4 motivos para comer más calabaza
Nutrición
Una nutricionista nos cuenta algunos datos de esta verdura tan popular.
Puede que la calabaza sea una de las verduras más versátiles que existen. Hay una gran cantidad de variedades, como la calabaza bellota, la calabaza moscada, la delicata, el calabacín o la calabaza naranja típica. Todas ellas contienen una gran fuente de vitaminas, minerales, carbohidratos complejos y fibra. La calabaza tiene muchos beneficios que se pueden aprovechar.
Algunos de los más destacados son los beneficios para la salud de la piel, el control del azúcar en sangre, el fortalecimiento del sistema inmunitario y la prevención de la inflamación crónica. La mayoría de variedades de calabaza tiene la pulpa de un color entre amarillo y naranja por un tipo de pigmento llamado carotenoides. Uno de los carotenoides más estudiados es el betacaroteno, un precursor de la vitamina A, que se ha estudiado por sus innumerables beneficios para el cuerpo.
La calabaza debe sus propiedades al betacaroteno y a un conjunto de vitaminas y minerales. A continuación, te explicamos por qué puedes obtener grandes beneficios si incorporas una variedad de esta fantástica verdura a tu dieta.
4 beneficios de la calabaza
1.Favorece la salud de la piel
Los estudios indican que los carotenoides son unos de los antioxidantes más potentes. El betacaroteno de la calabaza, por ejemplo, favorece la salud de la piel y reduce el daño causado por los radicales libres a la piel. Para que quede claro, los radicales libres son un tipo de molécula perjudicial que puede acumularse en las células y dañar el ADN y las proteínas, por ejemplo. El betacaroteno favorece la producción y la renovación de las células de la piel. En un artículo publicado en 2011 en la revista Molecules, se explicaba que tener unos niveles altos de carotenoides en la piel hace que las personas tengan una apariencia más joven, aunque se trata de un parámetro subjetivo.
Esta información coincide con otra teoría de la investigación: tener unos niveles altos de antioxidantes en la piel combate el envejecimiento. Sin embargo, antes de pensar en comer calabaza a diario para tener una piel más joven, debes saber que los carotenoides son liposolubles. Esto quiere decir que, para poder absorberse en el cuerpo, tienen que ir acompañados de grasa.
En lugar de comer calabaza al vapor sin nada más, puedes acompañarla de grasas saludables como el aceite de oliva para garantizar una mejor absorción de estos componentes beneficiosos para la piel.
2.Ayuda a regular el azúcar en sangre
En la categoría de calabazas de invierno se encuentran, entre otras, cuatro tipos de calabaza: la moscada, la kabocha, la delicata y la bellota. Todas ellas son verduras sanas y ricas en almidón. Una porción pequeña de calabaza moscada contiene casi el doble de gramos de carbohidratos que una misma porción de brócoli, por ejemplo. Aunque la calabaza contiene bastantes carbohidratos, cuenta con una cantidad considerable de fibra, por lo que es un carbohidrato complejo que ayuda a regular el azúcar en sangre.
La fibra de la calabaza ayuda a evitar que el azúcar en sangre suba y baje rápidamente, lo que se traduce en menos picos en el estado de ánimo y en los niveles de energía. La calabaza es una elección excelente de carbohidrato para quienes quieran regular el azúcar en sangre. Además, la calabaza de invierno cocinada ofrece una cantidad fantástica de carbohidratos a quienes hacen ejercicio con frecuencia (al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana) y necesite una fuente de energía antes de un entrenamiento de larga duración.
3.Refuerza el sistema inmunitario
La salud de la piel y los niveles de azúcar en sangre no son los únicos beneficios de comer calabaza. Las vitaminas y los minerales que contiene esta verdura también refuerzan el sistema inmunitario.
La calabaza contiene vitamina C y magnesio, dos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Una porción pequeña de calabaza moscada contiene aproximadamente un 25 % de la cantidad diaria recomendada de vitamina C para personas adultas (la cantidad total es de entre 75 y 90 miligramos, respectivamente).
Por su parte, el magnesio es un mineral muy importante para el sistema inmunitario. De hecho, el déficit de magnesio se ha relacionado con la inflamación crónica de bajo grado. Aunque esta verdura no contiene una gran cantidad de magnesio (una porción de calabaza moscada tiene solo un poco más del 10 % de la ingesta diaria recomendada para personas adultas), 30 gramos de semillas de calabaza proporcionan aproximadamente entre un 20 y un 25 % de la cantidad diaria recomendada de magnesio para este grupo de la población.
4.Reduce la inflamación
Un artículo publicado en 2021 en la revista Biomedicines analizó los efectos antiinflamatorios que tiene la dieta para envejecer con salud. Pero, en primer lugar, hay que tener en cuenta que la inflamación es una función necesaria del cuerpo. Esta se da cuando el cuerpo se expone a un alérgeno o toxina, cuando se produce una lesión o durante una infección para iniciar el proceso de curación. Sin embargo, cuando la inflamación se vuelve crónica, es decir, se prolonga en el tiempo, puede provocar el desarrollo de enfermedades vasculares, autoinmunes y neurológicas, o incluso cáncer.
Por sencillo que parezca, una manera muy buena de prevenir o combatir la inflamación crónica es llevar una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, grasas no saturadas y proteínas magras. Los estudios apoyan esta recomendación por delante de cualquier otra tendencia de alimentación.
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Los nutrientes de la calabaza la convierten en una candidata perfecta para luchar contra la inflamación crónica. Dos formas de disfrutar de todos estos beneficios son, por ejemplo, cambiar los carbohidratos refinados como el pan blanco o la pasta normal por calabaza bellota en la cena, o sustituir los cereales con azúcar del desayuno por un pudin casero de chía con calabaza. Incorporar cambios como estos en nuestra rutina puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas asociadas con la inflamación.
¿Quieres saber cómo puedes disfrutar la calabaza?
Es una cuestión de preferencias personales, accesibilidad y soltura en la cocina. La calabaza en lata es una forma sencilla y económica de incluirla en tu alimentación, siempre que te asegures de que no incluya ningún otro ingrediente. Puedes añadirla a la avena y los batidos, o mezclarla con yogur griego sin azúcar para darle un toque de calabaza a tu desayuno.
Pelar y cortar la calabaza moscada puede ser un proceso laborioso, pero esta opción es ideal para cocinarla asada. Sazónala con sal y pimienta, y disfrútala sin acompañamiento o en una ensalada. También puedes triturarla y preparar una sopa. La calabaza congelada es igual de nutritiva y también te permite ahorrar un poco de tiempo en la cocina.
Consejo: Prueba a preparar calabaza delicata rellena. Corta la calabaza por la mitad, saca las semillas y ásala con el relleno que elijas: carne picada, tofu, garbanzos o lentejas, por ejemplo. Recuerda que, para obtener todos los beneficios posibles de la calabaza (los carotenoides y la vitamina A), tienes que acompañarla de una grasa como aceite de oliva, frutos secos, semillas o productos lácteos enteros.
Texto: Sydney Greene, máster en Ciencias, dietista y nutricionista