Cómo evitar las ampollas al practicar running
Salud y bienestar
Protege tus pies mientras sumas kilómetros.
Tanto si corres largas distancias y tienes experiencia como si acabas de empezar con el running, es posible que alguna vez te haya salido alguna ampolla en los pies.
Las ampollas suelen ser un problema leve. De hecho, puede que no te des ni cuenta de que tienes una en algún dedo hasta que te quitas el calcetín. Aunque, según dónde salgan, las ampollas pueden ser desde incómodas a muy dolorosas. Estas pequeñas bolsitas de líquido pueden llegar a molestarte para entrenar si te salen en los dedos, los talones o cualquier otra parte del pie.
Antes de darte varios consejos útiles sobre cómo evitar las ampollas, te hablaremos un poco de cómo se forman.
Ampollas por fricción en runners
La mayoría de veces, la fricción es la culpable de las ampollas que salen al correr. Las ampollas por fricción se distinguen porque el líquido es transparente.
La causa principal de este tipo de ampollas suele ser el hecho de llevar zapatillas con el ajuste incorrecto. Si llevas zapatillas que no se ajustan correctamente a tus pies pueden salirte rozaduras. También pueden salirte ampollas por fricción si te pones las zapatillas sin calcetines. No llevar calcetines al correr suele aumentar la fricción entre el pie y la zapatilla.
Como los runners no dan tregua a sus pies, es más fácil que salgan ampollas cuando corres que cuando haces actividades normales y cotidianas en zapatillas. Es importante intentar prevenir las ampollas, no solo por comodidad, sino también para evitar que interfieran en tu programa de entrenamiento.
Mantén las ampollas a raya
No importa dónde salgan, a nadie le gustan. Te traemos unos cuantos consejos para proteger los pies y evitar que te salgan ampollas al correr.
Evita el roce de las zapatillasComo las ampollas por fricción salen por un roce continuo, deberías asegurarte de que tienes unas zapatillas de running que se ajustan bien para evitar la fricción. Hay que comprobar el ajuste de las zapatillas antes de estrenarlas en la primera sesión de running.
Sabrás que es el ajuste adecuado si:
- Te sobra más o menos un dedo de anchura entre el dedo más largo y la puntera de las zapatillas.
- Te cabe justo un dedo entre el talón y el talón de las zapatillas. Además, deben quedarte ceñidas sin que puedas mover demasiado ese dedo.
- No te aprietan demasiado. Puede parecer contradictorio, pero unas zapatillas muy ceñidas causan más fricción.
- Las dos zapatillas te resultan cómodas. Si estás entre dos tallas, lo mejor suele ser comprar la talla más grande.
Aunque el ajuste sea perfecto, es recomendable adaptarse a las zapatillas antes de empezar a trabajar duro. Si son de running, puedes empezar por ponértelas para una sesión corta o para caminar. Hazlo durante algunos días antes de llevar las zapatillas y tus pies al límite.
Ponte los calcetines adecuados
Llevar cualquier par de calcetines cuando corres debería bastar para minimizar el riesgo de ampollas, pero si en cada sesión haces muchos kilómetros, te recomendamos ponerte unos calcetines de running.
Los calcetines de running están específicamente diseñados para evitar las ampollas. No tienen costuras, que pueden causar fricción al correr. También están diseñados con un poco de altura para que no se te muevan y te queden por debajo del talón en mitad de la sesión. Además, los calcetines de running están preparados para gestionar el sudor. Así se reduce el riesgo de ampollas, corres con más comodidad y se gestiona el mal olor.
Mantén los pies secos
Si ves que algunas zonas específicas del pie son más propensas a las ampollas, sin importar qué zapatillas te pongas, mantener los pies secos puede ayudar. Utiliza polvos para bebés o un bálsamo antirrozaduras para que te suden menos. Para mantener las ampollas a raya, aplica estos productos directamente en las zonas donde te suelen salir antes de ponerte las zapatillas y echar a correr.
La prevención de las ampollas se hace a diario
Si eres runner, es posible que tengas algunas estrategias de eficacia demostrada para prevenir las ampollas, pero eso no significa que no te vayan a salir nunca más. Cada vez que cambias de zapatillas te pueden volver a salir ampollas en diferentes partes del pie. Pueden salir en el talón, los dedos o incluso en el empeine.
Si tienes la sensación de que te va a salir una, no hace falta que te deshagas de las zapatillas todavía. Cambiar ligeramente la forma de atar las zapatillas y comprobar el ajuste son cosas que pueden resultar clave para reducir el riesgo de ampollas. No tienes por qué permitir que te alejen de tu próxima sesión.
Preguntas más frecuentes
¿Qué es una ampolla?
Una ampolla es un burbuja llena de líquido que se forma justo debajo de la capa externa de la piel. Suele estar llena de un líquido transparente o de sangre y puede doler o picar.
¿Debo explotarme las ampollas?
Si puedes, intenta no explotártelas. La capa de piel que las recubre sirve para protegerlas ante infecciones. Así que cuanto más dure intacta, mejor.
¿Durante cuánto tiempo debería tener tapada la ampolla?
Te recomendamos que cubras las ampollas con una tirita o una gasa mientras tenga líquido. No te olvides de cambiar la tirita a diario. Antes de ponerte una nueva, puedes lavar la zona con jabón neutro o aplicar una pomada antibacteriana. La mayoría de las ampollas se curan en unos días.