Cómo prevenir el dolor de cadera derivado del running y cuáles son sus causas más comunes

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Si te duele la cadera al correr, es más probable que bajes el ritmo en los entrenamientos hasta el punto de tener que parar. Echa un vistazo a las causas más comunes del dolor de cadera derivado del running y descubre cómo evitar que aparezca.

Última actualización: 19 de mayo de 2022
7 min de lectura
Cómo prevenir y tratar el dolor de cadera en el running

Tanto si estás entrenando para hacer tu primera maratón como para correr un par de kilómetros, el dolor de cadera puede acabar arruinando tu entrenamiento. A diferencia del ciclismo o de la natación, el running es una actividad de alto impacto que puede generar tensión en la pelvis y, por tanto, aumentar el riesgo de lesión.

Aunque sientas la tentación de aguantar la molestia, siempre es mejor tomarse un descanso y hablar con tu médico antes de seguir corriendo. Pero, ¿cómo se puede prevenir el dolor de cadera antes de que aparezca? A continuación, te enseñamos a evitar esta molestia y te mostramos sus causas más comunes.

Causas comunes del dolor de cadera

Dónde lo sientes: en la parte interior de la pelvis o la ingle

El dolor en el interior de la cadera o en la zona de la ingle suele deberse a problemas en la articulación de la cadera.

  • Fracturas por estrés: estas lesiones por sobrecarga suelen ser más comunes en mujeres, personas mayores y principiantes del running. Las fracturas por estrés suelen ocurrir tras un aumento en la frecuencia o en la intensidad del ejercicio en un período relativamente corto de tiempo.

  • Osteoartritis: con osteoartritis, el cartílago que sirve como amortiguador de la cadera se desgasta progresivamente. Esto puede causar dolor, rigidez, sensibilidad e hinchazón. Como resultado, la articulación puede perder flexibilidad. Aunque se puede correr durante las fases iniciales de la osteoartritis, asegúrate de consultar primero a tu médico.

  • Hernias deportivas: los esguinces o desgarros musculares, de tendones o de ligamentos en la zona de la ingle, se conocen como hernias deportivas o pubalgia atlética. No provocan ningún bulto como otros tipos de hernia, pero sí causan dolor al hacer ejercicio.

  • Pinzamiento de cadera: esta lesión se produce cuando la cabeza del fémur o la rótula de la articulación entra en contacto con la copa de la cadera. Puede causar rigidez y un dolor en la ingle y en la parte delantera del muslo que empeora al flexionarse. Puede que sea necesaria una radiografía para diagnosticar la lesión.

Dónde notas el dolor: en la parte exterior de la pelvis o el glúteo

El dolor en la parte exterior de la cadera, en la parte superior del muslo o en el glúteo, se suele deber a problemas de los tejidos blandos en la zona de la pelvis, en lugar de en la propia articulación de la cadera. Entre estos problemas se incluyen:

  • Esguince del flexor de la cadera y tendinitis: estas lesiones ocurren por sobrecargas y causan rigidez y dolor. Más concretamente, un esguince se caracteriza por una torsión, un tirón o un desgarro muscular o de un tendón. Hacer el mismo movimiento reiteradamente puede provocar un esguince, pero esta lesión también se puede dar de forma repentina en un deporte de contacto, por ejemplo. Por otro lado, la tendinitis consiste en la inflamación de un tendón en concreto. Al igual que los esguinces, la tendinitis puede ser resultado de un movimiento mal hecho o realizado reiteradamente, aunque este último caso es el más habitual.

  • Síndrome de cintilla iliotibial: la cintilla iliotibial es el tejido fibroso que se extiende desde la parte exterior de la pelvis hasta el muslo, la rodilla, y la parte superior de la tibia. La fricción puede causar irritación en la cintilla iliotibial, lo que puede provocar sensibilidad y dolor en la rodilla, los muslos y la cadera. Además, quizá también escuches chasquidos al moverte.

  • Desgarres del labrum: el labrum es un cartílago que protege la pelvis y la mantiene segura en su cavidad. Los movimientos repetitivos que se realizan en el running pueden provocar que se desgarre. Si esto ocurre, puede que sientas rigidez y dolor o escuches chasquidos al moverte.

  • Bursitis de cadera: la bursitis trocantérea es la inflamación de las bolsas o bursas que protegen la parte exterior de los huesos de la pelvis. El dolor puede ser agudo al principio, pero puede suavizarse y convertirse en un dolor sordo. Si no se trata, esta afección puede llegar a provocar dolor en la pierna y rigidez en la cadera.

Cómo prevenir el dolor de cadera al practicar running

  1. 1.Habla con tu médico

    Independientemente de si ahora te duele o no la cadera, es recomendable consultar a un médico antes de empezar una nueva rutina de ejercicios. Dicho esto, si empiezas a notar molestias o llevas tiempo sintiéndolas, es imprescindible consultar a un profesional cualificado para obtener una opinión experta. Un profesional podrá darte recomendaciones personalizadas y crear un plan de recuperación que puede incluir reposo, fisioterapia, pilates, cross training o pautas de sueño.

  2. 2.Incorpora el entrenamiento de fuerza a tu rutina de fitness

    Fortalecer la pelvis puede ayudar a corregir desequilibrios musculares y reducir la posibilidad de lesión. Algunos ejercicios de entrenamiento de resistencia para la cadera incluyen:

    • Rotaciones de cadera o pasos laterales con bandas de resistencia

    • Sentadillas con peso

    • Steps laterales sobre banco

    • Peso muerto a una pierna

    • Elevación lateral de pierna

    Además, tu fisioterapeuta quizá te sugiera ejercicios para no sobrecargar la cadera. No te pierdas: Prueba estas seis posturas de yoga para mejorar la fuerza

  3. 3.Calienta antes de correr

    Los movimientos y ejercicios como el balanceo de pierna, la marcha alzando las rodillas y los toques en el puente del pie pueden ayudar a relajar la pelvis, mejorar la amplitud de movimiento y activar los músculos para reducir el riesgo de lesiones. Puedes ver más ideas en calentamientos para hacer antes de correr. Si te está tratando un fisioterapeuta, puede que te proporcione ejercicios de calentamiento específicos.
  4. 4.Haz una pausa en tu sesión de running para estirar

    A algunas personas les resulta útil parar para estirar mientras están corriendo. Si crees que esto te puede ayudar, consulta con un fisioterapeuta o un médico para saber qué estiramientos son mejores para ti. Cuando estés corriendo, asegúrate de pararte en un sitio bien iluminado y apartado del tráfico. Algunos ejemplos de estiramientos sencillos son levantar la rodilla y abrazarla llevándola al pecho o hacer la figura del cuatro. Si tienes tendencia a tener problemas de cadera, quizá puedas incorporar unas sesiones de yoga enfocadas a la pelvis a tu rutina semanal, aunque, deberías hablar con tu médico, ya que puede que algunos movimientos no sean adecuados para ti.

  5. 5.Lleva un par de zapatillas de running que se ajusten bien

    Las zapatillas de running cómodas con gran amortiguación para la absorción de impactos pueden reducir la tensión en las rodillas y la pelvis. Puedes optar por unas zapatillas con espuma Nike React, que es tan reactiva como suave, o unas con tecnología Nike Zoom, que está diseñada para reducir la tensión en las articulaciones. Si tu pisada es sobrepronadora, puede que necesites unas zapatillas de estabilidad para mantener la pelvis alineada al correr. Sean cuales sean las zapatillas de running que elijas, asegúrate de que se ajusten adecuadamente, y renuévalas cada 500-1.000 km.

  6. 6.Descansa cuando sientas dolor

    A no ser que tu médico o fisioterapeuta te dé el visto bueno para correr aun teniendo dolor de cadera, tendrás que plantearte descansar del running si tienes algún dolor. Para recuperarte, te recomendamos centrarte en la calidad del sueño, gestionar los niveles de estrés y llevar una buena alimentación. Si el dolor no mejora con reposo, asegúrate de consultarlo con tu médico o fisioterapeuta. Algunos casos requieren inyecciones de corticosteroides o cirugía para solucionar el problema.

Preguntas más frecuentes

¿Cómo aliviar el dolor de cadera derivado del running?

Consulta a tu médico para que te trate y te dé recomendaciones personalizadas. A algunas personas les va bien poner hielo en la zona afectada varias veces al día (cubriendo la bolsa de hielo con un trapo o manta suave). Los estiramientos suaves o el yoga también pueden aliviar la molestia. Si el dolor mejora, vuelve a correr poco a poco y reduce la distancia y la velocidad de las sesiones. Si vuelves a sentir dolor, consulta a un médico deportivo o un fisioterapeuta.

¿Es bueno correr con dolor de cadera?

No suele ser buena idea correr si sientes dolor, a no ser que un médico esté controlando tu caso y te recomiende correr. Muchas lesiones de cadera se deben a sobrecargas y seguir generando tensión en las articulaciones puede prolongar el problema. En vez de eso, date suficiente tiempo para recuperarte y que desaparezca el dolor. Si quieres seguir entrenando, puedes hacer ejercicios para fortalecer la pelvis siempre que no empeoren el dolor.

Cómo prevenir y tratar el dolor de cadera en el running

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Publicación original: 14 de marzo de 2022