La historia del Air Max 1
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Descubre los detalles que se esconden tras uno de los diseños más icónicos de la historia de Nike.
Tinker Hatfield se licenció en Arquitectura por la Universidad de Oregón (EE. UU.), donde entrenó durante años con el cofundador de Nike Bill Bowerman. En 1981 se unió a Nike. Al principio, su trabajo era sencillo: solo tenía que diseñar espacios de oficinas, salas de exposiciones y tiendas. Le encantaba lo que hacía. De hecho, describía la arquitectura como la combinación perfecta entre arte y ciencia.
Unos años más tarde, le preguntaron si podía empezar a diseñar zapatillas. Se quedó muy intrigado y decidió dar un salto de fe, pues quería estar donde, en su opinión, sucedía la magia.
Nike se enfrentaba a un desafío de diseño único en ese momento. La marca había desarrollado una tecnología Air innovadora, pero no sabía cómo mostrar la cámara de aire para que se pudiera ver desde el exterior de las zapatillas.
Piensa en esta cámara de aire (imagen superior) como en un trampolín. Cuando la pisas con el talón, vuelve a subir, recuperando la forma. Hace que caminar y correr sea más cómodo porque absorbe el impacto del talón contra el suelo. Sin embargo, para Tinker, no se podía comprender su ventaja a menos que fuese visible. A principios de los 80, los ingenieros de Nike Air intentaron resolver el problema probando varios prototipos con una cámara visible, pero la tecnología y los conceptos de diseño aún no estaban preparados para el mercado.
Nike envió a Tinker a París en busca de inspiración para el diseño. París es una ciudad conocida por sus lujosos edificios dorados, pero fue otro tipo de edificio el que llamó la atención de Tinker: el Centro Pompidou. La peculiaridad del Centro Pompidou es que está diseñado como si estuviera del revés. Se puede ver todo desde el exterior: el sistema de calefacción y ventilación, las escaleras mecánicas… Incluso las tuberías están por fuera, pintadas de vivos colores.
El edificio inspiró a Tinker, que comenzó a pensar en cómo exponer la unidad Nike Air para crear las Air Max 1. Cuando volvió a la sede de Nike, comenzó a visualizar y esbozar diferentes ideas, hasta que finalmente se le ocurrió cortar parte de la mediasuela para mostrar la cámara de aire. Al mismo tiempo, el Nike Air Lab logró grandes avances tecnológicos que permitieron hacer realidad la visión de Tinker.
En 1987 nacieron las Air Max 1, que despertaron la pasión por el icónico sistema de amortiguación de Nike.
Más tarde se convertirían en uno de los diseños más emblemáticos de la historia de Nike, y Tinker Hatfield se consolidaría como uno de los mejores diseñadores de zapatillas del mundo.