigación con un tiempo exacto que se aplique a todas las personas.
El reflujo también tiende a ser peor cuanto más cerca de la hora de dormir come una persona, afirma Winter, señalando que un estudio de 2007 encontró que las personas que dejaron de comer seis horas antes de acostarse tenían menos síntomas que los que comieron menos de dos horas antes de dormir. Pero evitar la comida con tanta antelación a la hora de acostarse puede ser difícil de conseguir, especialmente cuando la mayoría de las personas tienen hambre aproximadamente tres horas después de su última comida, sostiene Cording.
Pero debemos tener en cuenta que esto también depende de cada persona.
"Si no tienes problemas de reflujo y, en general, duermes bien, podrías comer justo antes de irte a dormir y no importaría", señala Gans.
Qué hacer si tienes hambre antes de dormir
Hay algunas situaciones en las que debes comer antes de dormir: tal vez te quedaste trabajando hasta tarde o simplemente perdiste la noción del tiempo y ahora tienes hambre. "Eso puede estar bien, siempre que seas consciente de lo que comes", advierte Cording.
Recomienda comer una mezcla de fibra, verduras, proteínas y grasas saludables. "Yo no comería una comida enorme o un refrigerio a menos de una hora de irme a dormir", comenta.
Si ya has cenado, sugiere comer un refrigerio como un plátano con mantequilla de maní o humus y verduras. "Ten en cuenta que las comidas con alto contenido de azúcar o grasa son más difíciles de digerir y pueden alterar el sueño", afirma Cording.
Si el hambre a la hora de dormir es habitual para ti, Gans sugiere que revises bien lo que comes en la cena.
"Comer poco puede provocar hambre a última hora de la noche", afirma, por lo que recomienda centrarse en una comida con una mezcla de fibra, grasas saludables y proteínas.
Y, si tienes antojo de algo dulce, Gans indica que lo mejor es buscar algo como una fruta con una cucharada de yogur griego y equilibrar tu nutrición agregando proteínas.
Pero, de nuevo, si sientes hambre antes de dormir y comer no parece estropear tu sueño o tu peso, entonces no hay razón para no hacerlo, sostiene Cording. "Hay muchos juicios de valor sobre el hecho de comer antes de dormir y la idea de que todas las comidas nocturnas son malas", afirma. "Pero cada persona tiene necesidades diferentes".
Texto: Korin Miller