Explicación de todas las posiciones en el baloncesto

El baloncesto ha evolucionado. Tradicionalmente, las cinco posiciones de cada lado de la cancha, numeradas del 1 al 5, tenían unas funciones estrictamente definidas. En el baloncesto actual no siempre es así.

Terri Mitchell, segunda entrenadora del equipo femenino de baloncesto de la Universidad de Pittsburgh (EE. UU.), explica que, antes, cada atleta se limitaba a hacer lo que su posición requería. Sin embargo, ahora se han ampliado sus funciones en la cancha.

Mitchell señala que, en lugar de encajar a cada persona en las posiciones 1, 2, 3, 4 y 5, los entrenadores actuales suelen sacar a la cancha a sus mejores jugadores y adaptan los entrenamientos a los puntos fuertes de cada uno.

Mitchell y James Howard, entrenador del equipo femenino de baloncesto de Georgetown (EE. UU.), señalan que, en parte, las posiciones del baloncesto cambian porque los jugadores ahora tienen más habilidades que les capacitan para jugar en otras posiciones.

Howard comenta que, por ejemplo, ahora quienes juegan como pívots deben ocupar más espacio que antes. Él considera que el baloncesto está dejando de tener unas posiciones tan fijas, porque las posiciones han ampliado sus destrezas y también porque los jugadores aprenden a jugar en todas las posiciones.

Aunque el baloncesto tiende a tener posiciones menos definidas, todavía están presentes. Mitchell y Howard nos explican las cinco posiciones tradicionales del baloncesto, las diferencias que hay y cómo cambia cada una.

Contenido relacionado: 5 beneficios de jugar al baloncesto según la comunidad experta

Mitchell señala que el escolta, la posición 2, suele ser quien mejor lanza a canasta. Cuando entrenas al equipo y planeas una jugada, tienes en cuenta al mejor tirador que sabe anotar triples. Por eso se diseñan las jugadas en base a ese jugador.

Los escoltas suelen lanzar muchas canastas desde fuera del perímetro de triple y también tiros en suspensión dentro del perímetro pero fuera de la zona, que es el área entre la línea de tiros libres y la canasta.

Hoy en día, a medida que las posiciones son más difusas y los jugadores lanzan mejor a canasta, los equipos no siempre tienen un escolta al uso en la cancha. Mitchell explica que se suele entrenar a los jugadores para que estén en todas partes y jueguen en cualquier posición.

Antes, incluso cuando las posiciones estaban más definidas, diferenciar un escolta de un alero (la posición 3) era algo complicado. Las dos posiciones juegan en la parte exterior del ataque, cerca de la línea central a ambos lados del base mientras avanzan con la pelota. Por eso se suele decir que juegan en el lateral.

Howard señala que, si hay una diferencia, sería que el alero es el tipo de jugador que consigue llegar a la canasta. Aunque un escolta puede hacer un tiro en suspensión, el alero suele avanzar hasta la canasta para hacer una bandeja o un tiro similar.

Además, los aleros tienen muy buena forma física. Son capaces de cazar rebotes y romper los ataques. También son unos de los mejores defensas para detener al mejor lanzador del equipo contrincante.

Mitchell comenta que el alero es un jugador muy completo porque hace un poco de todo: sabe tirar, coger rebotes, hacer bandejas y mucho más.

El ala-pívot y el pívot forman la principal línea de choque, por lo que juegan más cerca de la canasta que el base, los aleros y los escoltas, tanto en ataque como en defensa. Suelen ser jugadores muy altos, y eso les permite hacer tapones al equipo contrario y recuperar rebotes para anotar puntos.

Las principales diferencias entre un ala-pívot y un pívot, según explica Howard, son que los primeros (esta posición también se conoce como número 4) suelen tener un mejor control de la pelota y encestar desde más lejos.

Howard señala que los ala-pívots tienen la capacidad de controlar la pelota para sacarla de los postes bajos y las líneas de la zona restringida. Ahora, los entrenadores opinan que estos jugadores deberían ser capaces de marcar más triples.

Un oponente que marque a un ala-pívot no puede quedarse en su posición cerca de la canasta, porque, si se aleja, existe el riesgo de que ejecute un tiro en suspensión. Como consecuencia, los defensas salen de la pintura y cruzan las líneas de la zona restringida, según comenta Howard. Así que se genera más espacio para que los ala-pívots hagan bandejas o para que los pívots recuperen la pelota y tiren desde muy cerca.

Mitchell subraya que los ala-pívots deben ser muy buenos pasando la pelota. Antes, cuando un equipo recuperaba un rebote defensivo, siempre se le daba la pelota al base para comenzar un ataque. Ahora, muchos ala-pívots hacen jugadas que antes se consideraban de base, como distribuir el balón después de recibir rebotes defensivos para comenzar un ataque.

Los ala-pívots tienen muchas responsabilidades: lanzar desde lejos y desde cerca, pasar, cazar rebotes y servir de pantalla para crear oportunidades ofensivas para otros jugadores. Por eso, Mitchell afirma que una de las destrezas más importantes de un buen 4 es la determinación, el coraje. La entrenadora asegura que la actitud de un ala-pívot debe ser la de hacer todo lo posible para que el equipo triunfe.

A veces, la ayuda llega en forma de zapatillas nuevas. Si buscas unas zapatillas que te ayuden a ahorrar energía durante el partido, prueba las Nike G.T. Hustle 3 Blueprint.

Los pívots ocupan la quinta posición, la que normalmente está más cerca de la canasta. Suelen ser, aunque no siempre es el caso, los jugadores más altos de la cancha para poder hacer jugadas de defensa o de ataque bajo el aro. Howard y Mitchell coinciden en que, años atrás, los pívots no solían hacer buenos tiros en suspensión.

Tampoco les hacía falta: Howard señala que, en el baloncesto tradicional, los pívots estaban de espaldas a la canasta. La pelota se les pasaba dentro de la zona y cogían la posición en el poste bajo, es decir, esquivaban a un defensa de espaldas a la canasta antes de pasar o lanzar.

Su jugada más típica eran los tiros cortos a canasta con movimientos, giros y pivotes cerca del poste bajo, en la base de la pintura. La altura de los pívots hace que esta técnica sea más efectiva: si se giran para hacer un tiro corto en suspensión, su estatura abre más distancia con el defensa y, por tanto, es menos probable que los bloqueen.

Si este movimiento los lleva a estar más cerca de la canasta, hay menos probabilidades de que otros jugadores más altos corten la jugada si termina en bandeja. Y, si hay rebote, ya estarán más cerca del aro.

Mitchell apunta la persistencia y el trabajo constante como virtudes de los pívots.

Según nos cuenta, quizá no se les dé muy bien encestar desde fuera de la zona de tiro libre, pero son capaces de recuperar 10 rebotes por partido. Deben estar en una posición en la que puedan hacer bandejas.

Howard explica que, como los jugadores ahora son más hábiles y las posiciones están cambiando, los pívots tienen la técnica y la motivación para implicarse en el juego más que nunca. En lugar de permanecer cerca de la canasta, ahora muchos acuden a la línea de 3 puntos y tiran desde lejos, algo que no solían hacer antes.

También se les exige botar mejor, según Howard: "Antes, tirabas la pelota dentro y el pívot jugaba fuera del poste bajo (la zona pintada en el suelo en la base de la zona de tiro libre). Ahora, recorren un área más amplia, salen de la línea de 3 puntos y saben atacar al terminar de botar". Entran hacia la canasta en vez de limitarse a atrapar la pelota cerca del aro.

Howard comenta que, cuando el pívot puede moverse fuera de la pintura, pero también sabe anotar, se abren espacios en mitad de la cancha. De esta forma, otros jugadores como los aleros, los escoltas y los ala-pívots pueden llegar a la canasta para hacer bandejas.

Para jugar en la posición actual de pívot, que implica tanto estar cerca de la canasta como alejarse de ella para encestar, se necesita agilidad, buena forma y una mentalidad fuerte. Son jugadores que luchan y lo dan todo.

Texto: Greg Presto