Elevar a Toxteth

En Toxteth, alguna vez una las áreas más problemáticas de Liverpool, existe una generación de jóvenes futbolistas dedicados a transformar su comunidad, tanto dentro como fuera de las canchas, con la ayuda de una leyenda local.

Si caminas por Lodge Lane o Granby Street con Earl Jenkins, te detendrán a cada minuto. "Sí, Earl", repiten con una sonrisa los vecinos, ya sean jóvenes o mayores, como prueba del increíble efecto que Earl y sus iniciativas han causado en esta área. Si te encuentras con alguno de sus jugadores pasados o actuales, Earl no dudará en contarte como se trataba del mejor portero, defensa o delantero que ha visto en su vida.

En los últimos 20 años, Earl se ha erigido como el corazón de la comunidad de Toxteth. Es el presidente del club de fútbol base más diverso, el Kingsley United Liverpool, mentor de aprendizaje en Calderstones School y trabajador social enfocado en jóvenes en el Unity Youth Center y el Granby Toxteth Youth Forum.

Su club de fútbol es un magnífico ejemplo de cómo el deporte puede empoderar a los niños de una comunidad y mejorar sus vidas al mismo tiempo.

La historia de Earl es interesante e importante precisamente porque no se trata de él.

Un pilar de la comunidad

El incansable trabajo de Earl ha dado vida a toda la comunidad. Esta zona tan deprimida durante décadas ahora tiene esperanza y todo gracias al fútbol, un deporte que ni siquiera es el favorito de Earl.

"El fútbol nunca me gustó mucho", cuenta entre risas. "Solo lo hacía por apoyar a los niños. Todo empezó cuando empecé a involucrarme en el Stanley House, un club local fundado por un exjugador del Liverpool, Howard Gayle. Poco después estaba metido en el Granby Toxteth Youth Forum y en el Tiber FC, que era el nombre del club en ese momento, y necesitaba un recinto cerrado para que los niños entrenaran en invierno. Así comenzó mi compromiso con el Unity Youth Center".

"Hubo un incidente con armas de fuego hacía unas semanas y no sabían si continuar operando el centro, pero, como me dijeron que querían crear una junta, no dudé en decirles que contaran conmigo. Una vez dentro, terminé incluso siendo el presidente de Unity".

Desde entonces, Earl dedicó casi todo su tiempo a apoyar a otros en su comunidad de forma profesional. A pesar de tener una familia grande, su enorme sentido de la responsabilidad y el deber le han permitido encontrar el momento para preocuparse por quienes le rodean. Aunque esta trayectoria profesional le llegó de forma involuntaria, Earl siempre ha estado dispuesto a actuar cuando los demás no estaban preparados.

Mucho más que un club

Y así fue como Earl y el Kingsley United se convirtieron en una parte integral de la cultura futbolística y juvenil de Toxteth. Earl está muy orgulloso de ser nativo de Liverpool y representa a su ciudad con un espíritu luchador. Nunca se da por vencido ni se conforma.

Earl logró crear un vínculo y ganarse el respeto de los jóvenes de Liverpool 8. "El club es como mi familia", explica Aws Furghani, a quien Earl conoce desde que tenía siete años. "Todos nos sentimos importantes, y eso es lo que más me gusta. Kingsley me ha enseñado a ser independiente y también a ayudar a los demás".

Aws encarna la actitud progresista y diversa de Kingsley y Toxteth. Él llegó con su familia de Libia en 2012, y encontró aquí un club de fútbol y un nuevo hogar.

Las voces del futuro

Conforme pasa el tiempo, Earl reconoce que guiar a estos jóvenes hacia el éxito en la vida es muy valioso. Tanto él como su equipo enseñan a los niños lecciones de vida intangibles que no reciben en ningún otro lugar y, gracias a su trabajo, la comunidad va mejorando.

"Gracias al fútbol, logramos que los jóvenes se involucren. Quieren volver con nosotros no porque los obliguen, sino porque quieren formar parte de esto. Establecemos estándares y nuestro objetivo definitivo es mantenerlos alejados del mal camino, que suele ser la delincuencia".

El club ha visto crecer a buenos jugadores, pero también a profesores, médicos y arquitectos, lo que da fe de los esfuerzos de Earl por mantener a estos jóvenes en el buen camino.

"Los clubes como el nuestro y los centros juveniles como Unity, junto con otros grandes equipos e iniciativas de la zona, han mejorado la vida del vecindario. Y ahora es el turno de la siguiente generación de prestar sus voces para este vecindario".

"Estos chicos son inteligentes, comprometidos y brillantes, son mil veces más despiertos de lo que yo era a su edad. Creo que esta generación está a la altura. Eso sí, no les pidas que lleguen antes para montar los arcos, porque no hay forma de que lo hagan".

En realidad, Earl solo anima a los jóvenes a jugar al fútbol, pero va mucho más allá. Utiliza el deporte para canalizar la energía y vivacidad de los jóvenes y les enseña a gestionar el tiempo, a asumir sus propias responsabilidades y las de la comunidad, y a respetar a sus compañeros de equipo.

Los principios más básicos del espíritu deportivo son responsables de que los jóvenes de Toxteth tengan los pies en la tierra y un futuro brillante.