¿Por qué es tan importante dormir para la recuperación de los deportistas? Explicación de la comunidad experta

Salud y bienestar

Si quieres mejorar tu rendimiento, piensa en darle tanta importancia a tu rutina de sueño como a tus entrenamientos.

Última actualización: 27 de diciembre de 2022
8 min de lectura
¿Por qué es tan importante dormir? Los expertos explican su papel en la recuperación atlética

Hay muchas estrategias para recuperarse después de entrenar que pueden ser de gran ayuda. Algunos ejemplos son distribuir los macronutrientes de la dieta, la punción seca, los masajes de tejido profundo o tomarse un día de descanso. Hay un método de recuperación que ya está presente en tu día a día de forma natural y es fundamental: dormir.

Contenido relacionado: Por qué los masajes a uno mismo son el método definitivo previo al entrenamiento

¿Por qué es importante dormir?

¿Por qué es tan importante dormir? Los expertos explican su papel en la recuperación atlética

Una revisión de una investigación publicada en 2019 en la revista International Journal of Sports Medicine señala que dormir es imprescindible para la salud y, en consecuencia, para el rendimiento deportivo. Las investigaciones sugieren que la falta de sueño puede retrasar el tiempo de reacción, reducir la fuerza y la resistencia y hacer que empeoren nuestro nivel de energía y nuestro estado de ánimo.

Otro análisis publicado en 2021 como declaración de consenso de expertos en medicina deportiva en la revista British Journal of Sports Medicine indica que los deportistas de élite pueden verse especialmente afectados por el déficit del sueño, que incluye problemas como no dormir lo suficiente o tener un sueño interrumpido cuando consiguen dormir, ya sea por factores como las horas de comienzo de las competiciones, los viajes o las lesiones. En ese mismo estudio se añade que las investigaciones previas realizadas con un mayor número de personas, no solo en deportistas, demostraron que la falta de sueño está relacionada con otros problemas para la salud, incluido un mayor riesgo de infecciones respiratorias y de problemas del corazón.

Por ejemplo, un estudio publicado en 2022 en la revista Journal of the American Heart Association concluye que dormir muy poco, dormir demasiado o tener unos patrones de sueño irregulares son aspectos relacionados con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Otros estudios sugieren que la calidad del sueño también influye en un gran número de factores, como en la respuesta del sistema inmunitario, la capacidad de regular el azúcar en sangre de forma efectiva y la salud intestinal.

Contenido relacionado: Cómo pueden mejorar tu rendimiento atlético los buenos hábitos de sueño

Chris Winter, médico y presidente de Charlottesville Neurology and Sleep Medicine, afirma que todos estos aspectos contribuyen a la recuperación después de los entrenamientos. Eso no solo influye en la energía que tendrás cuando vuelvas a hacer ejercicio, sino también en tu energía mental y tu energía física.

Winter explica que no solo basta con dormir bien para tener un buen rendimiento al día siguiente. Aunque a veces puede darse ese caso, la calidad del sueño puede afectarte de más formas de las que te imaginas: no solo influirá en la recuperación tras los entrenamientos, sino que probablemente también afectará a todos los aspectos de tu salud.

Por qué es bueno dormir para la recuperación

¿Por qué es tan importante dormir? Los expertos explican su papel en la recuperación atlética

Al dormir, y sobre todo en la fase del sueño profundo, el cuerpo lleva a cabo un trabajo de reparación que no puede realizar cuando está activo. Por ejemplo, Chris Winter señala que la glándula pituitaria libera la hormona del crecimiento, que se utiliza para la generación de nuevas fibras musculares y para la reparación del tejido muscular dañado. Este es el motivo por el que los expertos en salud y los entrenadores personales afirman que no solo basta con entrenar para aumentar el tamaño y la fuerza de los músculos. Los músculos se fortalecen después de haberse reparado tras los entrenamientos. Limitarse a hacer ejercicio sin recuperarse como es debido no es suficiente y puede provocar más daños e inflamación en los músculos por entrenar en exceso.

Winter añade que otro aspecto importante de la recuperación es la disminución del estrés. Hacer ejercicio genera cierto nivel de estrés físico y mental. Practicar técnicas para disminuir el estrés a lo largo del día es beneficioso, pero el sistema nervioso central alcanza su mayor punto de relajación durante el sueño. Dicho de otra manera, una buena noche de descanso es como un reseteo del sistema nervioso central y reduce los efectos negativos del estrés crónico.

La conexión entre descanso y recuperación

¿Por qué es tan importante dormir? Los expertos explican su papel en la recuperación atlética

El sueño puede favorecer la recuperación y mejorar el rendimiento deportivo en general, pero practicar deporte también tiene sus beneficios para el sueño. Las investigaciones indican que hacer ejercicio con frecuencia, como, por ejemplo, entrenamientos de fuerza, puede mejorar la calidad del sueño.

Contenido relacionado: ¿Te cuesta dormir? Esto es lo que los expertos dicen que hay que hacer

Incorporar entrenamientos de fuerza a tu rutina semanal puede tener sus beneficios, según indica Jason Bennie, investigador del sueño y del deporte y profesor adjunto de epidemiología de la actividad física en la Universidad de Southern Queensland de Australia. En otras palabras, tener una rutina constante de ejercicio mejora el sueño, y un mejor sueño equivale a un mejor rendimiento en el deporte, por lo que ambas prácticas se complementan y se benefician una de la otra.

Por ejemplo, Bennie fue el autor principal de un estudio de más de 23.000 adultos publicado en 2020 en Preventive Medicine Reports en el que se concluyó que, independientemente de la frecuencia y de la intensidad, cualquier entrenamiento de resistencia mejora la calidad del sueño incluso para las personas que tienen problemas de insomnio. Bennie señala que un aspecto destacable de ese estudio fue la diversidad de las personas participantes, entre las que había tanto hombres como mujeres de entre 18 y 65 años.

Teniendo en cuenta el gran número de personas que participaron, Bennie afirma que hay pruebas convincentes de la relación entre el entrenamiento de resistencia y la mejor calidad del sueño, independientemente de la edad y de la persona. Además, añade que la fortaleza de esta relación puede deberse a varias razones. Entre ellas, encontramos una mejor variabilidad de la frecuencia cardíaca y una mejor presión arterial, además de mejoras en la regulación de la glucosa y del colesterol. Se ha demostrado que la calidad del sueño y el ejercicio regular favorecen todas estas funciones del cuerpo. Evidentemente, siempre es buena idea hablar con tu médico o entrenador antes de empezar un programa de entrenamiento nuevo.

Bennie señala que, si solo vas a centrarte en varios aspectos de tu salud, que sean estos dos, ya que se complementan muy bien. Cuanta más atención prestes al sueño, más probabilidades tendrás de mejorar tu actividad física, y viceversa.

¿Cuántas horas debes dormir?

¿Por qué es tan importante dormir? Los expertos explican su papel en la recuperación atlética

Como el sueño es bueno para el rendimiento y la recuperación, surge la siguiente pregunta: ¿cuántas horas tienes que dormir para notar cambios? Al igual que con la pregunta de qué cantidad de agua adecuada hay que beber al día, la respuesta es: depende. Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses recomiendan dormir entre siete y nueve horas diarias, Winter afirma que habría que matizar esta pauta para que fuera más acertada.

Puede servir como una recomendación general, pero él mismo indica que, cada vez más, lo que importa es el número de horas que duermas por semana. Es decir, puedes dejarte llevar alguna noche que otra, pero sin pasarte ni obsesionarte y pensar que acostarte tarde una noche va a pasarte factura los próximos días.

El número de horas semanales debe ser regular, y suele rondar las 50 y las 60 horas de sueño por semana. Winter explica que echar alguna que otra cabezada para alcanzar esas horas puede ser una buena idea, siempre que sea algo ocasional y no se convierta en un hábito diario. Además, el sueño varía para todo el mundo, por lo que debes probar a dormir diferentes horas y experimentar con la hora de irte a dormir y de levantarte para saber qué es lo mejor para ti.

Por ejemplo, la declaración de consenso de la revista British Journal of Sports Medicine recomienda un enfoque individual que tenga en cuenta lo que necesita cada deportista, incluidas la intensidad de entrenamiento y las necesidades de recuperación.

Winter aconseja llevar un registro de las horas de sueño y de los entrenamientos, con variables como la duración de las sesiones, la hora de acostarse, la percepción de la calidad del sueño, si te levantas con las pilas cargadas o con somnolencia y los niveles de energía a lo largo del día, sobre todo en los días que entrenes. Identificar patrones puede ayudarte a saber bien cuántas horas necesitas dormir para, una vez que lo sepas, centrarte en ser constante con el sueño.

Winter asegura que, a veces, basta con tener más presente la conexión entre sueño, ejercicio y recuperación para mejorar nuestros hábitos.

Texto: Elizabeth Millard

Publicación original: 16 de diciembre de 2022

Historias relacionadas

Alcohol y sueño: todo lo que necesitas saber

Salud y bienestar

Lo que debes saber sobre el alcohol y el sueño, según los expertos

Cinco posturas de yoga recomendadas por los expertos para dormir

Salud y bienestar

5 posturas de yoga para dormir mejor

Cómo dormir mejor de noche de forma natural según los expertos

Salud y bienestar

Cómo dormir mejor de noche según dos expertas

Qué hacer si tienes una ampolla de sangre en un dedo del pie según los podólogos

Salud y bienestar

Qué hacer si tienes una ampolla de sangre en un dedo del pie según los podólogos

Tendinitis y tendinosis: cómo evitarlas y tratarlas

Salud y bienestar

¿No sabes si es tendinitis o tendinosis? Te ayudamos a distinguirlas