Convierte los contratiempos en oportunidades
Coaching
Si un obstáculo se pone entre tú y tus objetivos, no te desanimes. Levanta la barbilla y mira hacia adelante.
Algún día soñaste con casarte llegada una cierta edad, pero acabas de romper con tu pareja. Lo has dado todo en los entrenamientos para tu primera carrera, pero se ha cancelado. Llevas dos semanas siguiendo una dieta vegana, pero, a mitad de un burrito, notas que tiene una loncha de queso.
Tal como nos cuenta Carrie Jackson Cheadle, entrenadora de rendimiento mental y autora de "On Top of Your Game" y "Rebound", los obstáculos inesperados del tipo que sean pueden darnos ansiedad, desbordarnos e, incluso, paralizarnos. ¿A qué se debe esto? De acuerdo con Jackson Cheadle, cuando las cosas no van como queremos, podemos sentirnos fuera de control.
Según Jehan Sparks, científica del comportamiento especializada en juicio y toma de decisiones en la Universidad de California en Los Ángeles, cuando nos ocurre algo malo, podemos entrar en una cascada de pensamientos negativos. Empiezan a saltar las alertas por otras cosas que percibimos como una amenaza, dudamos de todo e internalizamos el momento a veces dándole incluso un aire catastrófico. Dicho en palabras de Sparks, "entramos en una espiral".
Sin embargo, nada de esto es necesario. "Los factores estresantes solo nos estresan si decidimos que no podemos enfrentarnos a la situación que se nos presenta", explica Jackson Cheadle. ¿Y eso qué quiere decir? Pues que tenemos el control absoluto. Podemos elegir desde qué lado vemos las cosas y cómo actuar en consecuencia. Hasta podemos usar esos contratiempos para catapultarnos hacia el éxito. ¿Quieres saber cómo?
"Los factores estresantes solo nos estresan si decidimos que no podemos enfrentarnos a la situación que se nos presenta".
Carrie Jackson Cheadle
Entrenadora de rendimiento mental
1. Deja que las emociones fluyan.
"No estés triste". "No dejes que te afecte tanto". ¿Te suenan estas frases? De acuerdo con Jackson Cheadle, es normal que te resistas a nuestra primera reacción ante eventos negativos, pero tienes que permitirte sentir esa clase de emociones para lograr salir del pozo.
Jackson Cheadle añade que, en algunos estudios, se ha demostrado que identificar correctamente nuestras emociones puede ayudarnos a acelerar la remontada. Para saber qué es esa sensación que nos embarga, Cheadle nos recomienda buscar en Internet una "lista de emociones" de 50 ejemplos, más o menos. Así, en vez de decir que sientes una emoción 'buena' o 'mala', sabrás que eso que sientes en realidad se llama 'desesperación', por poner un ejemplo. Identificar una emoción concreta, y recordar que no pasa nada por sentirla, nos ayuda psicológicamente a digerir lo ocurrido y a recuperarnos más rápido.
2. Acepta lo ocurrido y actúa.
El espectáculo debe continuar y, para ello, hay que improvisar: ocurra lo que ocurra sobre el escenario, hay que aceptarlo y partir de ahí. Como explica Jackson Cheadle, si nos invaden los alienígenas, no podemos negarlo, porque entonces no tendremos forma de luchar. Lo mismo se aplica a los chascos. Si te cierras en banda y piensas "Esto no me puede estar sucediendo", te atascarás. Acepta lo ocurrido y piensa en cuál es el siguiente paso que vas a dar. Así, estarás en una mejor posición para remontar.
De acuerdo con Sparks, esta forma de ver las cosas nos ayuda a desarrollar y mantener una actitud de crecimiento, o la creencia de que podemos aprender de las situaciones difíciles en vez de pensar que nuestras habilidades son las que son. Por ejemplo, si te despiden, en vez de decirte que la profesión que has elegido no es lo tuyo, haz una lista de las habilidades que puedes mejorar en tu nuevo tiempo libre. Si te haces un esguince una semana después de comenzar tu nueva rutina de running, en vez de abandonar el deporte para siempre, puedes comprometerte a hacer pequeños ejercicios que mejoren tu equilibrio una vez te recuperes.
Sparks añade que, al hacer este cambio de chip, ganamos en resolución. "A las personas resueltas les suele ir bien porque se adaptan a los contratiempos. Aprenden de las experiencias negativas".
3. Céntrate en el lado positivo.
Al igual que el pesimismo es como una bola de nieve que se va haciendo cada vez más grande, el optimismo puede brillar con más intensidad. De acuerdo con Sparks, si piensas en los aspectos positivos de tu vida o en cosas que agradeces especialmente cuando estás pasando por un mal momento, empezarás a darte cuenta de que hay más de los que creías. Pensar en las ventajas inesperadas de una nueva situación (si cancelan una carrera, puedes correr una virtual por la ruta que quieras o, si te mudas a casa de tus padres, puedes ahorrar más para un piso más bonito) es otra forma de llenarnos de energía positiva. Ambas acciones te dan la confianza y motivación que necesitas para encaminar la vida y volver a intentarlo.
Sparks afirma que lo importante es esperar a poner en práctica estas tácticas después de experimentar los sentimientos negativos y antes de entrar en una espiral de negatividad. "Hacerlo demasiado pronto resulta contraproducente, ya que no se siente auténtico", dice. Recuerda tomar nota de las emociones negativas antes de ver las cosas desde un punto de vista más objetivo y reflexionar sobre las cosas buenas para salir del atolladero.
4. Adapta tus objetivos a la nueva situación.
No importa qué quieres conseguir, cuando te sales de la pista, debes recalibrar tus objetivos. De acuerdo con Jackson Cheadle, al cerebro le gusta amarrarse a las expectativas que teníamos en un principio, incluso si cambian las circunstancias. Pero si no adaptas tus objetivos, corres el riesgo de sentir que has fracasado, hagas lo que hagas.
Estos ajustes dependen de lo que quieras hacer y de lo que te motive. Es posible que debas mover fechas y, en vez de viajar con tus amigos este año, hacer un viaje mejor y más grande el año que viene. Quizá necesites crear una rutina que puedas seguir y salir un día a la semana para calentar motores. Como explica Jackson Cheadle, da igual cómo lo recalibres, la clave es que anotes en una libreta el nuevo objetivo, así como los pasos exactos que darás para cumplirlo. Con un gesto tan sencillo, activarás la región de tu cerebro orientada a la acción y aumentarás la probabilidad de éxito.
Terminemos con una reflexión que te alegrará el día: aunque en el momento no lo parezca, los imprevistos pueden darte una ventaja de rendimiento gracias a lo que los expertos denominan "crecimiento postraumático". En un estudio publicado en 2019 por la Kellogg School of Management de la Universidad Northwestern los investigadores estudiaron a jóvenes científicos que sufrieron algún que otro revés en sus primeros años de trayectoria. Los investigadores hallaron que, diez años después, el rendimiento de estos científicos era mayor que el de sus homólogos, y que publicaban investigaciones con una mayor cantidad de citas y con un mayor impacto en su campo de investigación. De acuerdo con el autor principal del estudio, Dashun Wang, una de las teorías que se baraja es que las experiencias difíciles nos dan más fuerza y mejoran nuestra capacidad resolutiva. Y, quizá gracias a esos momentos de adversidad, los científicos parecían haber alcanzado una mejor versión de sí mismos.
Moraleja: toda adversidad puede llegar a convertirse en una ventaja.
Texto: Marissa Stephenson
Ilustración: Davide Bonazzi
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