Reacción en cadena
Sofía tiene tan solo 14 años, pero siente que ya se está dando un cambio en el fútbol femenino.
Sentada en el vestuario con sus compañeras de equipo en Sao Paulo, Brasil, habló sobre el torneo de la temporada pasada, que se transmitió por televisión nacional en su país por primera vez.
"¡Vaya! No sé ni qué decir; fue extraordinario", afirma Sofía. "Algunas personas ni sabían lo que era [el fútbol femenino]. '¿Las mujeres juegan fútbol? No puede ser' Luego, todos empezaron a conocer más al respecto".
Más visibilidad
Su experiencia no ha sido fácil, pero el torneo de la temporada pasada en Francia inició un cambio. Para ella y muchas otras, fue un momento decisivo, un momento que puede tener, y tuvo de alguna forma, una reacción en cadena en el crecimiento del fútbol femenino. Más de mil millones de personas en el mundo, cifra récord, sintonizaron los partidos. Ese impulso continúa.
En los meses posteriores al torneo, la asistencia promedio ha aumentado en las ligas profesionales femeninas y varios partidos han batido récords de asistencia en el fútbol femenino de clubes e internacional. Uno de esos partidos se llevó a cabo el 16 de noviembre en Sao Paulo, cuando el Corinthians recibió 28.862 espectadores en el estadio masculino: otra primera vez para el fútbol femenino. Sofía, Gabi y Nicoly estaban allí, sentadas en las gradas, viendo una participación típicamente reservada para los partidos de hombres.
25.218
11 de agosto
Portland Thorns frente a North Carolina Courage
Providence Park, Portland
49.504
29 de agosto
EE. UU. frente a Portugal
Lincoln Financial Field, Filadelfia
77.768
9 noviembre
Inglaterra frente a Alemania
Wembley, Londres
20.029
9 de noviembre
Australia frente a Chile
Estadio Bankwest, Sidney
30.661
9 de noviembre
Lyon frente Paris Saint-Germain
Estadio Groupama, Lyon
38.262
17 de noviembre
Tottenham frente a Arsenal
Tottenham Hotspur Stadium, Londres
Entonces, ¿qué significa todo esto para Sofía y sus compañeras de equipo? Aceptación, para empezar.
"Hizo que la gente viera y pensara, '¡Vaya! Las mujeres también pueden jugar fútbol al mismo nivel que los hombres'", afirma Nicoly de 12 años, portera del Pelado Real.
Desde luego, existen muchos otros obstáculos, como el acceso y el financiamiento, que se deben abordar para que el juego crezca. Sin embargo, la visibilidad es una herramienta con un alcance poderoso que ya ha empezado a cambiar la perspectiva del fútbol femenino.
Un cambio que comienza en casa
Sofía y sus compañeras de equipo, Gabi y Nicoly, están muy conscientes de los desafíos que enfrentan las niñas que quieren ver y jugar fútbol. Lo han experimentado en carne propia, ya sea cuando llegan a un parque y ven solo hombres y niños en las canchas o cuando la gente se queda mirando de forma extraña como pensando: "¿Eres un niño?" Con el tiempo, las niñas se unieron al club de fútbol Pelado Real, el único club privado solo para niñas en São Paulo.
En Brasil, la mentalidad de los padres es la que requiere más cambio, comenta Júlia Vergueiro, fundadora del Pelado Real. A menudo, las familias son el más grande obstáculo para que las niñas practiquen deporte. Existe una tradición de regalar a los niños balones de fútbol y a las niñas muñecas. Con solo transmitir los partidos de fútbol femenino, se puede cambiar la mentalidad, afirma Vergueiro.
"Antes, si los padres pensaban que solo sus hijas querían jugar fútbol, lo callaban", afirma Júlia. "Ahora, van al trabajo y comentan: '¿Viste el gol de Andressa? ¿Viste ese movimiento?' Además, pueden decir: '¡Vaya! Mi hija también juega fútbol y quiere ser igual que ella'. Se ha convertido en algo de lo que se sienten orgullosos".
Júlia inició el Pelado Real en 2011 mientras trabajaba en la industria bancaria. En 2013, se encargó del club a tiempo completo (a pesar de la preocupación de sus padres, quienes no podían ver el trabajo en el ámbito del fútbol femenino como algo lucrativo o estable). Ver fútbol femenino profesional en televisión significa que las jugadoras actuales de Júlia pueden soñar con jugar para la selección de Brasil o grandes clubes internacionales. Ahora, cada vez más niñas comparten ese sueño. Júlia dice que en los meses que han transcurrido desde el último torneo de temporada, las inscripciones en el club se han duplicado. Pronto, el Pelado Real se expandirá a otras ubicaciones en São Paulo.
"Para mí, una manera obvia de verlo es comparar con quienes yo consideraba ídolos del fútbol cuando era más joven", afirma Júlia. "Si alguien me preguntaba entonces sobre mi inspiración para jugar fútbol, con toda certeza mencionaba jugadores hombres. Si le preguntas a una de mis niñas del Pelado Real hoy, te responderán que Andressa Alves o Adriana".
El futuro del fútbol
Las jugadoras como Andressa y Adriana conocen el esfuerzo que se requiere y aceptan su papel de inspirar un cambio. Según afirman, el cambio se ha dado en Brasil y en otros países desde la temporada pasada. Ambas jugadoras comparten una responsabilidad doble en el equipo nacional brasileño, así como en sus respectivos clubes: el AS Roma (que lleva solo dos temporadas con un equipo femenino) y el Corinthians.
"Creo que a través de mi historia, las niñas de Brasil pueden creer en su sueño de jugar en Europa", afirma Andressa, la primera mujer brasileña en jugar para el FC Barcelona. "Mi principal objetivo es dejar un legado en todos los clubes de los que forme parte y así dejar las puertas abiertas para otras niñas".
Entonces, ¿cómo continúa el impulso, la reacción en cadena? Viendo y apoyando los partidos de las mujeres, comenta Andressa.
"Desde luego, el fútbol femenino es muy diferente del masculino, pero no es menos atractivo o interesante", afirma. "Mucha gente, especialmente en Brasil, no sabe nada de fútbol femenino y solo juzga. Dejen de criticar tanto y empiecen a ver".
Gabi, Nicoly y Sofía están listas para asumir la responsabilidad.
"La gente vio a mujeres profesionales jugando y nos verán a nosotras, jóvenes, jugando", afirma Nicoly. "Verán que el fútbol femenino puede tener un gran futuro".
"Somos el futuro, estamos allí luchando", agrega Sofía.