Qué es la tendinitis del manguito rotador y cómo se cura Explicación de expertos

No importa si eres deportista de fin de semana, atleta universitario o alguien que acaba de empezar en el mundo del fitness, las lesiones por sobrecarga pueden ser un riesgo y, a menudo, pueden convertirse en una realidad. Dependiendo del deporte o la actividad, la inflamación de los tendones, conocida como tendinitis, puede darse en diferentes articulaciones y zonas del cuerpo. Según las investigaciones, los dolores de columna y de rodilla encabezan la lista de quejas de las personas adultas estadounidenses. ¿Quieres saber cuál es tercer puesto? El dolor de hombros. De hecho, aproximadamente el 67 % de las personas adultas estadounidenses sufrirán dolor de hombros a lo largo de sus vidas.

Según esta investigación, entre estos dolores, las lesiones del manguito rotador, especialmente la tendinitis y la tendinopatía del manguito rotador, suelen ser las más frecuentes. Esto puede hacer que sea incómodo o doloroso levantar el brazo. ¿Cómo se desarrolla la lesión del manguito rotador? Y, antes de nada, ¿qué es exactamente el manguito rotador? A continuación te explicamos esto y mucho más.

Como explica la American Academy of Orthopaedic Surgeons, el manguito rotador es un grupo de músculos y tendones que cubren la superficie del hueso largo del brazo, llamado húmero. El manguito rotador es el que hace que podamos levantar y mover los brazos.

¿Te duele al levantar los brazos por encima de la cabeza?

"La tendinitis del manguito rotador es una patología inflamatoria aguda de uno de los tendones del manguito rotador", afirma Mary Kate Casey, fisioterapeuta y propietaria del PREP Performance Center en Chicago.

¿Cómo aparece la tendinitis del manguito rotador? Puede ocurrir por movimientos repetitivos por encima de la cabeza, como el levantamiento de pesas o el lanzamiento de una pelota de béisbol, pero también al hacer flexiones o dominadas. La Cleveland Clinic explica que estos movimientos repetitivos pueden provocar una irritación que a la larga hace que los músculos del manguito rotador se desgasten al rozar con el hueso. Si no se trata, puede acabar en un desgarro.

Los movimientos repetitivos en el hombro también pueden cambiar la forma en la que se mueve, causando problemas. Casey comenta: "Con el tiempo, la mecánica del hombro se ajusta para volverse un poco más disfuncional, causando un desgaste en el tendón que se puede sentir como un crujido o chasquido en el hombro". Además, puedes desarrollar una tendinitis al caer sobre un brazo estirado o si te golpeas el hombro. La AAOS señala que la tendinitis puede aparecer sin un motivo aparente.

Alejandro Badia, fundador del Badia Hand to Shoulder Center en Doral, Florida, y fundador y director médico de OrthoNOW, dice que, además, algunas personas son más susceptibles a la tendinitis del manguito rotador (así como a los desgarros), probablemente debido a una falta de flujo sanguíneo en la zona. El experto explica que la razón por la que surge la falta de flujo sanguíneo no se conoce bien, pero muchas personas que no hacen ningún ejercicio acuden a él con este dolor en el hombro. Badia recalca que no tienes que estar en el gimnasio todo el tiempo para sufrir una tendinitis del manguito rotador. Un flujo sanguíneo adecuado aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios para mantener los tejidos sanos y flexibles.

Badia dice: "Un tendón con poco flujo sanguíneo es similar a un trozo de cuero".

Casey indica que las molestias pueden aparecer en la parte superior o en la parte posterior del hombro, y pueden aumentar tanto en reposo como cuando se extienden los brazos por encima de la cabeza o incluso durante la actividad excesiva.

Una de las situaciones principales en las que puedes sentir que algo no va bien es cuando levantas los brazos. Badia explica que, una vez que están en paralelo con el suelo (unos 90 grados), cuando los subes a partir de ahí la bolsa y el manguito rotador empiezan a "engancharse" un poco.

Además, la AAOS señala que, al principio, la inflamación y la sensibilidad pueden ser leves, pero a medida que la tendinitis empeora, también puede doler por la noche, hacerte sentir más débil o provocar dificultades para poner el brazo detrás de la espalda.

Primero necesitarás un diagnóstico. Badia recomienda acudir a una clínica ortopédica. También puedes consultar a tu médico de cabecera o a un especialista. Para diagnosticar una tendinitis del manguito rotador, Badia comenta que suele pedir una radiografía y una resonancia magnética. La radiografía se utilizará para descartar otras causas de dolor, como la artritis. Una resonancia magnética puede servir para diagnosticar la tendinitis del manguito rotador y ver si ha evolucionado hasta un desgarro parcial o total.

Casey explica que, durante las primeras semanas de aparición de las molestias, un fisioterapeuta puede evaluar la amplitud de movimiento, la fuerza y la tensión muscular del hombro, así como la mecánica del omóplato y la postura. Una vez evaluado todo, el fisioterapeuta puede trabajar contigo para tratar cualquier disfunción en el hombro que esté provocando la tendinitis.

La buena noticia es que, tal y como indica Casey, la tendinitis del manguito rotador puede resolverse bastante rápido si todavía está en estado inflamatorio agudo.

Los tratamientos comunes para la tendinitis del manguito rotador pueden incluir:

Técnicas manuales: la experta explica que estas técnicas incluyen la movilización de la articulación, el masaje o la corrección postural para mejorar la amplitud de movimiento y la mecánica.

Estiramientos: los ejercicios de estiramiento pueden ayudar a tratar la tensión de los músculos alrededor del hombro. Un buen estiramiento es tumbarse de espaldas sobre un rodillo de masaje con los brazos abiertos y en ángulo recto. Te contamos cómo hacerlo:

• Túmbate sobre un rodillo de masaje de manera que la cabeza y la pelvis estén completamente apoyadas, con el rodillo de masaje aguantando la columna vertebral (en posición vertical).
• Dobla las rodillas para asegurar los pies y empuja suavemente contra el suelo para mantener el equilibrio.
• Abre los brazos y forma un ángulo recto, con los codos a la altura del torso.
• Mantén la columna recta en todo momento. Tiene que haber un pequeño espacio entre la zona lumbar y el rodillo de masaje.

Este estiramiento también es recomendable para hacer antes de un entrenamiento. Casey recomienda dejar que la gravedad abra la parte delantera del pecho, lo que activará los músculos y preparará tu cuerpo para los ejercicios de fortalecimiento. La experta comenta que relajar la parte delantera del cuerpo y abrir la espalda te ayudará a moverte a través de estos ejercicios lo más ágil posible. (Más sobre el tema abajo)

Ejercicios de fortalecimiento: la experta afirma que mejorar la fuerza de los hombros con ejercicios con peso (que tratan los músculos débiles de la zona) favorece la mecánica y la postura, y estabiliza la articulación y el omóplato. Casey recomienda: "Utiliza un peso con el que puedas mantener el control de la postura a lo largo de los movimientos, en lugar de utilizar pesas pesadas". Aprender la forma correcta de realizar estos ejercicios de fortalecimiento de la parte superior del cuerpo dirigidos a los hombros, bajo la vigilancia de un fisioterapeuta, también ayudará a prevenir episodios posteriores de tendinitis.

Ejercicios específicos para el manguito rotador: Badia recomienda hacer rotaciones externas con mancuernas, que favorecen el flujo sanguíneo del manguito rotador (pero no fortalecen el músculo). Utiliza mancuernas ligeras (entre 1 y 3 kilos). Te contamos cómo:

• Túmbate sobre tu lado derecho con la mano derecha apoyada debajo de la cabeza.
• Con una mancuerna ligera en la mano izquierda, mantén el brazo en un ángulo de 90 grados con la parte superior del brazo presionada contra el cuerpo.
• Levanta la mancuerna hacia el techo girándola.
• Después llévala otra vez al estómago, como si tuvieras el brazo en cabestrillo.

Repite entre 15 y 20 veces por lado.

Cambios en casa: Casey comenta que, si te sientas en el escritorio durante muchas horas mientras trabajas, también es importante adoptar una buena postura en el escritorio, ya que esto te ayudará a mejorar la salud del manguito rotador. La ergonomía en la oficina, o la forma correcta de sentarse en un escritorio, puede ayudar. Por ejemplo, mantente a un brazo de distancia de la pantalla del ordenador y elige una silla que te permita apoyar los pies en el suelo o en un reposapiés. Cuando utilices el teléfono, siéntate con la espalda erguida y mantén la pantalla delante de la cara sin inclinarte hacia delante o encorvarte sobre ella.

Texto: Jessica Migala