¿Qué es el oído de nadador y cómo puedes tratarlo?

"El oído de nadador es una infección del conducto auditivo externo", explica la Dra. Yi-Chun Carol Liu, médico tratante del departamento de Otorrinolaringología de Texas Children's Hospital y profesora adjunta en la Escuela de Medicina de Baylor.

Esta infección, conocida oficialmente con el nombre de otitis externa aguda, puede estar relacionada con la natación, pero es posible padecer esta incómoda afección incluso sin meterse al agua.

"A pesar de que el oído de nadador afecta generalmente a quienes pasan mucho tiempo en el agua, no es estrictamente necesario nadar para padecerlo", comenta Liu. "El oído de nadador puede presentarse por el desgaste del canal auditivo (como una raspadura), por un cuerpo extraño dentro del canal o por una limpieza excesiva del mismo".

La raspadura del canal auditivo con un hisopo de algodón es uno de los factores de riesgo más comunes del oído de nadador. De hecho, según un estudio realizado en 2004 en el International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology, el 70 por ciento de los niños participantes se habían limpiado los oídos con un hisopo de algodón dentro de los 10 días previos al diagnóstico.

Otros aspectos comunes del oído de nadador incluyen el exceso de humedad en el canal auditivo, la exposición a niveles altos de bacterias en agua contaminada y el uso de dispositivos para los oídos que pueden irritar la piel.

Hay diversos síntomas que indican que tal vez padezcas oído de nadador. De acuerdo con un estudio hecho en 1999 en Journal of the American Board of Family Medicine que analizó los resultados de muchas encuestas sobre atención médica, el síntoma más común es el dolor de oído; otros síntomas incluyen irritación de la piel, hinchazón, comezón, secreción y pérdida de la audición.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican que cualquiera puede padecer el oído de nadador, pero es más frecuente en niños. Es fácil confundir los síntomas del oído de nadador con una infección del oído medio, otra condición muy común en niños. Según los CDC, si puedes hacer movimientos en el oído externo sin tener dolor o molestias, probablemente se trate de una infección del oído medio y no de una otitis externa aguda.

"El tratamiento del oído de nadador simple no requiere antibióticos orales", dice el Dr. Steven Gold, otorrinolaringólogo en ENT and Allergy Associates. "Las gotas para los oídos son mucho más eficaces y adecuadas".

Una revisión en el 2019 de la afección y sus tratamientos encontró que los agentes antisépticos tópicos (tratamientos que detienen o disminuyen el desarrollo de microorganismos), que incluyen el ácido acético, clorhexidina, acetato de aluminio y otros, resultaron efectivos para los casos que podían tratarse en una semana. Pero para los casos más difíciles, es posible que se necesiten antibióticos o esteroides. Asegúrate de contactar a tu médico para saber cuál es el mejor tratamiento para ti.

El estudio también menciona que los médicos tratan esta afección aplicando gotas para los oídos para limpiar el canal auditivo y "usan antibióticos locales o corticosteroides" para tratar cualquier dolor.

No obstante, el médico especialista puede darte indicaciones adicionales si hay complicaciones. En un resumen de la afección realizado en 2020 y revisado por homólogos, esta puede incluir la otitis externa crónica, en donde la afección es recurrente; la otitis externa maligna, una infección grave que puede afectar los huesos en el canal auditivo y el cráneo, la celulitis periauricular o la infección bacteriana del tejido que rodea el oído externo y otras.

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Sin dudarlo, es mejor prevenir la enfermedad que tratarla. Hay unos pasos sencillos que puedes seguir para ayudar a reducir el riesgo de esta infección.

"Evita introducir cualquier cosa en el canal auditivo", sugiere Gold. "También es recomendable secar bien los oídos después de haber permanecido en el agua por mucho tiempo".

Puedes secar el exterior de los oídos con una toalla y ladear la cabeza para sacudir el exceso de agua. Los CDC recomiendan jalar un poco el lóbulo de la oreja mientras te ladeas para ayudar a sacar toda el agua. Para ayudar a prevenir que el agua entre en los oídos, considera usar una gorra de natación o tapones para los oídos dentro de la alberca.

Además, si frecuentemente padeces del oído de nadador, Gold sugiere el uso preventivo de gotas de ácido acético. Para conseguir estas gotas, necesitarás consultar al médico para que haga un diagnóstico y te dé una receta.


Escrito por Clara Olshansky