Mano a mano: Sloane Stephens x Madison Keys
Atletas*
Las estrellas del tenis hablan de su experiencia como atletas de élite, como rivales y como amigas de toda la vida.
"Mano a mano" es una serie que muestra conversaciones espontáneas entre atletas de élite Nike.
Madison Keys y Sloane Stephens se conocieron en el circuito júnior, donde, en vez de verse como meras competidoras, se hicieron buenas amigas. Sus carreras en el tenis profesional las han llevado a vivir experiencias similares: convertirse en profesionales durante su adolescencia y recibir la etiqueta de "futuras promesas". En última instancia, sin embargo, Madison y Sloane se han consagrado como distinguidas atletas a su manera. Para Madison, esto ha significado hacerse con cinco títulos y acaparar el número 7 en la clasificación de la Women’s Tennis Association. Y para Sloane, ha supuesto hacerse con el número 3 en el ranking, así como con seis títulos, incluido un gran campeonato ganado en 2017.
Aunque la competencia es una parte rutinaria de sus vidas, Sloane y Madison admiten que son más amigas que rivales. En medio de un torbellino de grandes victorias, derrotas decepcionantes, una pandemia mundial y puntos acumulados en el circuito internacional, su vínculo no ha hecho más que fortalecerse. Sus sucesivas lesiones y victorias, sumadas a su respectivo crecimiento, han hecho que se vuelvan unas auténticas expertas en separar su vida personal de la profesional. Junto a la escritora y directora editorial Deidre Dyer, hablan sobre la evolución de su vínculo, los conocimientos que han adquirido, sus pasos en el activismo y las derrotas que han tenido que superar.
Comencemos por el principio: ¿recordáis la primera vez que os visteis? ¿Cuál fue vuestra primera impresión de la otra?
Madison: ¿Cuándo nos conocimos?
Sloane: La verdad, no lo recuerdo. No debió de ser un momento muy memorable, ya que no nos acordamos, pero supongo que es bueno que no sucediera nada dramático ni traumático.
Madison: Me parece que coincidimos muchas veces en los torneos.
Sloane: En el tenis siempre tratas con la misma gente. Creo que nos hicimos amigas porque teníamos más o menos la misma edad.
Cuando salís del vestuario y pisáis la pista, ¿cómo cambia mentalmente vuestra dinámica de amistad? ¿Qué se necesita para ver a tu amiga como rival?
Madison: Si te digo la verdad, no creo que se nos dé muy bien [risas].
Sloane: Cuando tenemos que competir, simplemente pienso en que debo jugar lo mejor posible.
Madison: Hemos estado compitiendo desde que somos amigas y sabemos que la otra quiere ganar. Para nosotras es muy natural. Nuestros enfrentamientos no hacen daño a nuestra amistad o a la otra persona, son parte del deporte.
Sloane: Cuando compites durante tanto tiempo, sabes que alguien tiene que ganar. En el deporte y en el tenis, tienes que ser consciente de que no puedes ser amigo/a de todo el mundo. Hay que pensar: "Vale, me toca jugar contra mi amiga. Actuaré de esta forma". Madi y yo cambiamos muy rápido el chip. Cinco minutos después de jugar, ya le estoy preguntando si le apetece ir a cenar por ahí.
¿Cómo ha evolucionado vuestra relación con el paso de los años?
Sloane: Hemos madurado juntas, hemos visto a la otra crecer como persona (nos hemos mudado, hemos comprado muebles, hemos empezado nuevas relaciones, etc.) y hemos pasado varias veces por lo mismo. Madi está obsesionada con las plantas. A mí me resulta bastante extraño y, aunque no sé nada del tema, siempre me envía alguna que otra foto para que las vea.
"Hemos madurado juntas, hemos visto a la otra crecer como persona (nos hemos mudado, hemos comprado muebles, hemos empezado nuevas relaciones, etc.) y hemos pasado varias veces por lo mismo".
Sloane Stephens
¿Qué cambios habéis notado en la forma de jugar de la otra?
Madison: Sloane siempre ha sido la jugadora de tenis más rápida que he visto. Es una locura. Cuando hacen una dejada, ella se acerca a la red en un abrir y cerrar de ojos. Hasta el día de hoy, todavía se lanza a correr por la pelota. En el circuito júnior, no tenía problema en lanzar un millón de tiros y en recibirlos. Con los años, y al haber estado más tiempo en el circuito, ha encontrado el equilibrio perfecto entre dar un paso atrás y lanzar un montón de pelotas, ser agresiva e ir a por la victoria, o tomarse un tiempo. Se ha hecho realmente buena en encontrar ese equilibrio.
Sloane: Vaya, muchas gracias. Eres un sol. Pues yo creo que Madison ha mejorado su servicio. Los golpes de Madi son muy potentes y, con el tiempo, en vez de golpear superduro, ha empezado a utilizar muchas más combinaciones. Creo que la han ayudado bastante, porque su derechazo es increíble. Conforme han ido pasando los años, Madi ha desarrollado sus propios patrones, lo que la ha ayudado a ganar torneos. Para mí, lo mejor es su servicio y su derechazo, entre otras cosas.
¿Cómo os apoyáis la una a la otra cuando no estáis al otro lado de la red?
Madison: Ha habido muchos momentos en los que una de nosotras estaba lesionada y la otra no. Siempre nos hemos ayudado en los momentos difíciles, principalmente porque pasamos por cosas similares.
Sloane: Obviamente, lesionarse es terrible. Antes del Abierto de Estados Unidos [de 2017], me parece que fue una de las pocas veces en que ambas nos lesionamos a la vez. En esa época, recuerdo que intentábamos averiguar lo que haríamos a continuación. ¿Seríamos capaces de jugar y competir igual que antes? Creo que esa fue una de las veces en que nuestras lesiones se sincronizaron. Y no es algo bueno, precisamente.
¿Cómo cambia vuestra forma de pensar durante esos periodos de recuperación y qué os impulsa a seguir adelante?
Madison: Al principio más que en ningún otro momento, ambas pasamos por periodos donde todo nos salía mal y terminamos lesionándonos bastantes veces. Con los años, hemos aprendido a recuperarnos rápidamente y pensar: "¿Qué debo hacer para corregirlo y evitar que me vuelva a suceder?". Además, ese tiempo lo llenamos de ocupaciones y encontramos cosas nuevas en las que interesarnos. Durante esa época, a Sloane le fue genial con los estudios. Yo no fui tan proactiva. Se me ocurrió comprar un montón de plantas y me pasé todo el tiempo cuidando de ellas. Cuando Sloane acabó las clases, siguió estudiando. Yo, en cambio, era más de comprarme muebles y plantas.
Sloane: No me gusta estar lesionada, pero en los periodos de recuperación aprovecho al máximo el tiempo y lo lleno de cosas que normalmente no puedo hacer. He llegado a estar lesionada durante todo un año. He tenido que ir a bodas en verano. He tenido que ponerme las pilas durante la primavera porque mis lesiones se salen fuera de lo común. He tenido que sacar el máximo partido de la situación. Obviamente, hay un periodo de una semana o 10 días en el que te sientes triste y enfadada. Pero luego dejas atrás esos sentimientos y piensas: "Bueno, ¿y ahora qué hago?". Durante esos momentos, he intentado ser lo más productiva posible, ya sea yéndome a pasar unas vacaciones de ensueño o visitando a amigos y familiares.
"Siempre nos hemos ayudado en los momentos difíciles, principalmente porque pasamos por cosas similares".
Madison Keys
Ambas lleváis varios años en el circuito. ¿Qué consejo daríais a los jugadores y jugadoras más jóvenes que se están uniendo?
Madison: Hay que divertirse y no tomarse nada demasiado en serio. En un año se suceden muchas victorias y derrotas. Si te preocupas en exceso por ellas, te volverás loco/a. Tan solo recuerda que tienes una larga carrera por delante y la que piensas que es tu peor derrota o victoria no lo será, con toda probabilidad. Mantén las cosas en perspectiva.
Sloane: Pienso igual que Madi. No debes quedarte con que has perdido cinco partidos seguidos, yo he perdido muchos más. Después, te encontrarás con que ganas un campeonato, pero luego perderás hasta 10 partidos seguidos. Es como la rueda de un hámster, solo queda seguir adelante. Cuando comprendes las matemáticas que se esconden detrás, lo asimilas mejor. Piénsalo: en un gran torneo solo puede ganar una persona, pero juegan… ¿Cuántas personas juegan?
Madison: Ciento veintiocho.
Sloane: Eso. Y solo puede ganar una de todas esas personas. Si llegas a estar entre las cuatro últimas, es que lo estás haciendo bien. Si estás entre las dos últimas, vas incluso mejor. Para ponerlo en perspectiva, nadie gana todas las semanas.
La sociedad está inquieta. Además de la pandemia, estamos experimentando un despertar civil y estamos viviendo un nuevo capítulo sobre la igualdad racial y la justicia social. Ambas habéis utilizado vuestras plataformas para hablar de esta lucha y dar vuestro apoyo. ¿Por qué os parece importante que se hable de estos temas?
Sloane: Es importante que la gente utilice sus plataformas porque la desigualdad racial tiene mucho que ver con la educación. Hay muchas celebridades y personas influyentes que usan sus plataformas para educar a la gente. Con sus historias [en Instagram] y el contenido que comparten, aprendo muchas cosas que ni siquiera sabía y que quizás Madi tampoco. Leer estas cosas e informarnos nos ayuda a ver el mundo desde una perspectiva diferente. Hemos recorrido un largo camino, porque [al principio] la gente solo usaba Instagram para publicar fotos de las que presumir. Ahora, hemos visto que empieza a publicarse un contenido más educativo y comienzan a tratarse temas de más importancia, como el voto.
Madison: Además, las cosas se han intensificado porque estamos en plena pandemia, que nos cogió con estrés, frustración y mucha ansiedad. Por eso, todo esto desembocó en el comienzo de este movimiento masivo que acabamos de ver. Todo el mundo estaba tan compenetrado que al fin pudo decir: "Hasta aquí". Esa fue la primera vez en mi vida que vi a un grupo tan amplio de personas decir: "Esta es la última vez que quiero que ocurra esto y voy a hacer algo al respecto para cambiarlo". Son muchas las personas que quieren poner su granito de arena. Al alzar la voz y hablar de algo en lo que creen, sienten que pueden conseguir que esas cosas no vuelvan a suceder.
Madison, tú fundaste Kindness Wins, una iniciativa dedicada a fomentar la amabilidad y la empatía tanto dentro como fuera de la cancha. Sloane, tú inviertes en educación, formación y recursos comunitarios para la próxima generación a través de la Sloane Stephens Foundation. Además, ambas formáis parte del Consejo de Jugadoras de la WTA para defender a vuestras compañeras. ¿Dónde se originó toda esta pasión por la filantropía y la solidaridad?
Sloane: Crecí jugando al tenis en un club y mi primera experiencia fue increíble. Tuve al mejor entrenador del mundo, uno muy simpático. Siempre digo que la razón por la que todavía juego es por esa primera experiencia. Me lo pasaba en grande y siempre quería volver. Tenía muchísimas ganas de ver a Francisco otra vez. Era tronchante. Me lo pasaba de maravilla y me gustaba ver a mis amigos. Creo que cualquier primera experiencia de un/a niño/a es determinante. Si te apuntas a tenis, pero tu entrenador no es agradable y no te diviertes, probablemente no volverás a coger una raqueta en la vida.
El tenis me ha dado mucho: me ha permitido viajar, conocer gente y hacer muchísimas cosas increíbles. Por eso, quería darles esta misma oportunidad a los niños y niñas que, por sus circunstancias, no se imaginan con una raqueta en la mano. Obviamente, el tenis no es un deporte muy diverso que digamos. Por eso, conseguir que cojan una raqueta cuando normalmente no pueden es la razón por la que creé mi fundación. Quería hacer que esos niños y niñas, que tanto se parecen a mí y me siguen, se sintiesen capaces de jugar. Aunque no seas profesional y solo juegues para tu instituto, el tenis es un deporte que irá contigo allá donde vayas. Fíjate que en los clubes sénior juegan personas de entre 85 y 90 años. Al final, el tenis te acompaña toda la vida y te da muchas cosas. Por eso quiero que las próximas generaciones disfruten como yo. Quiero ayudar a que los niños y niñas jueguen, incluso si nunca se lo han planteado por sus circunstancias.
Madison: Creé la fundación porque en el pasado trabajé con una llamada Fearlessly Girl, cuyo objetivo era conseguir que chicas de secundaria confiasen en sí mismas y aprendiesen a liderar. Fui a un par de escuelas, conocí a las chicas y hablé con ellas. La experiencia me encantó. Por eso, quería expandir la idea y no solo centrarme en chicas de secundaria, porque también había muchas trabajadoras mayores que yo y de mi edad que nos decían: "Vuestros mensajes son muy positivos, pero nosotras también los necesitamos". También quería que fuera realmente accesible para otras atletas que quisieran formar parte de una fundación, porque crear una es un proceso muy largo. Quería construir algo de lo que pudieran formar parte muchas personas y así hacer crecer nuestro proyecto. Me gustó la idea de Kindness Wins porque es bastante amplia y se puede colaborar de muchas maneras. Fue la mejor manera de ayudar un poco al mundo.
"Quiero que las próximas generaciones disfruten como yo. Quiero ayudar a que los niños y niñas jueguen, incluso si nunca se lo han planteado por sus circunstancias".
Sloane Stephens
El tenis ha sido pionero en lo que respecta a la igualdad salarial entre hombres y mujeres. ¿Cómo os sentís al haber comenzado vuestra carrera con ese trabajo de base ya hecho?
Madison: Ambas nos sentimos muy afortunadas de que ya se haya recorrido todo este camino. Les estamos muy agradecidas a Billie [Jean King] y a Venus [Williams] por hacer tanto por nosotras. Si no lo hubieran hecho, no estaríamos en la posición en la que nos encontramos ahora, lo tengo claro. Todavía estamos luchando por una mayor igualdad y para que esa igualdad se acepte y se celebre. Por lo tanto, todavía queda trabajo por hacer, pero estamos en una posición muy buena en la que podemos decir: "Lo hemos conseguido, pero podríamos conseguir más", "Podría haber más igualdad" o "Queremos que haya aún más gente que se involucre".
Sloane: Sí, desde luego. Con el Consejo [de Jugadoras de la WTA] hemos aprendido mucho. Ser mujer es difícil, sentimos que no somos iguales y no se nos paga la misma cantidad que a los hombres.
Creo que siempre podemos conseguir más. No debemos conformarnos con lo que tenemos. Siempre buscamos mejorar. Siempre estamos dispuestas a luchar más. Siempre queremos más. Creo que eso es lo que implica formar parte del Consejo: luchar por personas que normalmente no están en condiciones de decir: "Déjame que lo piense". Saben que quieren más y nuestro trabajo es dárselo. Por lo tanto, siempre debemos tratar de hacerlo mejor, de luchar por más y de asegurarnos de conseguir igualdad en todos los aspectos.
Texto: Deidre Dyer
Ilustración: Sarah Maxwell
Publicado: octubre de 2020