Historias seleccionadas por Rebel Girls
Yasmina Sina
Yasmina ya no permite que la timidez le impida ser una entrenadora de fútbol increíble. Para lograrlo, pidió consejo a otras entrenadoras. Desde que lo hizo, cada semana acudía al entrenamiento con una sonrisa. Enseguida se dio cuenta de que había ganado muchísima confianza en sí misma, como su equipo. Poco después, fue aceptando más oportunidades para entrenar a jóvenes atletas, y también probó el kickboxing, que la hacía sentir incluso más fuerte. Ahora, el poder de Yasmina es ayudar a otras personas a alcanzar su potencial y no tener miedo de nada.
Yasmina Sina, Alemania. Fecha de nacimiento: 29 de marzo de 2004. Ilustración de Alice Wietzel.
La primera vez que Yasmina se plantó enfrente de un grupo de jóvenes atletas sintió que la boca se le secaba y el corazón se le aceleraba. Su nuevo equipo estaba sentado formando un círculo a su alrededor y mirándola. Todas esas caras jóvenes repletas de ilusión la miraban. Yasmina pensó que no podría ser su entrenadora y que no sabría manejar la situación.
Yasmina creció corriendo, saltando y haciendo carreras con sus primos. Sabía mucho sobre sus deportes preferidos. Entonces, ¿por qué le daba tanto miedo ser entrenadora? En ese momento, se dio cuenta de que la timidez dificultaba su avance. Se prometió que no dejaría que el miedo le impidiese ser la entrenadora que sabía que podía ser. Así que acudió a otras entrenadoras con más experiencia y escuchó sus consejos. A partir de ese momento, iba cada semana al campo con una sonrisa en la cara y lista para enseñar a sus chicas cómo pasar, regatear y marcar goles.
"Haz frente a las cosas".
Cuando el equipo ganó su primer partido, Yasmina entró en el campo a abrazar a sus chicas. Mientras celebraban la victoria, Yasmina pensó "¡Este es el mejor sentimiento del mundo!", y se dio cuenta de que había ganado tanta confianza como su equipo.
A Yasmina le gustó tanto ser entrenadora de fútbol que decidió aceptar otras oportunidades para entrenar a jóvenes atletas. El kickboxing y sus movimientos potentes de golpes de pies y patadas laterales la hacían sentirse muy fuerte. Como quería que otras chicas sintieran lo mismo, también empezó a enseñar kickboxing.
Ahora, el poder de Yasmina es ayudar a otras personas a alcanzar su potencial. Además, sueña con convertirse en enfermera para ayudar a más gente todavía, pero siempre será entrenadora. Es su manera de inspirar a otras chicas a no tener miedo, incluso cuando los retos parecen imposibles.