La creación de la invitación definitiva
El sentimiento es universal: un balón rodando hacia ti es una invitación para jugar. Nuestro propósito de diseñar uno nuevo comenzó por esa invitación tan presente en el corazón del deporte y acabó siendo algo totalmente extraordinario. Te presentamos el nuevo Nike Flight, un balón de fútbol con una trayectoria un 30% más perfecta que su predecesor de Nike.
Nos encantan los datos
1,700 horas de laboratorio, 800 jugadores de fútbol, 68 versiones y una pierna robótica. Para mejorar un balón que ya gustaba a todo el mundo, necesitábamos datos. Muchos datos, en realidad. Por eso, registramos cada tiro que daban los jugadores de élite de todo el mundo y tomamos nota de absolutamente todo; desde el rango de giro a la velocidad y el ángulo del vuelo. Después, recreamos esas condiciones con una pierna robótica capaz de poner a prueba las variaciones de diseño más pequeñas sin detenerse. ¿El resultado? Un balón con un vuelo un 30% más perfecto que el de la versión anterior.
Constancia, constancia, constancia.
Esta fue la respuesta que dieron los jugadores cuando les preguntamos qué era lo más importante para ellos. Por eso es lo que hemos buscado con el balón Nike Flight. La tecnología Aerowsculpt utiliza la superficie del balón para hacer que el aire se mueva alrededor de este con más facilidad, del mismo modo que los hoyuelos de las pelotas de golf. Eso se traduce en menos ondulación en el aire y en un vuelo más estable y predecible que el del balón Nike Merlin.
Menos es más.
A diferencia de los balones tradicionales de 32 paneles, el Nike Flight tiene solo 4. Estos paneles van soldados en lugar de cosidos para que el diseño final lleve menos costuras rígidas y se genere una mejor zona de contacto. Además, agregamos una tinta 3D ACC (All Conditions Control) en la superficie para ofrecer el toque consistente que adoran los jugadores.
Juego verdadero
El balón Nike Flight es el resultado de años de investigación y el fruto del esfuerzo conjunto de ingenieros y jugadores de fútbol. Nos encanta la ciencia, pero, al final, todo se reduce a los pies, al balón y a la emoción que genera este deporte.