Las ventajas (y los inconvenientes) de usar el sauna después de hacer ejercicio, según los expertos
Deportes y actividades
Pasar tiempo en el sauna después de ejercitarte puede mejorar la recuperación, fortalecer tu corazón y ayudar a relajarte.
Los saunas son un elemento básico en los gimnasios y clubes de salud de alto nivel, ya que las investigaciones y los expertos han promovido los beneficios de usarlos después del ejercicio. Si todavía no te has animado a ir al sauna de tu gimnasio, ahora puede ser un buen momento para hacerlo.
Pero antes de que nos sumerjamos en los beneficios (y en los posibles inconvenientes) de usar el sauna para la recuperación, hablemos sobre los tipos de sauna que podrás encontrar en diferentes lugares.
Tipos de sauna más comunes
- Sauna seco. En este sauna, el calor se crea quemando madera o utilizando un calentador eléctrico. El sauna finlandés tradicional, que utiliza madera para calentar las rocas y la misma sala de sauna, es un miembro muy conocido de esta categoría. Aunque los saunas finlandeses suelen tener aire seco y altas temperaturas, muchas personas arrojan agua sobre las rocas calientes para crear vapor, como señala un estudio de 2015 en SpringerPlus.
- Sauna de vapor. Como su nombre indica, los saunas de vapor (quizá más conocidos como cuartos de vapor) usan el vapor del agua hirviendo para obtener calor. Esto crea un ambiente húmedo.
- Sauna de rayos infrarrojos. Este tipo de sauna utiliza luz infrarroja para calentar. De acuerdo con los autores del estudio de SpringerPlus, el calor infrarrojo penetra más profundamente en la piel y el sistema neuromuscular que el aire caliente, por lo que las personas tienden a sudar más a temperaturas más bajas que en un sauna finlandés tradicional.
Tres beneficios de usar el sauna después de un entrenamiento
1.Fomenta la recuperación muscular
Tal vez una de las mayores ventajas de utilizar un sauna después del entrenamiento sean los efectos que puede tener en la recuperación muscular. En el estudio mencionado anteriormente, por ejemplo, se descubrió que las sesiones de 30 minutos en un sauna de rayos infrarrojos disminuían el dolor muscular después del entrenamiento y aumentaban la recuperación. En particular, los hombres rindieron mejor durante una prueba de salto con contramovimiento (un ejercicio que mide la potencia de la parte inferior del cuerpo) cuando se sentaron en un sauna de rayos infrarrojos después de su entrenamiento de resistencia de 40 minutos que cuando se sentaron en una habitación normal (sin sauna). Esto sugiere que los saunas de rayos infrarrojos ayudan a los músculos y los nervios a recuperarse más rápidamente después del ejercicio.
"La mayor razón por la que a la mayoría de los atletas les gusta el sauna es que mejora el tiempo de recuperación", afirma John Gallucci, Jr., A.T.C., D.P.T., CEO de JAG-ONE Physical Therapy y coordinador médico de la Major League Soccer. El calor del sauna mejora la circulación de sangre rica en oxígeno y nutrientes por todo el cuerpo. Esto, a su vez, ayuda a que los músculos dañados por el ejercicio se reparen, para que puedas volver a la acción más rápido.
2.Puede mejorar la salud del corazón
"Siempre que se aumenta la circulación de sangre rica en oxígeno, se verán mejoras en la función cardiovascular", señaló Galluci.
De hecho, en un estudio de 2019 en la revista Complementary Therapies in Medicine se descubrió que los cambios que le ocurren a tu corazón cuando te sientas en un sauna son similares a los que obtienes de un entrenamiento cardiovascular corto y de intensidad moderada.
"Vemos un aumento general de la frecuencia cardíaca y la temperatura interna, así como una mejor presión arterial y la redistribución de la sangre a través de los tejidos del cuerpo", señala Shawn M. Houck, D.P.T., especialista clínico certificado por la junta en fisioterapia deportiva y director clínico de Physical Therapy Central.
Todos estos efectos pueden ayudar a reducir las posibilidades de padecer enfermedades cardíacas y presión arterial alta (hipertensión). Los hallazgos de un estudio de JAMA Internal Medicine de 2015 que incluyó a 2300 hombres finlandeses revelan que el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca fue un 27 por ciento menor entre los que declararon usar el sauna de dos a tres veces por semana en comparación con los que dijeron usarlo solo una vez a la semana.
Sin embargo, siempre es una buena idea consultar a tu médico antes de ir al sauna para asegurarte de que no corras el riesgo de sufrir ninguna posible complicación cardíaca.
3.Ayuda a relajarse
No te refrescará, pero te ayuda a relajarte. Ir al sauna después de entrenar te da la oportunidad de relajarte antes de dirigirte a tu próximo destino. Puedes hacer una pausa en tu ajetreado día y pasar unos minutos sentado en un entorno tranquilo y silencioso.
Sentarse en un sauna es una oportunidad ideal para practicar técnicas de gestión del estrés, como la respiración profunda y la meditación, señala Houck.
Sin embargo, si el mindfulness o la respiración profunda no son lo tuyo, considera la posibilidad de usar tu tiempo en el sauna para hacer algunos estiramientos ligeros o disfrutar de un momento de silencio.
Tres inconvenientes de usar el sauna después del ejercicio
1.Amplifica la deshidratación
Pierdes mucho líquido cuando haces ejercicio, aunque no estés empapado de sudor. Así que, si no tienes cuidado con la reposición de esos fluidos y electrolitos a medida que avanzas, podrías tener un problema si te metes al sauna inmediatamente después.
Podrías marearte, desmayarte o sufrir fuertes calambres musculares. En el peor de los casos, podrías sufrir un choque de calor, un padecimiento potencialmente mortal causado por el sobrecalentamiento del cuerpo. Sin un tratamiento inmediato, el choque de calor puede dañar los músculos y órganos, y puede ser mortal, según la Clínica Mayo.
"Por eso es muy importante que, como medida de seguridad, los atletas se aseguren de estar hidratados antes de entrar a un sauna", aconseja Gallucci.
2.Puede estresar el corazón (sobre todo en el caso de las personas con enfermedades preexistentes)
Aunque una dosis saludable de sauna es, por lo general, estupenda para el corazón, no es una buena idea si tu corazón ya está estresado. En particular, si tienes una enfermedad cardíaca de alto riesgo, dolor de pecho (angina) o hipertensión, según Harvard Health.
¿La razón? El calor hace que el cuerpo se enfríe a sí mismo al desplazar la sangre de los órganos principales a la parte inferior de la piel. Esto hace que el corazón bombee más sangre, lo que somete a este órgano vital a un mayor esfuerzo, según la American Heart Association.
En muchas personas, este estrés es bueno, como el que se obtiene al hacer ejercicio. Pero para los corazones que ya están lidiando con más de lo que pueden manejar, el estrés agregado por el calor puede ser demasiado.
Sin embargo, cabe señalar que los saunas pueden ser generalmente seguros para las personas que tienen una enfermedad cardíaca estable o incluso una insuficiencia cardíaca leve, según Harvard Health. No obstante, estas personas deben ser examinadas por sus médicos antes de utilizar un sauna para estar seguros.
3.Reduce el número de espermatozoides (temporalmente)
Un estudio de 2013 en Human Reproduction reveló que las altas temperaturas de los saunas provocan una reducción temporal del recuento de espermatozoides en hombres con niveles por lo demás normales. Después de asistir a dos sesiones de sauna de 15 minutos por semana durante tres meses, los participantes reportaron un menor recuento de espermatozoides. Una vez que dejaron de utilizar el sauna, sus niveles de esperma volvieron a la normalidad.
"Los testículos son extremadamente sensibles al calor, y los períodos prolongados de calor elevado pueden reducir la función y la motilidad de los espermatozoides", afirma DJ Mazzoni, C.S.C.S, M.S., y revisor médico de Illuminate Labs. "Esto sugiere que los hombres que tratan activamente de concebir deben evitar los saunas, aunque, para la mayoría de los hombres, los beneficios parecen superar los riesgos".
Tres consejos útiles para usar el sauna después de entrenar
- Primero hidrátate. Bebe al menos 0,25 litros de agua después de tu entrenamiento, tal y como indica la American Academy of Family Physicians. Hazlo antes de entrar al sauna. Luego, bebe sorbos mientras te sientas y vuelve a llenar el agua una vez que salgas. Además, intenta convertir en un hábito el beber de 0,15 a 0,3 l de agua cada 10 o 20 minutos durante tus entrenamientos.
- Sé consciente del tiempo. Es mejor que entres a un sauna durante al menos 10 minutos si quieres aprovechar los beneficios de una mayor circulación. "Es necesario que el cuerpo se caliente para provocar esa respuesta circulatoria", señala Gallucci.
Pero, por razones de seguridad, no se recomienda utilizar el sauna durante más de 20 minutos, así que asegúrate de respetar ese tiempo. Y si es la primera vez que usas el sauna, ten en cuenta que tal vez necesites unos cuantos intentos antes de llegar a la marca de los 10 minutos. No te obligues a aguantar más tiempo del que te resulte cómodo. Siéntate fuera del sauna si empiezas a sentir un calor incómodo o mareos.
Consigue el visto bueno de tu médico. Si tienes hipertensión, una enfermedad cardíaca u otro problema cardíaco grave, no uses el sauna a menos que tu médico te lo autorice.