Correr o no correr: aquí tienes la respuesta
Coaching
Cada mañana, tienes que tomar una decisión. Este consejo tan sencillo te ayudará a que sea la correcta.
Tal vez el talón comenzó a dolerte ayer. Tal vez aún te duelen los gemelos de la larguísima ruta en bici que hiciste el domingo. Tal vez sientas que puedes arrasar en una carrera de 20 km, pero no has tenido un día libre en semanas. O tal vez, con las exigencias del trabajo y la casa, tus niveles de estrés están disparados.
Hay un millón de razones por las que te preguntas si debes salir a correr o no. Aquí te presentamos una forma de ayudarte a encontrar la respuesta: "Tienes que escuchar a tu cuerpo", aconseja Chris Bennett, Global Head Coach de Nike Running. Puede indicarte si tus músculos están un poco fatigados o si realmente están fuera de combate, o bien si salir a correr puede ser una buena pausa para despejar la mente o simplemente otra tarea más que añade ansiedad en un día ya de por sí estresante.
"Aprender a escuchar adecuadamente exige métodos de prueba y error, pero llegar a conocerte a ese nivel tan profundo es la parte más gratificante del running", dice la atleta olímpica Marielle Hall, corredora profesional de larga distancia y atleta de Nike.
"Saber cuándo hay que tomarse un día libre y cuándo hay que descansar puede ser tan importante como batir un récord personal o realizar un entrenamiento excelente", explica. "Tienes más conciencia de tu cuerpo y eres capaz de distinguir entre una ligera molestia y un dolor capaz de provocarte una lesión. Ese autoconocimiento es lo que puede llevarte al siguiente nivel en tus carreras", afirma Hall. Nada ni nadie te obliga a descansar porque sufras una lesión o notes agotamiento. Tú tienes el control y eres tú quien elige cómo ser más fuerte de cara al futuro.
Un simple cambio
Si te estás planteando si debes salir a correr, hazte la siguiente pregunta: ¿cómo me va a hacer sentir esta carrera?
Ese es el consejo de Shalane Flanagan, la cuatro veces atleta olímpica y entrenadora del Bowerman Track Club. "Si salir a correr te resulta demasiado estresante, si algo te duele o tu día no va a mejorar si lo haces, ya tienes la respuesta: hoy no es el día para correr", afirma.
Flanagan, que se ha recuperado hace poco de dos operaciones de rodilla, dice que, últimamente, se hace esta pregunta a menudo. "Tengo que saber leer las señales y ser honesta conmigo misma".
"La honestidad también significa saber si estás renunciando a una carrera porque quieres convencerte de no hacer ese esfuerzo", afirma Bennett. Si es tu caso, te recomienda que te digas que vas a salir a correr solo cinco minutos. Siempre puedes parar o caminar. Pero puede que descubras que dar el primer paso era la parte más difícil y que los 30 minutos que has corrido eran exactamente lo que necesitabas.
Y si eres más bien el tipo de persona que siempre tiene que darlo todo, presta atención a este mensaje de Brett Kirby, científico especializado en rendimiento humano que ha trabajado con algunos de los mejores runners del mundo en el Nike Sport Research Lab.
"Lo ideal es crear una buena relación con el running. No debe ser una relación agresiva del tipo 'Voy a correr todos los kilómetros que pueda a todo gas para luego caer en un bache del que no podré salir al día siguiente'", aconseja Kirby. "Eso es sinónimo de abusar de la intensidad simplemente porque sí, sin ningún tipo de objetivo, y no creo que hayamos visto grandes logros con ese tipo de actitud".
"Tengo que saber leer las señales y ser honesta conmigo misma".
Shalane Flanagan
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cuatro veces atleta olímpica y entrenadora del Bowerman Track Club
Más consejos para avanzar
1. Aprende de tus errores.
¿Has corrido una carrera larga después de una noche sin apenas dormir y los resultados han sido catastróficos? Céntrate en el lado bueno: ya sabes que debes modificar tu horario para la próxima vez. Como dice Kirby: "Castigarnos por perder un día o hacer una mala carrera solo nos hunde más. Conseguiremos más beneficios al tratar de aceptar nuestra experiencia, aprender de ella y avanzar".
2. Prueba algo más aparte de correr.
"Si tu cuerpo o tu mente no se sienten preparados para una carrera, puedes levantar pesas, hacer yoga o dar un paseo largo", dice Derek Samuel, fisioterapeuta y miembro del Nike Performance Council. "Los ejercicios de cross-training pueden ayudar a que tu cuerpo se prepare para la próxima carrera", añade. Y lo que es igual de importante: evitas cualquier asociación negativa con salir a correr.
3. Retoca tu plan.
"Recuerda que la recuperación no tiene por qué equivaler a no salir a correr", explica Bennett. Una carrera puede ser mentalmente catártica y una gran liberación de la ansiedad y el estrés acumulados. Es posible que esta catarsis no dependa de la velocidad de la carrera ni de unos intervalos superexigentes. "El objetivo es progresar y, a veces, basta con ajustar la planificación para poder avanzar", dice Bennett. "Hay una infinidad de maneras de adaptar una carrera: más corta, más lenta, en terrenos más llanos... Y todo puede ayudar a darle a tu cuerpo y a tu mente la carrera que necesitan".
4. Deja algo en la recámara.
"Si te exiges demasiado, muchas veces tendrás que pagar un precio por ello", advierte Samuel. Él suele decir a sus clientes que está bien irse a la cama pensando "Necesito hacer más". "Eso va a alimentar tu deseo de exigirte más", dice Samuel, "en lugar de pensar 'Hoy me he pasado y me siento fatal'"