Prepárate para lo inesperado con la visión de esta estilista sobre los looks coloridos
Cultura
La estilista Michelle Li innova con looks llenos de estampados abstractos, estructuras y brillos. Hace falta mucha seguridad para romper el molde y ella la ha cosechado creciendo en Indiana (EE. UU.)
"Más allá del estilo" es una serie que explora cómo las mentes creativas emergentes unen estilo personal e identidad.
A Michelle Li le encanta jugar con los colores, ya sea a través de la ropa, el maquillaje o el pelo. No es solo una afinidad; es algo que aprendió a dominar en un curso de teoría del color de la escuela de diseño. "Me ayudó a entender cómo funcionan los colores", explica. "Ahora trabajo con ellos por fases: me centro en uno y experimento con todos sus tonos y con la forma en la que funcionan juntos".
Cuando estaba en Indiana, Michelle quería destacar en el modesto entorno del Medio Oeste. La moda se convirtió en su vía de escape. "Tenía sed de estímulos y quería inspirarme en todo lo relacionado con la moda", recuerda. "No podíamos permitirnos muchos lujos, así que tuvimos que tirar de ingenio".
Ahora, asentada en Nueva York, esta estilista se inspira constantemente en el estilo y la moda de sus vecinos del centro de la ciudad. Su estilo es extravagante. Los patrones y los estampados chocan con las capas de textura y volumen, y el pilar de todos sus looks son las zapatillas, una tendencia a la que, lo admite, llegó tarde.
Sin embargo, no usa zapatillas solo por una cuestión de estética. Michelle dice que, cuando se trata de moda, no hay nada que valore más que la funcionalidad. Además, es una atleta entusiasta que alterna entre el tenis, el running y el ciclismo cuando su agenda se lo permite. En esta entrevista nos habla de la evolución de su estilo y de cómo la comodidad y el color se han convertido en su clave principal.
Empecemos por el principio. ¿Cómo ha definido tu ciudad natal tu identidad?
Pasé mi infancia en Greenwood (Indiana, EE. UU), donde la mayoría de las personas eran blancas. Mis padres emigraron de China y creo que éramos la única familia asiática. Siempre me sentí fuera de lugar. Luego nos mudamos a Carmel, donde sí había mucha más gente asiática. Me gustaba mucho, pero entonces me dije: "Quiero destacar". Empecé a sumergirme más en la moda y a utilizarla como una forma de sentirme especial y diferente. A mis amigos y a mí nos encantaba arreglarnos. Nos poníamos un sujetador deportivo por encima de una camiseta y nos parecía algo loco y superchulo. Eso me hizo apreciar mucho el estilismo y las distintas formas de combinar las prendas.
¿Cómo encontraste finalmente la inspiración o empezaste a definir tu estilo cuando aún estabas en el Medio Oeste?
Me encanta ver películas de instituto y fijarme en el diseño del vestuario y en cómo los diferentes looks ayudan a caracterizar a los personajes. Me ponía las mismas películas una y otra vez, y me fijaba en todos los detalles. Una de esas pelis era El sueño de mi vida. Me encantaban esos estilismos y creo que aquellos looks marcaron mi forma de vestir durante el instituto.
Si crecías en las afueras, tu ropa era la que hubiera en el centro comercial de la zona. Si encontrabas algo que se saliera de esos márgenes, te sentías superespecial. Es una época muy curiosa; todo pasa al mismo tiempo, vas buscando tu lugar y en realidad, no importa dónde vas o qué te pones, sino cómo te lo pones. Y eso es muy guay.
Ahora que vives en Nueva York, ¿qué has aprendido sobre la moda en esta ciudad?
Siempre aprendes algo del estilo de cada persona. Suelo ver a una mujer que va en bici por Spring Street. Tendrá unos 60 años y su estilo es increíble. Me transmite un montón de energía e inspiración. Yo me conozco lo suficientemente bien para saber lo que me queda bien, así que me siento bastante agradecida de ver los looks de los demás y elegir los elementos que me gustan para intentar llevarlos yo.
¿De qué manera ha influido tu ascendencia china en tu estilo?
Para mí, es más una mentalidad que una estética. Estoy muy orgullosa de mi trabajo, de los looks que creo, de mi propio estilo personal y de llevarlo totalmente a mi manera. Cuando pienso en por qué me atraen tanto los estampados florales de líneas finas y colores vivos, me acuerdo de cómo vestía mi madre cuando llegó a Estados Unidos. Ella reinterpretó la forma de vestir de nuestra zona, pero también intentó mantenerse fiel a sí misma llevando estampados chinos.
"Cuando pienso en por qué me atraen tanto los estampados florales de líneas finas y colores vivos, me acuerdo de cómo vestía mi madre cuando llegó a Estados Unidos".
El color es un aspecto que define mucho tu estilo. ¿Cómo lo abordas?
Siempre me ha resultado muy divertido cambiar la cantidad de color de un look y ver cómo reaccionan y se relacionan el resto de tonos. Aunque también hay colores con los que no me veo para nada. Por alguna razón, nunca me pondría el amarillo. Si me lo pongo, seguro que acabo pareciendo un plátano. El color es algo que hay que tratar con cuidado porque puede transmitir un estado de ánimo muy específico. He cometido muchos errores con mis looks y a veces, al verme, he pensado que parecía que iba disfrazada.
¿Por qué empezaste a integrar el look deportivo en tu estilo?
He llevado muchísimos looks incómodos en el pasado y ahora la comodidad es mi prioridad número uno. Casi siempre llevo zapatillas. Me encanta mezclar el look estilizado y práctico de la ropa deportiva con piezas más chic. Y claro, añadir colores siempre es un reto divertido.
Hablando de ropa deportiva, ¿qué piensas de la cultura de las zapatillas?
Un día, en una librería de Japón, me di cuenta de que la cultura de las zapatillas llevaba ahí mucho tiempo. Me topé con unos catálogos de Nike que hablaban de la historia y la evolución de las Air Max, las Air Force 1 y las Nike Shox. En ese momento, pensé: "Quiero aprender más sobre esto y descubrir cuáles son mis zapatillas ideales". Ahora mismo me encantan las Nike VaporMax Plus. Cuando estaba en el colegio me moría por unas Nike Shox, pero no podíamos permitírnoslas. Así que, para mí, estas zapatillas son una forma de mimar a mi yo del pasado.
Con una agenda tan apretada, ¿cómo te mantienes en activo? ¿Qué te funciona mejor?
Bueno, crecí jugando al tenis y es un deporte que me encanta, pero al mudarme a Nueva York vi que aquí hay pocas pistas de tenis. Solía jugar tres horas al día, así que en mis primeros años en la ciudad me costó mucho trabajo encontrar otra forma de entrenar. Daba clases al azar, pero no llegué a establecer una rutina. Ahora estoy empezando a correr mucho. Odiaba correr; no le pillaba el gusto. Ahora he probado a cambiar la perspectiva de "tengo que correr 8 kilómetros todos los días" a "quiero correr para despejar la mente y mejorar mi salud mental". Eso me ha ayudado mucho. Así me siento bien aunque no haya corrido mucho. Después de un largo día, incluso si estoy muy cansada, me digo a mí misma que tengo que salir a correr. Siempre puedes reservar 30 minutos para hacerlo. No hay excusas. ¿Quién no dedica ese tiempo a mirar Instagram por las mañanas?
Texto: Sydney Gore
Fotografía: Elizabeth Wirija
Publicado: septiembre de 2020