Garima Thakur lucha por el futuro de la Tierra
Cultura
Conoce a esta joven activista contra el cambio climático. Tiene 15 años, es india y no dejará que su ciudad olvide la catástrofe medioambiental que vivió en el pasado.
"Al aire libre" es una serie para conocer a atletas del día a día, que buscan la conexión y el equilibrio en el mundo natural.
Antes de que se empezase a plantear el activismo, Garima Thakur, de 15 años y nacida en Bhopal (India), ya era consciente del cambio climático y del devastador impacto que tiene en el mundo. A los 13 años, las terribles imágenes del documental "Before the Flood", narrado por Leonardo DiCaprio, la dejaron abatida y con una honda preocupación por el medio ambiente. Se dio cuenta de que la emergencia del cambio climático no era algo ajeno y, de repente, advirtió las señales de degradación medioambiental en su propia ciudad y en su país.
"Empecé a ver que el mensaje del documental se reflejaba en sucesos mínimos: un neumático ardiendo en la calle, un árbol talado o una fila de personas esperando a recoger agua para sus familias. Son señales de emergencia y en India están por todas partes. No se pueden ignorar", explica Garima.
Garima recuerda un riachuelo cerca de casa de su abuela en el barrio Bilaspur, que se encuentra en el montañoso y boscoso estado de Himachal Pradesh (India). "Solía ir allí de paseo con mis primos. Apenas había gente y jugábamos felices. Se veían los peces en el agua" recuerda cariñosamente.
Ahora, ese sitio tan querido de su infancia está asfaltado. En lugar de un riachuelo que alberga vida, "solo hay un montón de agua estancada al lado de la carretera", nos cuenta Garima. "Tenía unos 11 años cuando hicieron ese camino y hacía solo dos que visitaba el riachuelo, pero lo pasó me dio mucha rabia".
"Ojalá algún día alguna persona con el poder para legislar o algún líder político se parase a preguntarme qué hago y escuche lo que tengo que decir".
La historia de Garima se repetirá si no se toman medidas. Será imposible dar paseos, correr o hacer deporte sin aire fresco y sin un planeta bien cuidado.
Garima también ha sido testigo de las ventajas de vivir en un entorno saludable. Durante gran parte de su infancia, tuvo que mudarse constantemente, ya que su padre trabajaba en el ejército. Vivió en ciudades indias que no están afectadas por la contaminación. "Tuve la suerte de crecer en pueblos concienciados con el medio ambiente, como Dehradun y Dharamkot. Allí, daba largos paseos por la tarde para disfrutar del aire puro. Me recargaba de energía". Cuando se mudaron a una ciudad más grande, echaba de menos el aire libre. Ahora, planea volver a Dehradun mientras sigue estudiando.
Motivada por un nuevo compromiso de responsabilidad y los recuerdos de su educación en medio de la naturaleza, Garima ahora forma parte de un grupo en auge de jóvenes mujeres de todo el mundo que nos advierten sobre el cambio climático y se suman a la iniciativa de la activista sueca Greta Thunberg. Como las ciencias no son su punto fuerte, Garima se centra en otro aspecto de la crisis medioambiental: la legislación.
Hablando con una franqueza inusitada para su edad, afirma que "la gobernanza ambiental es lo que más me interesa. Así es cómo creo que puedo marcar la diferencia y hacer escuchar mi voz sobre la emergencia climática global". Garima es muy consciente de la magnitud de este problema.
De hecho, se está preparando de cara al examen de ingreso para estudiar en una de las facultades de derecho más prestigiosas de India, la National Law University. Una de las razones por las que ha elegido el ámbito de la gobernanza es la historia de Bhopal que, según ella, "es la ciudad donde nació mi activismo".
En la noche del 2 al 3 de diciembre de 1984, la ciudad de Bhopal, que se encuentra en el estado indio de Madhya Pradesh, sufrió lo que hoy se considera una de las peores catástrofes industriales de la historia. Una fuga de unas 40 toneladas de gas tóxico de una planta de pesticidas situada en el casco viejo de la ciudad mató a miles de personas. Otras miles murieron al cabo de los años por complicaciones médicas y problemas de salud crónicos asociados a la exposición directa e indirecta a los pesticidas. Fuentes fiables estiman que el desastre se cobró hasta 25.000 vidas o más.
Aunque nació un par de décadas después de la tragedia, Garima sigue teniendo muy presente aquella terrible noche de 1984 y las reformas medioambientales que vinieron después. "Me gustaría entender estas leyes con más detalle, ver si pueden aplicarse con un impacto aún mayor del que han tenido".
Mientras se prepara para una posible carrera de derecho, Garima pasa todos los viernes manifestándose al lado de VIP Road, que se encuentra a 20 minutos de la fábrica de pesticidas. La joven ecologista se ha convertido en el rostro del movimiento Fridays For Future de Greta Thuberg en Bhopal.
Da igual si hace sol, hace frío o llueve: Garima no se ha perdido ni una jornada "Day of Revolution" desde que comenzó a asistir la primavera pasada. A veces, la acompañan sus padres o amigos, pero también suele ir sola, con su mentalidad tenaz y una pancarta con mensajes bien visibles que llaman a la huelga por el clima.
Aunque la mayoría de gente de su edad en la India intenta conseguir la excelencia académica estudiando de memoria, Garima ha decidido romper el molde. Se preocupa de las cuestiones globales más urgentes fuera del aula. "Si pudiera crear la más mínima conciencia en nuestros líderes y en mis compañeros sobre lo que está en juego para nuestro generación, todas las horas que me he enfrentado al mal tiempo merecerían la pena".
Ahora, la gran preocupación de Garima se encuentra al otro lado del planeta: los incendios forestales que han aumentado en la costa oeste de Estados Unidos en los últimos años. Son imágenes que se han grabado permanentemente en su conciencia. "Cuando pienso en la emergencia climática, me vienen los incendios a la mente. Me resulta familiar porque sé lo que es asfixiarme con el aire que respiro".
Garima cree que la tragedia que ocurrió en Bhopal hace tres décadas es una señal de lo que pasará en el mundo si sus líderes no actúan pronto. "El aire será irrespirable, no habrá agua potable, ni peces en los ríos ni cultivos en los campos", afirma. "¿Hay algo más importante que intentar evitar que esto ocurra?"
Pero hay otra perspectiva que la motiva. "Suelo imaginarme un escenario concreto: a alguna persona con el poder para hacer las leyes o algún líder político que se para a preguntarme qué hago y escucha lo que tengo que decir", dice.
Texto: Prayag Aora Desai
Imágenes: Dolly Haorambam