Explicación de todas las posiciones en el hockey sobre hielo

Los jugadores de hockey forman un triángulo sobre la pista. Esta formación está compuesta de una línea ofensiva de tres posiciones (un centro y dos extremos), una línea defensiva de dos jugadores y un portero. Para dar comienzo al partido, el árbitro hace sonar el silbato y tira el disco o "puck" en el hielo. Los extremos intentan meter el disco en la portería del equipo contrario, mientras los defensas bloquean cualquier intento de que el disco entre en la suya.

A continuación, Martel y Matt Deschamps, entrenador auxiliar de hockey sobre hielo en la Universidad de Michigan, nos explican cada una de las posiciones del hockey sobre hielo. Descubre las responsabilidades que tienen y las habilidades que necesitan cada una de las 6 posiciones de los jugadores de hockey.

Como el nombre indica, el centro se encuentra en medio de la acción. Antes de comenzar el partido, este jugador se coloca justo en frente del centro del otro equipo y, cuando el árbitro tira el disco en el hielo, ambos compiten para controlarlo. Este momento se conoce como "faceoff" o "cara a cara".

El papel del centro durante el cara a cara es crítico: es la primera oportunidad que tiene de apoderarse del disco y llevarlo hasta la portería contraria para marcar un gol. Pero su responsabilidad no acaba ahí. El centro es uno de los jugadores más versátiles del hockey sobre hielo, tal como explica Deschamps. Como debe moverse por toda la pista para apoyar a sus compañeros, necesita contar con importantes habilidades ofensivas y defensivas.

Los centros también tienen que ser capaces de tomar decisiones rápidamente. Esta habilidad recibe el nombre de "IQ" (coeficiente intelectual) del jugador de hockey. Deschamps apunta que el coeficiente del centro tiene que ser muy alto, ya que la persona que desempeña esta posición necesita procesar información y reaccionar rápidamente en el momento álgido del partido.

Los otros dos delanteros de la línea ofensiva son los extremos izquierdo y derecho. También conocidos como laterales, estos jugadores comienzan el partido a los lados del centro y ayudan a llevar el disco hasta la portería contraria. Además, echan una mano a los defensas cuando el equipo contrario está en posesión del disco.

Los extremos se colocan muy cerca de los laterales para recoger el disco a lo largo de la valla (la pared larga que bordea la pista) y devolverlo al centro del hielo.

Según Martel, eso no quiere decir que los defensas y el centro no vayan a recoger el disco, sino que los extremos suelen estar en el área donde eso ocurre. Normalmente, compiten contra un jugador del equipo contrario para apoderarse del disco a través de técnicas o maniobras que crean espacio para hacer pases y marcar un gol.

Dependiendo de si los jugadores son zurdos o diestros, los entrenadores pueden colocar a los extremos en el lado contrario de su lado dominante para que les sea más fácil pasar. Por ejemplo, si tu mano dominante fuese la izquierda, jugarías como extremo derecho. Esta posición aumentaría tu ángulo de tiro y, a su vez, crearía más oportunidades de marcar. Sin embargo, también se puede jugar en un lado u otro según las preferencias de cada uno.

Detrás de los delanteros se sitúan los defensas izquierdo y derecho. Estos jugadores se colocan más cerca de la portería de su equipo y tratan de evitar que el rival marque haciendo uso de sus impresionantes habilidades de patinaje. En concreto, según explica Deschamps, los defensas tienen que saber patinar muy bien hacia delante y hacia atrás. Patinar hacia atrás es muy útil cuando se intenta robar el disco al oponente.

Al igual que los otros jugadores, los defensas necesitan contar con una excelente coordinación ojo-mano y tener destreza con el stick. Martel explica que estas habilidades las usan principalmente en situaciones de mucha presión, por ejemplo cuando el disco corre el riesgo de entrar en su portería. Los defensas deben ser capaces de mantener la calma y la concentración en estas circunstancias.

Para evitar que la línea ofensiva llegue a la portería, los defensas tienen que tener resistencia física. Deschamps explica que, entre otras cosas, esto les servirá a la hora de chocar contra los jugadores y evitar que avancen a lo largo de la valla.

El portero tiene una misión muy clara: evitar que el disco entre en la portería.

Sin embargo, jugar de portero es más complejo que parar los disparos del rival. Este jugador también debe ser capaz de redirigir el disco hacia sus compañeros de equipo. Si el disco acaba en manos del equipo contrario, el portero tendrá que prepararse para bloquear un nuevo lanzamiento. Por tanto, para ser un buen portero hace falta ser ágil y reaccionar rápido.

También es importante contar con una gran fortaleza mental, pues los errores de un delantero o defensa no son tan evidentes como los de un portero. Cuando un portero comete un fallo y el rival le marca un gol, puede sentirse responsable.

Por eso, tal como apunta Martel, tienen que ser capaces de restarle importancia, reponerse y volver a jugar con normalidad.

Mientras que las posiciones de otros jugadores suelen ser intercambiables, la de portero no. Deschamps explica que jugar como portero es otro mundo, pues la forma en la que patinan y el espacio reducido en el que juegan difieren mucho de los de las otras posiciones.

Texto: Lauren Bedosky