En colaboración con Rebel Girls
Fran Kirby
La madre de Fran Kirby era su principal motivación, hasta que, lamentablemente, la perdió de forma repentina. Descubre cómo Kirby superó su pérdida para jugar con Inglaterra en dos campeonatos mundiales, tal y como predijo su madre.
This is a modal window.
Fran Kirby. Delantera, Inglaterra. Fecha de nacimiento: 29 de junio 1993.
Fran no quería ir a su primer entrenamiento. Un entrenador la había ojeado en el colegio y la invitó a una sesión con su equipo. Pero allí todo el mundo era mayor que ella, que tenía 7 años. Estaba supernerviosa.
La madre de Fran fue muy paciente. Sabía que solo necesitaba un poquito de ánimo. La convenció para que fuera a probar y, después de aquel primer, entrenamiento se enamoró por completo del fútbol.
"Siempre que marco lo celebro como si fuera pequeña y siguiera jugando en el parque".

En nada de tiempo, Fran perfeccionó sus pases, trucos y tiros a puerta con una sonrisa tremenda siempre en la cara. A su madre le encantaba verla jugar al fútbol y a ella le encantaba ver que su madre le sonreía desde las gradas. Celebraban todas y cada una de las victorias que Fran iba cosechando a medida que crecía. Una vez, su madre le regaló por su cumpleaños una tarjeta de felicitación en la que le decía lo segura que estaba de que algún día competiría en grandes torneos a nivel mundial.
"Creo que de verdad creía que acabaría dedicándome a esto profesionalmente", nos dice Fran. "Sabía que me apasionaba".
Pero, cuando tenía tan solo 14 años, Fran perdió a su madre de repente. La echaba tanto de menos que dejó el fútbol. ¿Con quién iba a compartir ahora sus victorias? ¿Quién la ayudaría a superar las derrotas? Colgó las botas y guardó sus balones cuando todo empezó a doler demasiado.

Un día, una amiga le pidió que jugara en una liga amateur. Todavía lidiaba con la pena, pero después de unos amistosos supo que estaba preparada para seguir persiguiendo su sueño de jugar al fútbol de manera profesional.
Aunque su madre ya no esté a su lado, Fran sabe que estaría muy orgullosa de ella. Después de todo, ya ha jugado dos torneos mundiales importantes, tal y como su madre creía que haría.