Michael Jordan era, ya desde el principio, un embajador internacional del baloncesto. A pesar de que hizo muchas apariciones en el extranjero para elevar la imagen de su deporte, una de las más notables tuvo lugar en su tierra natal durante una exhibición benéfica en 1988. Michael Jordan y un elenco de los mejores jugadores deleitaron a la multitud de Los Ángeles con 48 minutos de ofensiva pura e inquebrantable. Ambos equipos llegaron hasta los 200 puntos y rompieron el marcador literalmente. MJ, que se lució con sus mates en la primera mitad, lideró las anotaciones con 54 puntos. Estas Air Jordan III presentan los mismos colores que MJ llevaba durante esa noche mágica. Están confeccionadas con piel flor premium e incluyen una copia de la firma de MJ en la lengüeta. Como un guiño a su influencia mundial, las zapatillas vienen en una caja especial diseñada con la estética de los pasaportes, con papel de seda impreso que traza su viaje por todo el mundo.